La polémica no cesa para la que se convirtió, por méritos propios, en la pareja más mediática del año 2020: Enrique Ponce (48 años) y Ana Soria (22). Por más que ellos intenten vivir en su ático en Almería, apartados de los medios de comunicación y los platós de televisión, la noticia, pero, sobre todo, la controversia, los acompaña. Si hace unos días JALEOS se hacía eco de la decisión de la joven de declinar toda oferta con firmas de publicidad, porque su único deseo era y es terminar su carrera de Derecho y no vivir expuesta, ahora el escollo aparece precisamente en esa parcela de su vida: en la académica.
Hasta el momento, y después de rechazar la flamante pareja la idea de vivir en Madrid como se plantearon inicialmente, Ana y Enrique se instalaron en Almería capital. En un lujoso ático, en una de las mejores zonas de la ciudad. Cerca de la familia de la joven Soria y sitio del que Ponce está 'enamorado' desde hace tiempo. Por tanto, siguiendo con el tema académico, el expediente de la carrera universitaria de la joven se trasladó desde Granada -donde cursaba antes- a Almería, su tierra natal y nuevo lugar de residencia. Al menos, así se creyó en un principio y algunos medios llegaron a investigar cómo sería el plan de estudios de Soria, con la Covid-19 de por medio.
Nadie puso en tela de juicio que Ana estuviese estudiando Derecho. Este periódico pudo confirmarlo en su momento a través de un familiar de la joven. No obstante, las últimas informaciones que se han vertido en el programa de televisión Viva la vida lo han puesto en duda. A Ana Soria, según este espacio, se le denegó el traslado de expediente desde Granada. No aparece en el listado de alumnos, sostiene el programa. Dicho de otra manera, la joven no estaría estudiando en la actualidad, hasta que se resuelva el desaguisado. No solo eso: se apuntó en Telecinco que el propio Ponce ha intervenido y se ha puesto en contacto con un responsable de la facultad.
Una información que este medio ha podido matizar y confrontar con otra versión. De entrada, se desmiente de pleno que Enrique haya interferido en nada: "Es descabellado y de película". Según explica una fuente muy allegada a la familia, Ana Soria sí está a punto de retomar sus estudios desde la universidad de Almería. Que no aparezca su nombre en el listado 'oficial' de alumnos "no significa nada". Y continúan relatando: "Ana tendría que estar a punto de enfilar su último año, pero hasta donde sé arrastra asignaturas de atrás y se lo va a planificar a su manera", se desliza. Con todo, el traslado de expediente se efectuó, aunque es cierto que "tardó más tiempo de lo normal" en llevarse a cabo. Se desconocen los motivos, pero está todo en orden y por el cauce pertinente.
Como es lógico, desde la universidad se guarda total confidencialidad. A lo mejor ha sido en esa demora donde ha residido la confusión, pero en la actualidad la joven está pendiente de retomar sus estudios -comienzan las clases de Derecho el próximo 25 de enero-. El curso se ha visto, como no podía ser de otro modo, afectado por la pandemia. Tal y como se detalla, Ana solo acude de manera presencial al 25 por ciento de las clases, y el resto lo solventa de manera virtual.
De este modo, la agenda académica de Ana Soria, si bien cuenta con obligaciones, no está tan cargada de desplazamientos a la universidad y, por ende, dispone de más tiempo en casa. Tal y como se confía en estos momentos a este periódico, la joven está muy volcada en Ney, la mascota que comparte con Enrique Ponce. El hecho de contar con más tiempo libre fuera de la universidad, se explica, hace que disfrute de más tiempo con el diestro de Chiva, al que está dispuesta a acompañar en su reaparición taurina. En otro orden de cosas, este medio ha podido conocer el hartazgo de la pareja y, por extensión, el de la familia Soria, que ya no puede más con tanta especulación.
Solo desean que se los deje en paz. No solo andan molestos los Soria con los medios de comunicación, también con parte de la familia que, parece, se ha 'sublevado' de algún modo. Al menos, así se entiende intramuros tras dar otro paso al frente y salir de nuevo en los medios. En concreto, el pasado fin de semana el abuelo y otra familiar de Ana Soria daban su testimonio en Viva la vida. Su abuelo aseguraba, por un lado, que no tenía comunicación con su nieta, que debía haber cambiado de teléfono. La otra familiar también sostenía que no sabía nada de ella, que le habían pedido silencio tras su primera aparición en los medios el pasado verano. En efecto, este medio ha confirmado que la joven y su entorno más directo llamaron al orden a parte de la familia, solicitándoles que no volvieran a aparecer para apagar la expectación. Pues lo han vuelto a hacer. Se desliza que el enfado es un hecho. Tiempo al tiempo.
Ana, coherente en su decisión
Hace unos días, este medio se hacía eco de la decisión de Ana Soria no decir 'no' a todas las ofertas que tiempo atrás se le pusieron sobre la mesa. Hubo un tiempo en que valoró varias opciones, alentada por el propio Ponce, pero el paso de los meses la ha terminado por convencer. Ana ha dicho no y se mantiene coherente. "El interés que había antes en ella hoy no es el mismo. Ha descendido mucho, sobre todo porque ella no lo ha sabido trabajar", opinaba una persona experta en imagen. Incluso en su red social Instagram, donde cuenta con 127.000 seguidores, tampoco interactúa.
Ni siquiera se ha dejado llevar por las facilidades que se le brindarían en el mundo influencer. Ni etiqueta marcas ni promociona productos. Una persona de su entorno aclaró entonces: "Ella lo tiene muy claro y así lo está demostrando. Enrique le dejó claro que la apoyaría con la decisión que tomase, pero dijo que lo suyo no era eso, que ella desea estudiar y tener su independencia". Tan es así que en un principio la flamante pareja llegó a mirar casas en Madrid, como publicó este medio. Su intención era vivir en la capital, pero finalmente se decantaron por Almería. Se explicaba que a Enrique "no le importó en absoluto" ceder y ser él quien se trasladase al sur, dejando su residencia. Así, él se alejó del foco mediático y Ana "no se separó de su familia, a la que está muy unida". Los Soria "no lo han pasado nada bien" y dejaron atrás un 2020 duro para una familia tan discreta como esta.
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