Estaba la década de 2000 recién estrenada cuando la peluquera Raquel Mosquera (51 años) recuperó la ilusión en el amor tras la muerte de Pedro Carrasco. El motivo de que Mosquera volviera a sonreír tenía nombre propio: Tony Anikpe, un nigeriano que le robó el corazón. Cuentan las crónicas de entonces que tan arrobada quedó Raquel por este nuevo hombre en su vida que su carácter cambió considerablemente.
Así, en un afán por defender el honor de Anikpe ante los medios, Raquel trocó su tono amable y cándido por unos ademanes un tanto broncos y desagradables. Raquel y Tony desfilaron por los actos públicos de Madrid y por las revistas del corazón. Lo suyo era amor del verdadero. Tanto, que no dudaron en pasar por la vicaría. El nigeriano se convirtió en el segundo marido de Raquel, con él rehizo su vida tras el fallecimiento de Pedro Carrasco.
Le volvió a imprimir brillo y empaque a la triste y gris vida de Raquel como viuda. Con Anikpe, la peluquera tuvo a su primera hija, Raquel. Su matrimonio fue breve; en 2004 se dieron el 'sí, quiero', y en 2007 firmaron el divorcio. Nada más desposarse con Anikpe, su vida dio un giro de 180 grados. Desde ese momento, la relación de Mosquera con los medios de comunicación cambió de forma radical. La dulce Raquel se transformó en una mujer un tanto desafiante, que tuvo más de un altercado con los fotógrafos.
La situación se agravó cuando Mosquera se quedó embarazada. Algunos sectores llegaron a afirmar que su embarazo era un montaje. La peluquera volvió a recurrir a la exclusiva para demostrar que su embarazo era cierto y posó en bañador. Ella defendió a ultranza su amor con Tony. Pero llegó un momento en que Raquel ya no pudo negar la evidencia. Tony viajaba constantemente a Nigeria, y ella se quejaba de verse sola ante la educación de su hija. Los continuos viajes de Tony a su país fueron el principio de sus problemas, pues Raquel acabó descubriendo que él había formado allí otra familia.
Era la crónica de una separación anunciada. Llegó en 2007. Fue Ana Rosa Quintana (64) quien anunció la noticia en su programa. La periodista explicó entonces que la iniciativa de la separación la tomó Raquel, cansada de los continuos viajes de Tony a Nigeria y de tener que criar sola a su hija Raquelita. Otro motivo de desencuentro fue que, según Mosquera, no le pasaba absolutamente nada de la pensión con la que debía costear los gastos de su hija en común. La presión mediática y las deterioradas relaciones con Anikpe desestabilizaron a la peluquera, que acabó incluso ingresada en un centro psiquiátrico después de sufrir un brote psicótico.
Además, en aquellos días todo se complicó y precipitó entre ellos cuando se publicó que Tony quería solicitar la custodia de su hija ante los problemas de salud de Mosquera, aquejada de trastorno bipolar. Extremo que el nigeriano siempre desmintió. Se avecinaban meses y años complicados en los que Tony pisó varios platós de televisión, y Raquel mantuvo una postura complicada. La de exmujer herida frente a la de madre. En la memoria colectiva sigue estando presente aquella visita de ambos al extinto programa ¿Dónde estás, corazón?, donde el exmatrimonio se sentó en 2010, un reencuentro duro para Mosquera.
Para entonces, Raquel había optado por olvidar lo malo y llevarse bien con el padre de su hija, pese a todo lo sucedido y la humillación pública de él ante su doble vida en Nigeria. "Cada persona es dueña de sus actos. Yo siempre digo que tenemos una hija preciosa. Para mí eso es más importante que cualquier otra cosa. Yo solo quiero ver a mi hija feliz, y que cuando su papá viene a verla que nos vea bien", sostuvo entonces Mosquera ante Jaime Cantizano (47).
Y añadía, ante la perplejidad de muchos: "Que él haga su vida, yo la mía. Estamos divorciados. No olvidéis que el paso de divorciarnos lo di yo, es normal que él haga su camino. Que haya cosas que me gusten más o menos, pues sí". En ese programa, pese a la actitud conciliadora de Raquel, esta se enteró en directo de que Tony había tenido otra hija, Eva, en Nigeria, de la que ni la peluquera ni su hija tenían constancia. Tras esto, los años pasaron, Tony regresó a su país natal y Raquel rehizo de nuevo su vida, en esta ocasión con Isi, con quien tuvo a su segundo hijo en septiembre de 2015. En la actualidad, Raquel mantiene una relación estable con su pareja Isi, con quien no se ha llegado a casar.
Destacar que Anikpe ha hablado mal en este tiempo de Isi, la nueva pareja de su exmujer. Esto es lo que decía de él en 2014, al enterarse de que Isi también es nigeriano, como él: "Me sienta muy mal, no sé de dónde sale para estar con Raquel. Yo soy nigeriano y sé cómo hace las cosas la gente, y te aseguro que ese chico no es para Raquel, porque ella tiene buen corazón. En mi país hay una cultura diferente". Y sostenía, muy enfadado: "Ella puede estar con quien quiera, pero no con ese chico. Si está con otro hombre no es mi problema, ella tiene su vida y yo tengo la mía. Siempre le he dicho que se busque a un español bueno, sincero y respetable".
En 2016 se produjo la última aparición pública de Tony Anikpe. El nigeriano viajó a España para visitar por última vez un plató de tetelvisión en septiembre de 2016, el de Sálvame Diario. Fue a Paz Padilla (51) a quien concedió una pequeña entrevista en la que no terminó de dejar claro si viajaba a España al enterarse del nuevo ingreso hospitalario de Raquel Mosquera, o si ya llevaba un tiempo viviendo en nuestro país.
Tras un intento de vuelta a Nigeria, Tony explicó en su última entrevista en televisión que habría vuelto a España porque la vida en Nigeria "es muy dura" y porque quería "estar al lado de Raquel. Es una mujer muy buena, que no se merece esto que le está pasando". En esa línea, aseguraba: "Siempre voy a verla a Raquel Mosquera", aunque, por otro lado, no negaba llevar sin ver a su hija "cinco años y medio". De aquellos días a la actualidad, poco se ha sabido de Tony Anikpe. Ni siquiera Raquel Mosquera ha hecho mención alguna del que fue su exmarido. Tampoco se conoce si Anikpe reside en España, o si retornó definitivamente a Nigeria.
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