Este pasado domingo se hacía pública una de las rupturas sentimentales más inesperadas del panorama nacional, la de Bertín Osborne (66 años) y Fabiola Martínez (48), tras 20 años de relación y dos hijos en común. La separación la confirmaba el propio presentador a través de un comunicado que hacía llegar al espacio de televisión Viva la vida. Era lo mejor para acallar unos rumores que habían comenzando a extenderse días atrás en algunos corrillos.
Osborne salía al paso y desmentía terceras personas al tiempo que reconocía "problemas de convivencia". Y añadía: "Yo confieso que soy complicado en el día a día y asumo toda la responsabilidad en los motivos que han dado lugar a esta decisión". Se trata de una separación "de mutuo acuerdo". En la misma línea que Fabiola, la cual atendía en exclusiva a JALEOS minutos después de conocerse la noticia: "No hay mucho más que añadir al comunicado. Una decisión como esta no es fácil, pero estamos tranquilos. Ambos lo hemos intentado, pero no ha podido ser".
Parece que ningún problema se va a interponer en este adiós sentimental, del que este periódico conoce nuevos detalles. La noticia se ha dado justo en el momento en que el matrimonio lo ha decidido. Todo ha sido "consensuado, desde el primer momento". Fue a mediados del mes de noviembre de 2020 cuando Bertín y Fabiola se sentaron a charlar. La cosa no iba bien entre ellos, demasiada fricción, mucha discusión que no hizo más que erosionar los cimientos de su relación. En esa conversación se tomó la decisión, dolorosa, pero necesaria. Se explica que la separación se ha hecho pública ahora porque "así se deseó, que pasara la Navidad y los días familiares".
Una vez estos festejos y días de Pascua quedaron atrás, había llegado el momento. Bertín y Fabiola han sido un matrimonio que se adoraba, que se admiraba y han intentado salvar su historia hasta el último momento. Una persona de su entorno asegura a este medio que ambos "llevaban ya bastante tiempo separados físicamente". Él, por motivos profesionales, afincado en Sevilla. Ella, en Madrid con sus hijos, en la casa familiar. No han sido meses fáciles, la Covid-19 tampoco ha ayudado, se apostilla: "Los meses confinados en Sevilla fueron duros". Los desacuerdos comenzaron a ser frecuentes. Osborne "pasa mucho tiempo en Sevilla, donde graba su programa en Canal Sur". Fabiola tiene su vida conformada por completo en Madrid.
Ella "no es tanto de campo" como Bertín, lo concibe solo de recreo, no para vivir. El presentador siempre ha dicho que su sueño es vivir en el campo, en Sevilla, una jubilación dorada para él, cuando llegue. Este siempre ha sido un punto en el que no han estado en consonancia. "Puede que sea uno de los pocos, porque ha sido una pareja que se ha dado la mano en casi todo", se aclara, apara añadir: "Al final, cuando llegas a una edad, estas cosas te condicionan y antes de que las diferencias vayan a más es lo mejor". Los hijos de ambos, se desliza, "están al tanto de todo". Se les comunicó como es debido. Al entorno y la familia más cercana, también.
La persona con la que este medio ha contactado sostiene que Bertín "ya está instalado" en Sevilla, en su finca: "Ya no está a la venta, vivirá en ella". Fabiola, por otro lado, seguirá junto a sus hijos en la casa conyugal de Madrid. Bertín "irá y vendrá", como siempre, nada cambiará. Se insiste en que todo seguirá igual entre ellos, como hasta ahora, salvo por el hecho de que no vivirán en el mismo techo. El todavía matrimonio "no tiene empresas en común". Tan solo les une la Fundación Bertín Osborne, donde ambos "seguirán ocupando sus funciones".
