Tamara Falcó (38 años) está viviendo su mes más especial. Este jueves, según estipula la solicitud redactada en el BOE hace un mes, se convierte oficialmente en marquesa de Griñón, y el próximo 20 de noviembre celebrará también su cumpleaños.

Su nuevo estatus aristócrata, gracias al título que ostentaba su padre y que le dejó en herencia, le otorgará algún cambio en su vida, pero no va a cambiar, seguro, su carismática personalidad. Una de las definiciones que aporta la Real Academia de la Lengua sobre aristocracia es "grupo de personas que destaca en excelencia entre los demás por alguna circunstancia", y esa acepción encaja a la perfección con Tamara, ya que si algo ha logrado a lo largo de los años es destacar entre las socialités nacionales y protagonizar titulares de lo más peculiares.

Para celebrar su nueva era como marquesa, JALEOS ha querido recopilar todas esas anécdotas y declaraciones llamativas que solo la joven Falcó es capaz de hacer.

Tamara Falcó es ya, oficialmente, Marquesa de Griñón JALEOS | AGENCIAS

1. El día que estrelló su coche contra un Starbucks

La diseñadora ha sufrido sonados accidentes de coche tras sacar el carnet en la Autoescuela San Cristóbal de Cuenca, famosa por la afluencia de famosos que aprueban allí el permiso de conducir. El primer accidente fue el más impactante de todos y desde entonces los paparazzi no dudaron en seguirla para captar sus aventuras al volante. 

El primero de sus accidentes fue muy aparatoso. La hija de Isabel Preysler estrelló su coche contra una cafetería de Starbucks situada en Fuencarral. Meses más tarde volvió a tener un pequeño incidente con su coche en el que se llevó por delante tres jardineras del Ayuntamiento de Madrid y tuvo que ser atendida por los servicios médicos.

En otra ocasión, a Tamara se le paró el coche en una carretera nacional. Ante esta situación, la joven salió del vehículo y se puso el chaleco reflectante mientras aguradaba sentada en el guardarraíl a la espera de que llegara la grúa.

2. Sus innumerables multas de aparcamiento

Tamara pagando la multa en el parquímetro. EP

La socialité se ha movido por la ciudad durante años montada en un Smart. Sin embargo, pese a el tamaño reducido de este tipo de vehículos, Tamara no era muy experta en aparcarlo correctamente. Además de no estacionar de forma debida su pequeño coche, Falcó solía olvidarse de poner el ticket del parquímetro o lo ponía un determinado tiempo y lo recogía mucho más tarde de lo que había pagado.

Estos descuidos hicieron que se ganara varias multas de manera reiterada durante meses. No obstante, como buena ciudadana, al ver el papel de la sanción sobre su parabrisas, Tamara siempre escogía pagarla al momento y así ahorrarse el 50 por ciento de la multa.

3. Su sueño de convertirse en monja

Desde muy joven pensó en meterse a monja.

Tamara Falcó es cristiana practicante. Va a misa siempre esté donde esté, incluso en sus veranos en Marbella e Ibiza visita sus iglesias favoritas. La fe católica es su modo de vida desde que en una tarde estival estando en una librería pasó algo que cambió su vida: "Estaba buscando lectura de verano, fui a la Casa del Libro y el único que me llamó la atención fue la Biblia", explicó en su momento. En ese instante conoció el cristianismo y su doctrina y años después recibió "la llamada de Dios" y empezó a plantearse la idea de vivir en un convento y meterse a monja.

En 2016, gracias a un programa de investigación de Cuatro, provó la experiencia en un convento de clausura y aseguró que fue "maravillosa" hasta el punto de que "no descarto volver para quedarme".

4. Publicó su número de móvil en Twitter

La 'socialité' aseguró años después que no fue ella la que compartió el número de su móvil. Gtres

En el año 2013, Tamara Falcó se creó una cuenta en Twitter y cometió un error que les ha ocurrido a varios famosos. Solo llevaba dos semanas manejando la red social y de repente publicó un tuit en el que especificaba su número de teléfono. Minutos más tarde y ante el caos creado, quiso enmendar el asunto con otro tuit en el que decía: "No es mi teléfono. No tengo ni idea de cómo ha sucedido... no lo he twiteado yo".

