Yotuel Romero (44 años) ya no es Yotuel Romero. Ahora es simplemente Yotuel. Yotuel ya no es el motor y la cabeza pensante del exitoso grupo Orishas. Yotuel, este "rebelde con causa", hoy vuela solo, da un paso adelante y estrena canción. Aunque saborea con gusto las mieles de la libertad, para arrancar en solitario, el artista se ha previsto de dos poderosas alas para volar: Beatriz Luengo (38) y Omar Montes (32).
Junto a ellos ha revisado, actualizado y versionado Rebelde, el clásico de 1971 de la cantautora hispano-británica Jeanette (69). JALEOS de EL ESPAÑOL ha contactado con el cantante cubano y con él ha hablado sobre música, amor y su futura paternidad.
¿Yotuel?
Dime, papi.
¿Cómo está viviendo el éxito de Rebelde?
Es mi renacer, es como salir a la calle con otra camisa. No, ¡es como salir a la calle sin camisa! Estoy muy contento de ver la reacción de los fanáticos a la canción y a mi propuesta. Yo no podía salir en solitario con algo que la gente diga "quédate donde estás, que estás más bonito". Cuando sales de una banda, la gente siempre espera a ver si cumples. Yo trabajo para mí, pero me compra un público. No puedes tener el ego tan grande de "si me gusta a mí...". No, te debes a alguien que te compra. A todos nos compran. Tu entrevista la compra un medio. Todo funciona así. Yo decía "¡guau!", es un paso grande en la vida y sobre todo cuando vienes con una mochila que dice Orishas.
¿Es Rebelde un canto a la libertad?
Full, full. Y más que a la libertad es cantarle a no tener miedo a encontrar ese antídoto para tu corazón. Llámese un país nuevo, un amor, una vacuna. Estamos viviendo en un mundo muy tóxico, demasiado tóxico. Estamos al límite de la toxicidad. Tenemos presidentes tóxicos, pueblo tóxico. Lo que es ser distinto, que era necesario, ahora es reprochable. Si tú piensas como piensas, no eres de mi bando. Estamos ya en bandos. Tenemos que recapitular y buscar ese antídoto que nos haga ser humanos.
¿Ha sido usted mucho de saltarse las normas?
Yo creo mucho en la rebeldía con causa. No creo en los rebeldes sin causa. Yo soy el primer rebelde con causa que existe. Desde que me fui de Cuba y dije "me voy a buscar mi vida a París, me voy a hacer mi rap donde me entiendan...". Siempre fui rebelde. El motor de la vida de uno es ser rebelde. Cuando a uno le dicen "no lo vas a lograr" y tú dices "pues lo voy a lograr". Si no tienes ese motor, uno no cumple los sueños.
Una colaboración con Omar Montes, ¿qué destacaría de él? ¿Lo ve ganando GRAMMYs como usted y Beatriz Luengo?
Omar Montes es un humano totalmente diferente, todo el mundo dice "guau". Estéticamente, a nivel de discurso, de concepto musical... Eso dice mucho de Omar. Es una persona superabierta. Cuando le presentamos la idea del vídeo y la canción, él me dijo "brother, lo que tú me digas. Yo te admiro, sé lo que tú has hecho y yo te sigo. Yo sé que tú no vas a hacer nada que esté mal". Me gustó esa humildad.
¿Ha visto talento en él?
Mucho. Yo le dije a Bea "quiero un rapero español, pero quiero un rapero que suene a España, que cuando lo escuches tenga a ese gitano, esa fuerza, esa calle". Yo vengo de barrio, de familia humilde y de pueblo negro. Yo quería eso. Bea me dijo "escucha a este chamaco, que te va a gustar". Me encantó. Sentí que tenía una profundidad y un sufrimiento cabrón su voz. Le he aconsejado que cante más canciones de dolor. Ya lo veo con ojos de productor, yo que he producido canciones para Daddy Yankee, Ozuna, Wisin y Yandel, Ricky Martin... la grandeza de esos artistas es que se han dejado llevar por mi visión. Todavía Omar Montes no está donde va a estar. Esta canción va a ser un antes y un después en su carrera, como también lo va a ser para mí y para Bea.
¿Qué análisis hace de que en los últimos años, en la era Trump -la más anti latina que se recuerde- la música latina esté pegando más fuerte que nunca a nivel global? Bad Bunny número uno en Billboard, Shakira y JLo en la Superbowl...
Brother, eso es física. Y química. Toda acción tiene una reacción. Energéticamente toda propulsión genera lo contrario. Te lo resumo fácil: cuando tú eras chamaco y te decía tu padre que no te subieras al árbol, lo primero que tú hacías era subirte.
¿La atracción por lo prohibido?
¡Exactamente! El sex appeal de la prohibición. Yo por eso a mi hijo no le prohíbo nada. Mi madre me dijo "no hagas rap, que de esto no vas a vivir" y ahora... yo mantengo a mi madre.
En esta canción, además, usted colabora con su pareja sentimental, Beatriz Luengo, a la que conoció en un contexto artístico y musical. ¿Es ella una de sus fuentes de inspiración?
