El año 2021 ha traído una bocanada de aire fresco a la vida de Sara Carbonero (36 años). La periodista, que este verano abandonaba Oporto tras cinco años viviendo allí junto a su marido, Iker Casillas (39), y sus dos hijos, Martín (7) y Lucas (4), ha iniciado una nueva e ilusionante etapa laboral. Un proyecto que la devuelve a sus orígenes profesionales y que, aunque la mantiene dentro de los medios, la aparta del enorme cañón de visibilidad y exposición que, de manera natural, siempre implica la televisión.
Sara ha vuelto a la radio tras una propuesta en firme y una elección personal; un deseo que ella misma manifestó al aterrizar en Madrid tras su lustro luso. "Fue llegar aquí y sentir que me apetecía volver a estar en contacto con los medios de comunicación", comentaba el pasado mes de diciembre, aclarando que las ondas radiofónicas a ella le parecen "un sitio mágico".
La comunicadora manchega tiene una sección dos días a la semana en Radio Marca. Un bloque de media hora de duración que se llama Que siga el baile, nombre pensado para seguir, de alguna manera, el legado de aquel famoso blog con guiño a Alejandro Sanz (52) y Cuando nadie me ve, la canción que tanto significó para ella en un momento de su vida. "Siempre hay que seguir bailando", apuntaba hace poco al desvelar los detalles de su flamante sección junto a Vicente Ortega (70).
Pero hay un detalle de toda esta nueva aventura de Sara en el que muy pocas personas han caído. La periodista no sólo vuelve a sus raíces, sino que además comparte escenario con quien fuera el primer gran amor de su vida. Al menos, en el plano público. En el mismo edificio, en la misma planta, en el mismo espacio radiofónico, Carbonero convive con su expareja, el famoso periodista deportivo David Sánchez. 11 años atrás, en 2009, Sara daba sus primeros pasos como profesional de los medios de comunicación en la radio y lo hacía junto a David, de quien se enamoraba profundamente.
Su noviazgo fue público, sólido, duradero. Tan serio que incluso llegaron a compartir piso en Madrid. Su romance terminó poco antes de que ella encontrase el amor en los brazos de Iker Casillas, cuyo noviazgo se inició a escasos meses de que viajase con la Selección Española de Fútbol como periodista de Mediaset hasta Sudáfrica para traerse de vuelta la primera y única victoria de España en un mundial de fútbol.
JALEOS de EL ESPAÑOL ha contactado con fuentes próximas a la periodista para averiguar si Sara Carbonero y David Sánchez han coincidido y, hasta el momento, la respuesta es negativa. Algo que podría cambiar en cualquier momento ya que él es fichaje fijo de esa emisora desde hace tiempo y ella ahora también forma parte de las filas de colaboradores. "Él suele ir por las mañanas y la colaboración de ella se hace dos veces por semana por las tardes. Aún así, a él hace tiempo que no se le ve...", señala esta fuente.
No es la primera vez que Carbonero y Sánchez coinciden en un ámbito meramente laboral tras el quiebre de su historia de amor. En 2013, David Sánchez entró a formar parte del equipo de colaboradores de Tiki Taka, programa deportivo que se emitía entre las cadenas menores Cuatro y Energy. En aquel momento, Sara Carbonero era la presentadora de Deportes dentro de Informativos de Telecinco. Todo quedaba en la familia de Mediaset.
Las fuentes consultadas por este periódico no pueden confirmar que la expareja aún haya coincidido físicamente, pero sí que declaran que saben con antelación cuándo es el día que trabaja Sara por la presencia de la prensa en los aledaños de la emisora. "Cuando toca la colaboración de Sara hay un montón de paparazzi en la puerta del edificio", se desliza a este medio. El motivo no es otro que la supuesta crisis sentimental entre Carbonero y su marido, Iker Casillas.
A pesar de la constante discreción por parte de la pareja, ninguno ha podido evitar que hasta los programas de televisión especializados en corazón haya llegado por periodistas cercanos -e incluso alguno se ha llegado a autobautizar como amigo- que su matrimonio lleva tiempo pendiendo de un hilo. Para reforzar este argumento, se apunta a que el mejor portero del mundo se encuentra decorando un espectacular piso que se ha comprado él solo en la exclusiva calle Pintor Rosales de Madrid, valorado en unos tres millones de euros. La casa familiar, en cambio, está en la urbanización La Finca.
En agosto, Iker Casillas concedió unas declaraciones a Gustavo González (55) para la revista Semana en las que admitía lo siguiente: "No he estado con Sara todo lo que debería". Hasta el momento, ninguno ha hecho declaraciones en este sentido, su máxima sigue siendo el silencio. Ella acaba de iniciar su nueva etapa en la radio y él también sonríe en lo laboral: ha firmado para convertirse en director general de la Fundación Real Madrid, el equipo que le dio le gloria donde siempre manifestó querer pasar hasta el último de sus días.
[Más información: La preocupación de la madre de Sara Carbonero tras producirse un robo en su urbanización: los detalles]