Hace más de año y medio, Telma Ortiz (47 años), la hermana pequeña de la reina Letizia (48) hacía las maletas. Se mudaba de Barcelona, donde se había asentado en 2008, a Madrid. La razón no era otra que poder estar al lado de Robert Gavin Bonnar (54), su pareja desde verano de 2019. Desde su empresa, ESERP Business School, le buscaron acomodo y le ofrecieron tareas que se adecuaran a esa nueva vida que iba a emprender.
El pasado septiembre, Telma tomaba la decisión de hacer un paréntesis en sus obligaciones laborales. Fue en Vanitatis donde el director general de la escuela, José Daniel Barquero, explicaba que "por motivos personales, Telma nos comunicó que dejaba la escuela por un tiempo", tras ocho años formando parte de su plantilla. Lo que no ha dejado de lado han sido las colaboraciones con distintas ONG. Dos o tres, a las que el propio Barquero no quiso poner nombre, porque no es algo que a ella le guste que se airee.
Telma disfruta de una vida mucho más relajada. Lo hace al lado de su hija, Amanda (13), y de su pareja. Junto a ellos se le pudo ver paseando por las inmediaciones de chalé, situado en la urbanización de lujo de El Soto de La Moraleja, a las afueras de la capital. Fue en el aniversario de la muerte de su hermana, Erika Ortiz. Con gesto serio y agarrada durante buena parte de ese recorrido del brazo de la menor, recibió el cariño de algunos de los transeúntes que se encontraron por el camino.
Para Telma, ellos dos son los pilares básicos de su día a día. Así que, ataviados todos con ropa deportiva, y sin olvidar esa mascarilla de obligado uso desde hace meses como consecuencia de la pandemia, salieron a despejarse en un día en el que los titulares azotaron, un año más, los recuerdos de Telma en su memoria.
Su historia de amor
La relación de Telma y Robert se conoció en agosto de 2019. Fue la revista ¡HOLA! la que mostró las imágenes del beso que confirmaba una relación sobre la que se sospechaba desde semanas antes, cuando su presencia, juntos, en un concierto de Carla Bruni (53) el Festival de Pedralbes, encendió los rumores. Meses más tarde, hacían su primera aparición pública, en los Premios Princesa de Asturias, en Oviedo.
Para quienes resulte desconocido el nombre de Robert Gavin Bonnar, se dedica a los mundos de la abogacía y el empresarial (es CEO de RGB Corporate, tal y como figura en su perfil de Linkedin) y hace viajes continuos a Londres, Dublín, Barcelona y Ciudad del Cabo. Unas labores, las de uno y otro campo, ligadas siempre al mundo de la música.
La pareja se conoció en Andorra, donde Amanda recibía un curso de esquí cada fin de semana. Fue en ese ambiente donde surgió el flechazo entre Telma y Robert que, durante 18 años, fue marido de Sharon Corr (50), violinista de la banda irlandesa The Corrs (hay quien asegura que esta se enteró de que su matrimonio zozobraba al ver en la prensa unas imágenes de su marido saliendo de casa de su amiga Telma). Con esta fue padre por partida doble: la primera de las veces, en 2006, con el nacimiento de Cathal Robert Gerard; la segunda, un año más tarde, con la llegada de Flori Jean Elizabeth.
Ese es el pasado amoroso de él. Al de ella hay que asociarle dos nombres masculinos. El primero, el de Enrique Martín Llop, abogado y padre de su hija y con mantuvo un romance entre 2005 y 2010. El segundo, Jaime del Burgo (50), con quien se casó en 2012, tan solo dos meses después de comenzar su noviazgo. Cuatro años más tarde, la distancia provocada por sus trabajos provocó que se separaran.
Hoy, Telma y Robert Gavin han formado un núcleo familiar sólido. Porque no solo Amanda comparte tiempo con ellos. Los hijos de este hombre ligado a la industria de la música, pasan el tiempo que le corresponde a él de la custodia compartida en ese chalé del que se informó en su día vale algo más del millón de euros.
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