Se pone este hecho como prueba de que todo está bien entre ellos: "Los seguiremos viendo juntos, en actos que tengan que ver con Kike (13) y en situaciones familiares". Tanto es así que, en noviembre de 2020, este medio fue testigo de cómo Fabiola y Bertín dejaban a un lado sus discrepancias y se unían contra la famosa y comentada Ley Celaá, encabezada e impulsada por Isabel Celaá (71 años), ministra de Educación y Formación Profesional del Gobierno de España.
Sea como fuere, lo que es un hecho es que el matrimonio de Bertín Osborne y Fabiola ha tocado a su fin. Así lo hacía público el presentador, vía comunicado: "Queridos amigos, como supongo que ya sabéis, Fabiola y yo nos hemos separado hace poco tiempo. No hay un motivo concreto, sino problemas de convivencia. No hay, ni ha habido terceras personas que nos hayan motivado a tomar esta decisión y sí la dificultad de convivir con nuestras distintas personalidades".
Y ha añadido: "Yo confieso que soy complicado en el día a día y asumo toda la responsabilidad en los motivos que han dado lugar a esta decisión. De Fabiola solo puedo decir que es una persona maravillosa, gran compañera, estupenda mujer y como madre, es literalmente única. Espero que, aunque vivamos separados, sigamos unidos en la amistad de nuestras familias. Os ruego de corazón que no haya especulaciones, porque sencillamente no hay más motivos que los que os transmito. Os ruego, también, que al tener dos hijos menores, uno de ellos muy dependiente, respetéis mi decisión de no hablar de este tema. Para mí es muy doloroso por cuanto, como ya os he dicho, mi manera de ser y mi personalidad han sido determinantes en esta separación. Mis hijos tendrán el cariño de sus padres como siempre y entre nosotros siempre habrá cariño y respeto".
Las empresas de Bertín y la fundación
Actualmente, Bertín está al frente del programa de entrevistas Mi casa es la tuya en Telecinco, donde se embolsa unos 30.000 euros por emisión. A ello hay que sumarle el sueldo que recibe por presentar El show de Bertín en Canal Sur, un programa que cuesta a la productora 85.000 euros por entrega, aunque se desconoce qué porcentaje va a parar a la cuenta corriente del artista. El cantante también lleva años desarrollando su faceta como empresario, con toda una red de sociedades con las que en 2019 facturó más de 400.000 euros fuera de los platós. A pesar de la nada desdeñable cifra, lo cierto es que las cuentas del cantante han sufrido una notable reducción de ingresos en los últimos dos años, mientras que las deudas de algunas de sus empresas se han multiplicado en este período.
Además de ser un reconocido artista, presentador y empresario, Bertín Osborne ha mostrado su faceta más solidaria junto a su todavía mujer. Ambos llevan años liderando numerosas causas sociales a través de la fundación que lleva el nombre del cantante. La Fundación Bertín Osborne, que ayuda a cerca de 2.000 personas, se vuelca con causas relacionadas con la parálisis cerebral, enfermedad que sufre Kike, el hijo de la pareja, así como con otras dolencias e incapacidades, recaudando fondos, dando visibilidad y apoyo tanto a los afectados como a sus familias.
La implicación de Bertín y Fabiola en la fundación ha sido máxima y ahora, el matrimonio ha promovido una nueva iniciativa, poniendo a la venta un décimo de Navidad con fines solidarios. En concreto, el número 87.738. "Pide un deseo, ¿y si cae el Gordo de Navidad?", reza la promoción. "Jugando este décimo estás ayudando a mejorar el bienestar de la familias de niños y niñas con discapacidad a través de las iniciativas de información, formación y atención psicológica de la Fundación Bertín Osborne", explicaba Fabiola a JALEOS.
La mujer del cantante explicaba que este tipo de iniciativas son vitales en los tiempos difíciles que corren: "Queremos recaudar fondos para seguir adelante, creando nuevos modelos de atención y servicios acordes. Bertín y yo, ahora más que nunca, estamos al pie del cañón para seguir de la mano con las familias. Hemos puesto toda nuestra energía e ilusión".
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