Le muerte de Enrique San Francisco este 1 de marzo, a los 65 años, ha dejado destrozados a sus seres más queridos. A sus familiares, por supuesto. Y a muchos amigos que se han apresurado a mandar sus mensajes de pésame o a mostrar su dolor en las redes sociales. Entre todas esas personas cercanas al actor a las que su pérdida ha devastado, está Rosario Flores (57 años). La artista fue su pareja durante cuatro años.
Rosario se encuentra "muy afectada". Son las palabras que se deslizan a JALEOS desde su entorno. Desde el mismo, se advierte que la cantante no va a realizar declaraciones. A menos, por el momento. Quiere tener tiempo y espacio para poder llorar la muerte de quien en su día fue el hombre de su vida. Para pasar el duelo por una de las personas más importantes de su biografía.
Enrique contó en su día, en Mi casa es la tuya, que su historia con Rosario tuvo dos fases muy marcadas. "Los primeros dos años, fueron maravillosos", explicaba. Los otros dos coincidieron con esa etapa en la que cayó en las garras de las adicciones, en una espiral de excesos que llevó a que la historia se precipitara hacia un final inevitable. "Un día le dije que tenía que dejarme, que yo ya no era un hombre, era una piltrafa", detallaba en esa entrevista.
Pero fue un tiempo del que ambos guardan muy buenos recuerdos. "Nos presentamos junto al carné de conducir y por poco nos matamos. Ella suspendió y yo aprobé", contaba divertido Quique a Bertín Osborne (66) en la mencionada charla en el programa de Telecinco, emitida en enero de 2018. Una de las muchas anécdotas que, seguramente, hoy se agolpen en el recuerdo de Rosario Flores.
Fue con el mismo interlocutor delante, tan solo un par de meses más tarde, donde ella también se deshizo en elogios hacia Enrique. "Nos quisimos mucho, ha sido uno de los hombres que mejor me ha tratado, me formó como mujer", le contaba a Bertín, a quien le confesa cómo Antonio Flores retaba a San Francisco cuando se fijó en ella: "Mi hermano le decía que no me iba a gustar, pero me cortejó y, al final, me enamoró".
Un amor que no pudo ser. Que se tornó en historia imposible. Un silencio hoy de Rosario que explica cómo fue la relación y cómo, a pesar de que el destino les tenía preparados caminos separados, nunca dejaron de quererse. De admirarse.
Lolita, en representación familiar
A última hora de la tarde, quien aparecía por el tanatorio donde se encontraban los restos mortales del artista, era Lolita Flores (62). "Muy mal, no nos lo esperábamos", eran sus palabras a la prensa a su llegada. Allí mismo, además, excusaba la ausencia de Rosario: "Mi hermana está fuera, vengo yo en representación de toda la familia". Apenas un puñado de palabras en medio de un dolor que ni la mascarilla era capaz de ocultar del todo.
Horas antes, la propia Lolita se había despedido en las redes sociales de quien para los Flores era como un hermano. Junto a una foto en la que aparecía con Quique, la cantante escribía: "Tantas veces, tantas charlas, tantas risas hermano. Sí, porque eras un hermano adoptivo de cariño, de complicidad, de enseñanza. Un genio para vivir y beberse la vida. Un genio para pisar el escenario, como si llevaras dos columnas en los zapatos. Cuando lo pisabas, era tuyo. Y, de ahí, no había Sansón que te moviera.
"Un genio de cariño hacia los míos. Y mi hermano, 26 años esperándote. Ya te has ido, pero no del todo. Nos dejas tu esencia, tus ganas siempre de reír y quitarle hierro a lo más amargo y triste. Te voy a echar de menos. Mucho. Da abrazos en ese cielo tuyo, de mi parte, a todos los que te esperan. Aquí, en la tierra, lo de besar y abrazar esta jodido. Allí, lo tienes más fácil. Te quiero Enrique. Se te quiere y se te admira, mi familia entera, que es la tuya", terminaba esa publicación Lolita.
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