Pocas veces hemos visto a Chenoa (45 años) hablar con tanta sinceridad sobre su vida privada como lo hizo en la noche de este martes 3 de febrero con Bertín Osborne (66) en el programa que este tiene en Canal Sur. La cantante se sentó frente a él y, meses después de haber tenido que aplazar su boda con Miguel Sánchez Encinas, no pudo contener las lágrimas al hablar de lo que ha supuesto la llegada a su vida del prestigioso médico con el que, cuando la pandemia lo permita, se casará.
De hecho, sentada en el sofá de El show de Bertín, bromeaba con el esfuerzo que va a tener que hacer por mantener su cuerpo hasta que pueda dar el 'sí, quiero': "Lo único que lamento es que he perdido peso para la boda y ahora voy a tener que mantenerme tres años". Una forma de resignarse una vez pasado el disgusto inicial de tener que retrasar todos sus planes (tenían fijada la fecha del enlace para el pasado 14 de junio, en Madrid).
Y del sentido del humor, pasó a la emoción más absoluta. Por primera vez, contó cómo conoció a Miguel. "Lo conocí en una cena de amigos. Nada más entrar, escuché la voz de él. Cuando pasó dije: 'No puede ser, qué guapo'. Se lo dije a mi amiga, se sentó a mi lado y fue todo muy natural, desde ahí", explicaba a Bertín, describiendo al prestigioso médico como una persona tranquila y reservada, pero con una conversación que le llena por completo. Al que le gusta esa rutina sencilla, como la suya, de leer libro o escuchar la radio. Un hombre al que ha podido conocer aún más a fondo durante el confinamiento y que, tal y como ella misma ha confesado en entrevistas anteriores, han provocado que se dé cuenta de que, efectivamente, es ideal para ella.
El amor de su vida
Desde la organización del programa le tenían preparado un vídeo con un recorrido por su vida. Cuando llegaban las imágenes de Sánchez Encinas, se rompía. No podía (ni quería) contener las lágrimas y dejaba sus sentimientos al descubierto. "Es que hasta llegar a una persona como él...", decía sin cortarse y antes de añadir: "Dice una amiga que cuando te pase algo bueno hay que decirlo muy alto y es justo que me haya tocado un ángel como Miguel".
Porque para ella, hay un antes y un después desde que se cruzó en su camino. "Me ha ayudado a sentirme muy a gusto conmigo misma, a ser más vulnerable y salir de ese papel duro que conoce la gente. Me ha ayudado a que me quiera, eso lo he encontrado en casa", explicaba, ya un poco más tranquila, con las lágrimas secas, pero con el brillo de quien habla desde el corazón. También ella le ha hecho de soporte durante todos estos meses en los que el coronavirus ha endurecido el trabajo del sector sanitario: "Ya es un año y se hace muy duro, cuando lo ves directamente en casa... Intento que no piense en casa, ver una serie o salir de paseo... Somos muy buenos compañeros, yo soy una tía muy tranquila en casa".
Y ya puestos a desvelar, contaba, incluso, cómo le pidió que se casara con ella: "Arrancamos yendo a Roma. Intenté estudiar Historia del Arte, pero al final no pude terminar la carrera y me llevó. Fuimos al Jardín de los Naranjos, que se ve toda la ciudad. Yo estaba cansada y no paraba de repetir: 'Quiero ir al hotel, que me quiero quitar los zapatos'. Él me decía: 'Venga, Laura'. Yo estaba en plan todo negativo y no me gustaba andar. Me dijo que me colocara para hacerme una foto. Cuando me di la vuelta, estaba allí con el anillo. Yo no quería ni subir ni ponerme para la foto. Tenía pelos de loca, iba con una camiseta horrible. Pero de repente fui muy feliz".
La mallorquina regresa al tono serio para hablar de los problemas que le han impedido, hasta la fecha, ser madre. Algo sobre lo que ya se había pronunciado en el pasado y sobre lo que quiso pronunciarse para quitarle el tono de dramatismo que puede tener en ocasiones. Ella, no lo ha vivido con un drama. Quizás, como apunta, por el carácter que tiene: "He tenido problemas de endometriosis. No es algo me que haya traumado. Soy una tía muy ubicada con el dolor y todo lo pongo en su sitio".
Un carácter que, por cierto, dejaba claro que le ha cambiado con el paso de los años y gracias a los programas de entretenimiento en los que ha participado como jurado o colaboradora en los últimos tiempos (entre ellos Tu cara me suena y Zapeando):" Antes era más defensiva. Me decían: 'Es que tienes carácter'… Y estos programas me han dejado enseñarme sin tanto miedo. A ser payasa, chispita, vulnerable.
Chenoa sigue creciendo. Más allá de la pequeña pantalla, también. Junto a una amiga ha creado una línea de camisetas (aunque les ha pillado Filomena por medio, con el consiguiente retraso que eso generó para muchos proyectos en los primeros días de este 2021) con un lema que demuestra que tiene encajado de sobra el momento más mediático de su vida. Yo en chándal no salgo más, es el lema que han impreso en las prendas (y que ya pronunció en el documental que reunió a todos los participantes de OT1 en 2016). Y que daba juego para que Osborne le preguntara por esa salida a la puerta de su casa recién conocido que David Bisbal (41) había roto con ella. "Cuando vi las imágenes me di pena hasta yo", decía entre risas.
Esas que, a lo largo de toda la charla con Bertín, se mezclaron con las lágrimas. Con las emociones. Con todos los relatos de una Chenoa que se abrió como nunca antes se había visto en televisión tocando su vida más íntima y personal.
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