Rafael Amargo cumple su palabra y rompe las tablas: los amigos famosos que le han arropado en 'Yerma'
El bailaor de Granada ha presentado este jueves su propia versión de la obra cumbre de Federico García Lorca en el Teatro La Latina de Madrid.
11 diciembre, 2020 00:37Noticias relacionadas
Se respira un ambiente tranquilo en la Plaza de la Cebada de Madrid a las 19:15 horas de este jueves. Como si hace exactamente 10 días los aledaños del Teatro La Latina no hubieran sido testigos de una escena casi cinematográfica. Como si hace algo más de una semana, en ese mismo sitio, el bailaor Rafael Amargo (45 años) no hubiera sido detenido por la Policía Nacional, acusado de los supuestos delitos de pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas.
Junto a él, esposados en ese instante, su productor teatral, Eduardo de los Santos, un amigo del que no ha trascendido la identidad, y su pareja, la argentina Luciana Bongianino. EL ESPAÑOL llega más que puntual a su cita para la presentación de Yerma y es precisamente a Luciana, esposa de Amargo -se casaron hace año y medio-, con quien se topa primero y la intercepta interesándose por su estado anímico.
"¿Cómo va todo, Luciana? ¿Más recuperada del susto?". "Bueno...", comenta la mano derecha de Amargo, que prefiere callar mientras da una larga calada a su cigarrillo rubio.
Rafael Amargo empieza 21 minutos tarde, pero la espera vale la pena. Citó a sus amigos a las 20 horas y el retraso dio tiempo a que todos fueran llegando. Las primeras, Makoke (51) y su gran amiga Lucía Hidalgo, que iba acompañada de su hija. A continuación, choque de trenes: aparecía Kiko Matamoros (63) junto a su pareja, Marta López Álamo (23). El colaborador y la influencer ocupaban la misma fila que Makoke, aunque justo en la bancada contraria del patio de butacas.
No quiso faltar el arte a raudales de María Toledo (37) -con bolso diseñado por el artista plástico jerezano Balcris- y su marido Esaú Fernández. Para concluir, una cara conocida más. Fanática del flamenco y amiga personal de Amargo, la actriz Angy Fernández (30) con su característico pelo naranja y mascarilla doble -la Cultura es segura, pero ahora es mejor prevenir-.
Este periódico se interesa por el aforo de La Latina y, de las 800 plazas disponibles, el teatro actualmente tan sólo puede acoger un 75 por ciento por las medidas de seguridad anti-Covid. De ese 75 por ciento, según apunta el regidor, Yerma está llenando al 50 por ciento, es decir, entre 350 y 400 personas por función. "Un logro en estos momentos", sentencia.
Amargo sale tarde, pero cuando aparece se hace notar. Con las luces apagadas y el poder de un cañón único apuntando al cantaor Pedro 'Perrete', lo que rompe el silencio son los siguientes versos: "A mí me acusan de contrabando y yo le canto al fiscal por fandango. El tribunal se puso a llorar y el juez me dio la libertad". A buen entendedor...
Rafael Amargo ha cumplido su palabra. A la salida del calabozo de los juzgados de Plaza de Castilla advirtió: "Voy a echar unos cojones como no he echado nunca y voy a romper las tablas". Ha representado a un Federico García Lorca que perfectamente podría haber sido él. Sexo, agua, luna, fertilidad. Amargo ha recibido el aplauso de sus amigos y hoy, a sabiendas de que era el día de la presentación oficial de su obra, ha contenido la emoción. No así el miércoles, que rompía a llorar tras el estruendoso aplauso de su público.
"Gracias por todo lo que me dais y lo que me quitáis", ha comentado tras el fin de fiesta en unos minutos que ha querido tener con los presentes. "Todo esto es por vosotros. Gracias a mis amigos, por personas que me han defendido, como Kiko Matamoros, que lo ha hecho porque lo ha sentido. Y a los que no me quieren también le dedico este aplauso. Tengo la suerte de tener muchos amigos. Ayer lloré y hoy he salido salvaje y valiente. Que ustedes sean mi mejor publicidad y que esto esté lleno... ¡como cuando Lina Morgan!"
Su semana amarga
La excitación y los nervios de Rafael Amargo por el estreno de su obra, prevista inicialmente para el jueves 3 de diciembre, se tornaron desesperación e impotencia tras su detención el martes día 1 a las puertas de La Latina. El artista de Graná ha vivido sus días más duros, pues mientras que intentaba rematar los últimos flecos de Yerma, la Policía Nacional se lo llevaba al calabozo de la comisaría de la calle Leganitos.
Un lugar oscuro, sucio, "comío de mierda", como él mismo ha relatado, donde, según su abogado, Cándido Conde-Pumpido, "hay un jefe de servicio" que "no tiene respeto por las personas ni por los derechos humanos". En la rueda de prensa que Amargo concedió el pasado viernes su letrado denunció en público que ese funcionario impidió al artista "comunicarse" con él y que lo dejó "olvidado durante hora y media encerrado en una habitación".
"Yo trabajo con el cuerpo y lo quiero hacer bien. He estado 48 horas tirado en el suelo y ahora quiero estar divino valiente. Prefiero ensayar esta tarde y esta noche con mi compañía y mañana reventar el escenario. Tanto correr, ¿para qué?, afirmaba Amargo ante el aluvión de medios presentes en la rueda de prensa que jamás habría querido dar.
Tan sólo cinco días antes de su detención, EL ESPAÑOL entrevistaba al bailaor en las bambalinas del citado teatro, uno de los escenarios más importantes para la representación de comedia y revista en la historia de España a lo largo de siglo XX. Minutos después de que estallase la bomba informativa, este diario recuperaba parte de aquella entrevista, habida cuenta de que algunas de sus respuestas cobraban cierto sentido.
Amargo no es sólo arte sobre las tablas, también es carne de televisión. Los realities y los programas de entretenimiento han sido parte importante de su fuente general de ingresos y así se lo hacía saber a este medio: "Para mantener 20 nóminas, ¿cómo voy? ¿cómo lo hago? Si dos pies no me dan. Si con dos pies no me da, ¿cómo lo hago?". Hace apenas unas horas, sobre el tablao, ha rectificado "son 25 nóminas".
No reniega de sus experiencias en los formatos de telerrealidad, más bien al contrario. Admite que quiere seguir ganando dinero de la tele, siempre que sea fuera de España. "Mientras que yo pueda hacer realities en Italia... Allí están bien vistos. Artistas como Rita Pavone o Al Bano y Romina Power van a los realities. Me voy, me lo hago, me gano el dinero y no estoy aquí expuesto. Hacer un reality en España es estar de por vida crucificado. Y luego si quieres hacer series de televisión, ese estigma te persigue. Un artista también puede hacer un reality", declaraba.
Teatro, televisión y ficción. Amargo anhela actuar en la pequeña o la gran pantalla. A este diario informó en primicia de que había escrito una serie autobiográfica que un grupo audiovisual ya había comprado para darle forma próximamente: "Es una comedia, una catarsis de lo que sería un personaje acabado, que ha tenido éxito y se le va de las manos. De repente se inventa otra profesión para ser algo...". No hay duda de que después de su semana más amarga, Rafael tendrá que sentarse a escribir otro capítulo.
[Más información: "¿Que para mantener 20 nóminas cómo lo hago? Con dos pies no me da": Rafael Amargo, sobre sus apuros]