Durante la última semana, los titulares que hablaban de la preocupación por el estado de salud de Mila Ximénez (68 años) se han sucedido. JALEOS, incluso, se ponía en contacto con su círculo cercano para interesarse por cómo se encontraba la colaboradora de Sálvame. Si bien se deslizaba a este periódico que se encontraba "floja", también se advertía que seguía firme en su lucha. Y que, antes o después, volvería.
De momento, no ha regresado a televisión, pero sí a las redes sociales. En medio de esa alerta que se había generado tras semanas de ausencia en el plató de su programa y de no dar señales en su cuenta de Instagram, ha sido en esta última plataforma donde ha lanzado un mensaje en el mediodía de este viernes, 19 de febrero.
Lo ha hecho con una imagen como post fijo en la que se puede leer: "La misma de siempre, aunque ya no la de antes". Unas palabras con las que subraya que la esencia sigue siendo la misma, aunque la enfermedad le está dejando secuelas que van a impedir que se vea a la Mila a la que la audiencia de Telecinco está acostumbrada. Cuando este medio preguntó por su salud hace unas horas, su entorno cerró filas, aunque tranquilizó.
Ximénez "sigue en la lucha como la campeona que es". En el camino, como ya Ximénez anunció, hay baches y escollos, pero se van superando. El motivo por el que no acude a su puesto de trabajo se debe a que "está muy floja" por el tratamiento que está recibiendo. El ciclo es más intenso de lo normal y la deja muy débil. Mila continúa con su tratamiento con total normalidad y todo está en su sitio: "La verdad es que estas alarmas que sueltan por ahí no favorecen ni ayudan". Al lado de la periodista, día y noche, su hija Alba y sus hermanos.
Anuncio y lucha
Mila anunció que le habían diagnosticado un cáncer de pulmón a mediados del pasado mes de julio. Lo hacía con una llamada a su programa, explicando que, durante unas semanas, se iba a retirar para concienciarse del largo camino que tenía por delante y comenzar con el tratamiento. "Estoy jodida, asustada y tengo ganas de contarlo. Tenía muchos dolores en el programa de La última cena", comenzaba, con el plató enmudecido.
Y explicaba cómo comenzó todo: "Me dolía mucho la espalda, fui al Deluxe y me tuve que poner una inyección. El lunes me dijeron que tengo un tumor, un cáncer de pulmón, ese es el diagnóstico. Tengo un cáncer. Me lo van a tratar, vamos a hacer quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia. Me lo estoy tratando en la Clínica La Luz". A finales de agosto, reaparecía en Sábado Deluxe para detallar cómo había sido esa primera parte de su cara a cara con la enfermedad. También para agradecer a sus compañeros el cariño y lo pendientes que han estado de ella en todo momento. El mismo que ha puesto en valor en las redes sociales desde el principio.
Un par de meses más tarde, en el mismo escenario, Ximénez explicaba que tenía metástasis en el hígado "y en más partes", aunque advertía que iban a intentar dormirlo. "Me han explicado que cuando un cáncer está localizado se le dispara y punto, pero a este no se le puede disparar", contaba en su día, lanzando a la vez un mensaje de esperanza: "He pasado de baches emocionales mucho más jodidos que esto, y esto me va a servir para algo".
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