El nombre de Miguel Bosé (64 años) sigue de plena actualidad en la prensa española desde hace un año y de forma ininterrumpida. Su guerra con Nacho Palau, sus problemas de salud y su negacionismo sobre la pandemia mundial han hecho que el cantante cope algunos de los titulares más polémicos de los últimos tiempos. Al mismo tiempo, su sobrino Nicolás Coronado (32), hijo de Paola Dominguín (60) y José Coronado (63), se ha ganado el cariño del público tras mostrarse tal y como es durante su excelente concurso en MasterChef Celebrity en la edición de 2020.
Este pasado otoño tuvo lugar el mediático y esperado juicio de Miguel Bosé con su expareja por la filiación de sus cuatro hijos, una batalla legal que incendiaba los juzgados mientras los fogones de Nicolás Coronado en TVE se mantenían vivos hasta la final del programa culinario. El joven se presentaba como uno de los favoritos a jugar el último duelo gracias a su destreza y su visión creativa, pero no pudo llegar al asalto final.
La cocina quizá fue un salto demasiado arriesgado para él, pero Nicolás presume de grandes habilidades para la pintura, la interpretación y el modelaje -se dedica profesionalmente a las tres-. Tal es su experiencia en esas disciplinas que apenas había celebrado su primer año de vida cuando su rostro dio la vuelta al mundo por primera vez de la mano de su tío Miguel Bosé. El artista lanzó al mercado su exitosa canción Los chicos no lloran y en su portada posaba junto a su pequeño sobrino, ambos acurrucados en la cama soñando plácidamente.
Nieto del reputado torero Luis Miguel Dominguín y la admirada Lucía Bosé, la herencia mediática de Nicolás iba a ser ineludible desde su nacimiento. Además de pertenecer a un clan repleto de historia en el mundo de la cultura, su padre, José Coronado, tampoco se quedaba atrás en cuanto a interés público.
Son, precisamente, su padre y su famoso tío algunos de los referentes más sólidos que tiene Nicolás en su carrera. Coronado y Bosé tuvieron un recorrido bastante paralelo en su época juvenil así como unos inicios de éxito ligados a su gran atractivo físico. Años después, solo con ver imágenes de Nicolás en la actualidad resulta imposible negar que la sangre y la herencia de ambos corren por sus venas.
El parecido físico del joven con su tío Miguel es más que sobresaliente. Recuperar instantáneas de finales de la década de los 70 del cantante de Amante Bandido es atestiguar las rotundas similitudes que tiene con el aspecto actual de su sobrino.
Su rostro afilado, sus ojos pequeños y rasgados, su sonrisa alargada e incluso el cambio de peinado a lo largo del tiempo son detalles que se comparten en la anatomía de tío y sobrino. También ambos se decantan por la barba de pocos días o totalmente afeitadas para sus sesiones de fotos y posan de manera muy similar cuando tienen una cámara delante.
¿Casualidad o inspiración? Como familiar, Nicolás es más que consciente de la belleza que comparte con su tío más mediático y seguro habrá consultado álbumes de fotos que tenga en casa así como recortes de periódicos y revistas en las que aparece Miguel y no habrá podido evitar encontrar algo de inspiración en ellas, como tantos otros fans que miran con brillo en los ojos a su ídolo. Sin embargo, las poses sensuales, su perfil repleto de elegancia y la percha de galán también las adquirió de la conjunción perfecta de sus genes, los de Paola Dominguín y José Coronado.
Debido a su innato gusto para desenvolverse ante la cámara, Nicolás ha seguido los pasos de sus padres y se dedica al mundo de las Artes y la Cultura. Actualmente se encuentra en Bulgaria rodando una película que promete revolucionar el mercado próximamente. También ha participado en series como No soy como tú y protagonizó Tierra de Lobos. Ha hecho papeles secundarios en Cuéntame cómo pasó, en Águila Roja o en Servir y proteger.
Discreto y místico
Nicolás es poco dado a hablar de su vida privada. Es de esos personajes que pone una línea infranqueable entre el actor y la persona. Pocos datos se conocen de cómo es Nicolás fuera de los focos. JALEOS contrastó algunos detalles de su día a día. El actor es alguien "de gustos sencillos, muy sereno. Le gusta vivir sin ruido, apartado de todo", desliza quien bien lo conoce. Nicolás vive alejado, en la más literalidad de la palabra, pues vive en el campo, a las afueras de Madrid.
Allí desarrolla su parte mística y de introspección. Le gusta hacer yoga y meditación, y es un ferviente animalista. De hecho, convive con gallinas, perros y unas cuentas cabras, como también recuerda Vanity Fair. Entre sus proyectos más ilusionantes, está fundar su protectora de animales.
Además, vivir en el campo también le permite, por otro lado, disfrutar de uno de sus pasatiempos preferidos: la pintura. Cabe recordar en este punto que en 2016 llevó a cabo su propia exposición de cuadros. Hombre polifacético y amante del arte en todas sus variantes, Nicolás anhela poder vivir de la pintura. En su casa de campo es habitual encontrarse con esbozos y lienzos a medio camino.
[Más información: Nicolás Coronado, el sobrino 'bohemio' de Miguel Bosé: su vida entre gallinas y sus discretas relaciones]