Corría el año 1990 cuando el doctor Julio Iglesias Puga, más conocido como Papuchi para los medios de comunicación, padre del cantante Julio Iglesias (77 años), paseaba tranquilamente por una zona noble de Madrid y vio a Ronna Keith junto a un grupo de amigas. El flechazo, contaría después, fue instantáneo. La vio y supo que sería su mujer. La invitó a tomar algo y, desde entonces, no se separaron. Nada importó los 48 años de diferencia que existían entre ellos.
Sin pretenderlo, su historia de amor zarandeó los medios de comunicación y pronto Julio Iglesias padre eclipsaría al resto de miembros de su familia por su espontaneidad. Su naturalidad, su carácter afable, su enorme sentido del humor, además de su alma de mujeriego, tenía encandilado a todos. Pero fue una mujer, Ronna, licenciada en Medicina y 48 años más joven que él, quien hizo que abandonara sus vaivenes sentimentales y sentara cabeza.
El ginecólogo y Keith se convirtieron en habituales de los actos sociales y su vida conyugal comenzó a interesar. Mítica en la hemeroteca social de España quedará la frase que entonó Puga y que se convirtió en lema, Raro, raro, raro. Pasaron por el altar en 2002 y no se separaron ni un solo día hasta el final de Papuchi, que tuvo lugar el 19 de diciembre de 2005 a los 90 años. Papuchi acababa de anunciar el segundo embarazo de Ronna días antes, pero todo se complicó en un ingreso hospitalario, que derivó en muerte tras una parada cardiorrespiratoria. Nadie se pudo figurar ese final en alguien como Puga, que derrochaba vitalidad y energía y ganas de vivir a raudales. De su relación nacieron dos hijos, Jaime Nathaniel Iglesias y Ruth. Es decir, hermanos de Julio Iglesias y tíos de Chábeli (49), Enrique (45) y Julio. Ruth nació ocho meses después del fallecimiento de su padre y Jaime apenas pudo disfrutar del inmenso amor que sentía por él su progenitor.
Desde que despidiera embarazada e inundada por una tristeza insoportable a su marido, Keith se instaló con sus hijos en Jacksonville (Florida), donde vive lejos del foco mediático, volcada en sus cuidados y acompañada de sus padres. Pero antes de hablar del presente de Keith, viajemos al pasado. Al momento en que se conocieron. Así hablaba el doctor Iglesias Puga de la que estaba llamada a ser su prometida: "En un principio, cuando la conocí, pensé que Ronna iba a ser una relación esporádica, una especie de entretenimiento, como otros muchos que he tenido. Pero me enamoré".
Aquella tarde en una cafetería nunca la olvidó Papuchi, cuando la conoció: "Vi pasar a una morenita muy guapa, muy mona. Y a mí me encantan las morenitas". Vivieron su amor intensamente, con libertad y sin ningún tipo de prejuicio. Así era Julio Iglesias Puga, un hombre que se bebió la vida a grandes sorbos hasta el último momento. Keith siempre ha estado muy integrada en la familia Iglesias, sobre todo después del fallecimiento del ginecólogo. De hecho, en unas declaraciones aseguró que Julio y su mujer Miranda estuvieron muy pendientes del nacimiento de su segunda hija, Ruth.
"Estaban constantemente pendientes de mí. Me llamaban a cada poco. Julio me decía '¿para cuándo?'. Son muy cariñosos conmigo. Por otra parte, Miranda y yo somos muy amigas, tenemos una muy buena relación. Ella siempre me llama para preguntarme si necesito algo. El día anterior al parto hablé con los dos y, cuando nació Ruth, Julio y Mirando fueron los primeros a los que llamé para darles la noticia. También quiero resaltar que Chábeli me llamó nada más enterarse". Contó Ronna en el año 2006 en ¡HOLA!, y con la emoción anudada en la garganta, cómo fue llegar a casa con su hija a los pocos meses de la muerte del doctor: "Creo que fue el momento en que más eché en falta al doctor porque, cuando Jaime, fue un momento de euforia para él repitiéndome: '¡Lo conseguimos, lo conseguimos!', palabras que no se me van a borrar nunca de mi cabeza". Sostuvo hasta el final que nunca, jamás, nadie le hizo creer que su historia de amor fuese una locura: "Para nada. Y nadie me ha dicho jamás eso. Creo que la gente es bastante respetuosa".
Puga nunca dio importancia a esas voces críticas que censuraban su actitud y su vida con Ronna. De hecho, se llegó a asegurar que tuvieron hijos por expreso deseo de Keith, no del doctor, algo que el propio aludido desmintió en alguna ocasión: "Si han dicho que Jaime fue una atención que yo quise tener con mi mujer, no lo considero una ofensa. Pero la verdad y la auténtica realidad es que yo lo deseaba tanto como ella. A mi edad, tener un hijo es todo un regalo, todo un privilegio".
Siempre se dijo que a Julio Iglesias hijo la decisión del doctor de ser padre a edad tan avanzada no le hizo nunca demasiada gracia. Sin embargo, el cantante y su progenitor mantenían una relación excelente. Julio lo calificaba de "cachondo", y afirmaba que de mayor quería ser como él. El doctor Iglesias era su mejor crítico y su fan número uno, y no se perdía ninguno de sus conciertos.
En 2018, durante el programa Lazos de sangre dedicado a la familia Iglesias, Julio José (47) hablaba de Ronna y sus tíos: "Mi padre y Miranda sí tienen contacto con ellos, pero ni mis hermanos (Chábeli y Enrique) ni yo lo tenemos. No me preguntes por qué, porque ni yo mismo sé el motivo". Sin titubeo ninguno, reconoció el tiempo que hacía que no veía a Keith y los pequeños, más de una década: "Creo que la última vez fue en Marbella y mi abuelo todavía estaba vivo... Imagina entonces el tiempo que hace".
En todos estos años, pocos datos han trascendido de la vida retirada que hacen Ronna y sus hijos en Florida, excepto reportajes puntuales y vía exclusiva. Uno de los pocos detalles que han visto la luz es la pasión temprana de Jaime y Ruth por la música. Parece que, de seguir así, intentarán seguir los pasos de su afamado hermano, Julio Iglesias, al que pudieron ver actuar hace un tiempo en directo en Jacksonville. Hace unas semanas, Ronna relajaba su habitual celo con los medios y atendía a LOC por el aniversario de muerte de su marido. Lo dejaba claro nada más comenzar la entrevista: "Llevo muchos años sin hacer entrevistas o salir en una revista. Nunca me presento en la televisión. Deseo mantener mi vida y la de mis hijos de una forma privada. Cuando eran más pequeños permití que fueran fotografiados, pero después me di cuenta de que era una equivocación. Cuando usted se puso en contacto conmigo estuve de acuerdo en contestar a las preguntas sobre Julio, mi marido, para que se le trate con respeto y preservar su honor y memoria". En dicha entrevista, Keith, cuyo día a día se escribe cuidando de sus hijos, sostuvo, entre otras cosas, que Papuchi "me seducía con cenas en una isla tropical".
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