Bea es mi fuente de inspiración. No una. Es ella. Hubo un antes y un después cuando Beatriz y Yotuel se fueron a Estados Unidos con una maleta vacía, pero cargada de sueños. Llegamos a un país donde nadie nos tiró la mano, sólo amigos de Miami. Pero ni los padres de Bea ni mis padres. ¿Sabes qué? Bendiciones todos los días porque nadie nos ayudó. Tuvimos que remar juntos. Era la primera vez que Bea se enfrentaba a ser emigrante. Eso fue un punto muy importante en su vida y en su carrera. Ya no era la española de 'papá, ayúdame'. No. Emigrante igual que yo: teníamos que ir a la Policía, a hacer la residencia, las entrevistas, lo mismo que yo pasé aquí en España y en París, cuando viví en el Metro. Ese cambio fue fundamental, no sólo en nuestra relación, sino también en cómo pensamos ella y yo hoy en día.
Algunas parejas de artistas, como Beyoncé y Jay-Z, han confesado que encuentran en la música una forma de terapia para sus pequeñas o grandes crisis sentimentales. ¿Ustedes discuten lanzándose versos?
La canción también influye en nutrirnos de experiencias propias. Por ejemplo, a mí, Rebelde, me recuerda mucho a mi relación con Bea. En el momento en que nos encontramos éramos muy rebeldes y fuimos el antídoto para el otro. Esta canción nos une porque cuando nos miramos vemos la verdad que hay detrás de todo lo que estamos diciendo. Una vez que conquisto a Bea, que yo le decía 'mi gitana', pues... en la canción digo: Quiero que me rompas la camisa mi gitana-na-na. Y perdernos en un viaje hasta La Habana-na-na. En la cama te prefiero sin pijama. Son cosas que yo le dije a Bea. Entonces sí, recurrimos a escondernos a veces detrás de canciones para expresar sentimientos para bien y para mal.
Va a ser padre por tercera vez, la segunda junto a Beatriz. Su primera hija, ¿cómo se encuentra?
Hace poco me preguntaban en una entrevista "¿cuál es tu miedo en la vida?" y yo le dije "mi único miedo es no tener ilusión". Entonces, cada día que me levanto tengo una ilusión nueva. La niña es una nueva ilusión, mi carrera, componer una canción, pensar en qué vamos a hacer Bea y yo para aumentar nuestra capacidad creativa en la familia... Yo me nutro de ilusión, voy cosechando ilusiones y voy sembrando. La niña es el punto táctico que faltaba. Si antes tenía un pretexto para seguir ilusionado con mi carrera como solista, ahora tengo una justificación. Una obligación doble. Ya tengo dos nenes y quiero demostrarles a ellos muchas cosas. Sobre todo a no tener miedo. Cuando grabamos el vídeo de Rebelde, Bea tenía tres meses de embarazo y me dijo "voy a bailar como una campeona". ¡Claro que sí! Odio cuando quieren transmitir a las mujeres que el embarazo es el final. ¡Es mentira!
Hace poco se armó bastante revuelo cuando Beatriz actuó imitando a Lady Gaga en la versión americana de Tu cara me suena. Estaba embarazada y las redes estallaron, según ella, acusándola de estar gorda. ¿Cómo lo vivieron?
Lo más triste es que todos los insultos provenían del sector femenino. Tristemente volvemos a ese dicho de que no hay peor astilla que la de tu propio palo. Todo mujeres criticándola porque según ellas estaba gorda. ¡Brother, es increíble! Miles de mensajes "eres una gorda", "¿cómo puedes salir con esa barriga tan fea?" ¡Mujeres! ¡Dios! ¿A dónde vamos? Y Bea, como es una monstrua y tiene una inteligencia que se las come por docenas a todas, les hizo una disertación de cuál era el problema de estar gorda, sin justificar la barriga. No justificó en ningún momento la barriga porque entonces habría justificado que estar gorda está mal. Y dijo: "¿Y si estoy gorda, qué?" Después hablamos de feminismo y que los hombres somos el enemigo. No se confundan. En el caso de Bea quedó claro que las que criticaban eran mujeres. ¿De qué me están hablando las feministas?
¿Le gustaría que sus hijos se dedicaran a la música?
Que se dediquen a lo que sea su ilusión. Yo a mis hijos no les impongo nada. Que sean lo que quieran ser porque yo siempre fui lo que quise ser. Nadie me impuso nada.
Ahora que hay tanto reencuentro de series como Sexo en Nueva York o Física o química, ¿aceptaría participar en un reencuentro de Un paso adelante?
¿Yo? ¡El número uno! Para mí Un paso adelante recoge demasiadas vivencias positivas. Todo lo que ocurrió en Un paso adelante para mí es... En primer lugar, el nombre de la serie ha sido un leitmotiv en mi vida. Siempre un paso adelante, nunca un paso atrás. Encontré a la mujer de mi vida, formé la familia que yo quería formar, la familia que siempre imaginé, la mujer que yo tenía en mi mente la encontré en Un paso adelante. Y encima tuve la oportunidad de demostrar a la televisión española que los negros también funcionamos en el rating. Ahora tú ves más color en la tele, pero antes no había negros en la televisión española. No existía. ¡Fue brutal para mí Un paso adelante! Te lo digo de corazón propio. Aún recuerdo cuando iba por la calle y veía a las niñas con las carpetas forradas con fotos mías. Papi, eso fue el gol de Maradona con la mano. La mano mágica. ¡La mano de Dios!
[Más información: Beatriz Luengo, embarazada de su segundo hijo con Yotuel Romero]