Este miércoles Tamara Falcó (39 años) ha desvelado a través de sus redes sociales quién es el prestigioso dermatólogo que cuida de su piel, y el responsable de que la hija de Isabel Preysler (70) luzca una tez tersa y perfecta, donde la arruga no tiene cabida. Este profesional no es otro que el doctor Ricardo Ruiz Rodríguez (58), dermatólogo y fundador de la Clínica Dermatológica Internacional de Madrid. El primer hospital en España especializado en la piel. Esta clínica ha sido elegida por cuarto año consecutivo como "la mejor clínica dermatológica monográfica de España", según el Monitor de Reputación Sanitaria.
La Clínica Dermatológica Internacional es el primer centro español donde se realiza conjuntamente dermatología clínica, quirúrgica, oncológica, pediátrica y reparadora, contando con quirófanos específicos para tratamiento de cáncer de piel y trasplante capilar. En sus instalaciones hay espacio para todos los avances tecnológicos, así como lo último en tratamiento de dermatología clínico-quirúrgica, oncológica y estética. El lema que aparece pintado en las paredes de la clínica es "que nadie salga de nuestra clínica sin sentirse mejor o un poco más feliz".
Ricardo Ruiz puede presumir, además, de contar con los mejores profesionales en su clínica. Un equipo que se caracteriza por la formación dermatológica continuada, con realización de múltiples sesiones clínicas y anatomopatológicas, publicaciones en las más prestigiosas revistas científicas y participación constante en congresos nacionales e internacionales.
Ricardo Ruiz es doctor en Medicina, dermatólogo oncológico y estético formado en la Universidad Complutense, en la Clínica Mayo, así como en la Universidad de California. En 1987 recibió el Premio Extraordinario de Licenciatura. En 1992 consiguió el insigne doctorado en Medicina y Cirugía con la calificación de Cum Laude. Ruiz también es autor de seis libros, entre ellos Antiaging, Fernando se hace amigo del sol, Fernando va al hospital, No te arrugues y El libro del Botox. Además, ha participado en nueve libros sobre dermatología y es ponente habitual en la Academia Americana de Dermatología.
Lo cierto es que su currículo no deja indiferente a nadie. Innovador y emprendedor, fundó en 2006 la primera Clínica Dermatológica Internacional. Además, dirigió la Unidad de Dermatología de la Clínica Ruber desde 1994 hasta 2018 después de ejercer como Médico Interno Residente en Dermatología en el Hospital Universitario 12 de Octubre. Así hablaba en 2018 en Fuera de serie de su extensa carrera: "Con los años, y van 25, me he equivocado tantas veces que al final uno sabe lo que quiere". Contaba en aquella entrevista que cuando comunicó en casa que quería ser dermatólogo, sus padres se llevaron un disgusto: no había antecedentes de médicos en la familia, pero su vocación era clara y férrea. Estudió Medicina y se dio cuenta de que le gustaban todas las especialidades, tal era su ansia por aprender. Pronto encontró su verdadera pasión en la Dermatología.
"Es verdad que no tiene mucho glamour en el sentido de que parece que no estás salvando vidas, pero es muy interesante porque tienes parte médica viendo pacientes; parte quirúrgica; tecnología con láseres o ultrasonidos; investigación, anatomía patológica, tienes que saber de dermatopatología, hacer biopsias...", aseguró. Recientemente, cuando se decretó en España el estado de alarma, en marzo de 2020, su clínica también se vio afectada y tuvo que echar el cierre temporalmente. Pese al revés, este doctor no se arredró y vio una nueva oportunidad que explorar.
Así pues, puso en marcha un servicio de Teledermatología gratuita. Con él pudo hacer un seguimiento de sus pacientes a nivel virtual porque, como explicó a Yo Dona: "Nuestra especialidad permite realizar consultas a través de una imagen con una buena resolución, y los datos adecuados, de la lesión de la piel en cuestión. Los estudios demuestran que la seguridad en el diagnóstico es cercana al 90 por ciento respecto a una consulta física".
Sea como fuere, Ricardo Ruiz es un hombre hecho a sí mismo, que puede aseverar que ha conseguido su gran sueño al levantar este primer Hospital de la Piel en España, el culmen de sus objetivos vitales. Así hablaba hace un tiempo de esta meta alcanzada: "Mi sueño siempre ha sido crear un Hospital de la Piel en el que poder ofrecer al paciente un abordaje integral desde el punto de vista médico, estético y oncológico. Que en un mismo entorno podamos extirpar un cáncer y analizarlo y formular una crema cosmética personalizada. Que podamos ver a gente con psoriasis, con acné, con alteraciones propias de la quimioterapia pero que también hagamos láseres o infiltraciones. Y este era el momento porque trabajo con gente tan brillante en cada campo, que merecía la pena hacer el esfuerzo y juntarnos todos".
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