"Siguen siendo familia. En eso no ha cambiado nada, hacen videollamadas, se ven cuando toca y se hablan diariamente", asegura a JALEOS una persona cercana al entorno del todavía matrimonio formado por Bertín Osborne (66 años) y Fabiola Martínez (48), a falta de pulverizarlo con la firma del divorcio. Este 17 de febrero de 2021 se cumple un mes desde que se hiciera pública la noticia de su separación a través de un comunicado firmado por el propio cantante. En aquel escrito profetizaba cómo iban a desarrollarse los hechos: en la más profunda cordialidad y con todo el afecto del mundo.
No había terceras personas, pero sí un desgaste hondo en la convivencia. Osborne hacía autocrítica en aquel post: "Yo confieso que soy complicado en el día a día y asumo toda la responsabilidad en los motivos que han dado lugar a esta decisión". Para cuando esto se hizo público, ambos ya llevaban tiempo sin pernoctar en la misma casa. Fabiola se quedó en la conyugal, en Madrid, y Bertín se instaló en la finca de Sevilla. Fue a mediados del mes de noviembre de 2020 cuando Bertín y Fabiola se sentaron a charlar. La cosa no iba bien entre ellos, demasiada fricción, mucha discusión que no hizo más que erosionar los cimientos de su relación.
Ahora, un mes después, sus vidas siguen, aunque muy diferentes. Él, feliz en su campo sevillano; ella, ídem en la ciudad. Como ambos siempre han querido. Este periódico se ha puesto en contacto con una fuente que los conoce a la perfección a los dos, de tantos años como dura su amistad. Explica que, por un lado, Bertín está disfrutando como nunca del campo y los caballos: "Siempre fue un hombre de campo. En Sevilla Bertín está en su hábitat natural. No para, no solo con sus hobbies y el mantenimiento de la casa, que le gusta supervisarlo, sino con su programa de Canal Sur y sus intervenciones en espacios". Osborne está muy solicitado.
Porque él, ahí donde se lo ve fuerte, "tiene sus momentos". Es normal, se hace ver, "son demasiados años y a veces extraña momentos y situaciones". Aunque esta persona vuelve a insistir en el mismo punto que la anterior conversación de hace un tiempo: "Ellos ya no son pareja, pero siguen siendo familia. Bertín viaja con frecuencia a Madrid por trabajo y hace nada se fue el padre de Fabiola a Sevilla, al campo, a pasar unos días". En Sevilla, Bertín tiene "buenos amigos" que lo arropan y acompañan. Por su parte, Fabiola va recomponiéndose en Madrid, en la urbanización La Florida. Allí se instalaron de alquiler hace unos años, y ahora es la casa de Fabiola y los hijos.
Hace unas semanas este medio se hizo eco de la intención de Fabiola de mudarse de casa. Cabe recordar que el propietario de la casa donde viven de alquiler la puso a la venta por 3,5 millones de euros, hace cerca de dos años. En este tiempo, Bertín y Fabiola se dedicaron a buscar otro hogar. Este medio conoció que esa nueva casa ya la encontró Fabiolal, y la mudanza estaba a punto de producirse. No obstante, "se ha paralizado" hasta nueva orden. Fabiola habría llegado a un acuerdo con su 'casero', y seguirá viviendo en La Florida al menos unos cuantos meses más. En lo que respecta a sus planes, "Fabiola está viviendo un buen momento". De alguna manera, "ha salido de su zona de confort".
Además de estar volcada en el cuidado de Kike y en la Fundación Bertín Osborne, de la que sigue siendo presidenta, "está haciendo cosas que la ilusionan, como participar en programas que le apetecen -ha estado en El Cazador, de TVE- o volver a la universidad". Martínez, que recientemente se ha desprendido del apellido Osborne en sus redes sociales, está estudiando en un MBA Administración y Dirección de empresas, así como un máster en Coaching, Inteligencia Emocional y Neurolingüística, tal y como informa Semana. Desliza la fuente consultada que Fabiola está "demostrando su independencia a todos los niveles". Es una mujer autosuficiente, "que jamás ha necesitado el apoyo de un hombre o su apellido para nada".
Separación de bienes "absoluta"
Separación de bienes. Este es el acuerdo al que han llegado ambos durante un divorcio que, se asegura a este medio sin titubeo, será "limpio", sin ninguna fisura. Entre otras cosas, porque ambos ya se han encargado de hacer público que la suya fue una unión con "absoluta" separación de bienes. "Antes de casarme, cuando le pedí matrimonio, me contestó poniéndome una condición: "quiero separación de bienes". Me lo exigió ella. Yo, la verdad, es que no se lo hubiera pedido, pero fue ella la que me lo puso como condición. Ahora, en nuestra separación, Fabiola me ha dicho: "Yo no quiero nada. Soy mayorcita, tengo trabajo, me sé buscar la vida y no quiero nada. Tú, ocúpate de tus hijos. Nada más", posteó Bertín en sus redes.
Y añadía, deshaciéndose en elogios hacia la madre de sus hijos: "Además, me quiero cambiar a una casa más pequeña en Madrid y también te costará menos". (Esto es porque son alquiladas, recuerdas?) Esa es Fabiola. La mujer más integra, independiente y brillante, que he conocido. No voy a encontrar a nadie igual. No voy a buscar más. Me corto la coleta como los toreros y me dedicaré a mi trabajo, a mis hijos, a mis amigos y a mis animales y deporte. ¿Lo demás? ¿Para qué?". En esa misma línea se ha expresado Fabiola, aunque puede que con un tono un tanto más duro, fruto del agotamiento.
"Yo me había propuesto no entrar a hablar más con respecto a la separación, pero estoy leyendo cosas que, primero no son justas y, segundo, hacen mucho daño", empezaba diciendo Fabiola Martínez en el vídeo que ha subido a modo de comunicado. Tras abordar la cuestión de la separación de bienes, Martínez explicó que sí tendrán que pactar por sus hijos: "Otra cosa es la situación de los niños porque ambos, por ley, tenemos obligación de asumir las responsabilidades de su manutención y eso es una de las cosas de las que Bertín y yo tenemos que hablar". Ya lo han hecho y ambos están totalmente de acuerdo en lo más capital de todo: en el bienestar de sus hijos.
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