5. La tiroides y la repostería de Ramona

En noviembre de 2016 sorprendió con una figura más voluminosa de lo habitual. Gtres

Falcó sorprendió al mundo con un gran cambio de físico en una gala de premios a finales de 2016. La hija de Isabel Preysler apareció en la alfombra roja con varios kilos de más y ante las preguntas de los medios, la joven no tuvo ningún problema en hablar claro de su nuevo aspecto. Aseguró todo se debía a un problema de tiroides, concretamente de hipotiroidismo que produce un efecto directo en el metabolismo.  Aunque poco después afirmó que también se debía al buen manejo en los fogones de su cocinera Ramona y a su repostería, a la que caía rendida siempre que tenía ocasión. Sin embargo, en el plazo de algo más de un mes reapareció sin esos kilos y con la esbelta figura que siempre la había caracterizado.

6. El día que el Papa se rió con sus errores

Tamara Falcó presentó un evento a finales de 2019 para festejar los 50 años del 'casamiento' del Papa con Dios. Gtres

El año 2019 fue uno de los más felices de Tamara porque además de proclamarse ganadora de MasterChef Celebrity y enamorar a la audiencia, conoció al Papa Francisco en persona. Fue invitada a una reunión con el Pontífice en el Palacio de San Calixto y los organizadores del encuentro quisieron que ella fuera la maestra de ceremonias por su gran popularidad y carisma y porque "conecta muy bien con la juventud". 

"Llegué de Roma el martes, porque acababa de estar allí con el Pare Ángel, y por la noche me dijeron que querían que presentara un evento con el Papa. Cuando llegué me dieron un montón de folios y vas a conectar con un montón de primeras damas y vas a conectar con el alcalde de Los Ángeles, y yo como ¿alguien sabe que nunca he presentado nada? Metí la pata. Leí el guion todo al revés... nada de lo que dije tenía sentido... pero el Papa estaba encantado, se rió, es muy natural", contó.

7. "Me sorprendo de lo pija que soy"

Tamara tiene un gran parecido a su madre, la reina de corazones, Isabel Preysler. RRSS

"A veces me escucho y entiendo que me llamen pija", aseguró en una reciente entrevista. Tamara es natural y espontánea, por lo que no le importa admitir sin tapujos que sí es "un poco cursi", pero todo lo achaca a sus genes y a lo que ha visto en casa desde que nació. Sobre su manera de hablar, la diseñadora detalló ante los medios que "no lo puede cambiar". Su abuela, que según ella era "la más aristocrática de su familia", fue la primera en criticarla por hablar así.

8. La marquesa del metro

Tamara utiliza con frecuencia el transporte público como el metro y el autobus. Gtres

"A la gente a veces le choca incluso que coja el metro, pero yo digo: 'Si el metro es de todos, ¿por qué no lo voy a coger?' Es como: '¿Tú visitas el Retiro?' Pues sí (risas). '¿Pero coges también el coche con chófer?'. Pues si?, y también Cabify. Soy una persona muy curiosa, me encanta indagar, viajar e intento no limitarme porque me gustan las experiencias nuevas", explicó en El Hormiguero cuando se presentó como la nueva colaboradora del programa de Pablo Motos (55). 

Sin embargo, sí hay un detalle del transporte público que no soporta, y lo dijo alto y claro ante la audiencia: "Odio el olor del metro después de las tres de la tarde".

9. Celebraciones con sus empleados del hogar

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El 20 de noviembre de 2017, la fecha de su 36 cumpleaños, revolucionó las redes por la fotografía que compartió de su celebración casera. Falcó quiso festejar el día junto a sus empleados del hogar y presumió de ello en sus perfiles de Instagram y Twitter. En la imagen aparece ella junto a su abuela materna, cuatro mujeres y dos hombres, que completan el servicio del casoplón -conocido como Villa Meona- de Isabel Preysler en Puerta de Hierro.

[Más información: Tamara Falcó confiesa todas sus manías, pasiones e inseguridades más personales]

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