Cuatro años son los que José Fernando (27 años) lleva ingresado en el centro de atención integral a la salud mental San Juan de Dios, en la localidad madrileña de Ciempozuelos. Hasta allí se desplazaban habitualmente tanto su hermana Gloria Camila (25) como su novia y madre de su única hija, Michu, pero con la llegada de la pandemia las restricciones se impusieron con dureza en la citada institución psiquiátrica y las visitas han tenido que ser mucho más puntuales.
Tan estricto era el protocolo hasta ahora que la familia tenía que decidir previamente qué persona sería la que accediera al centro. El último que pudo visitar a José Fernando fue, precisamente, su padre, José Ortega Cano (67), las pasadas Navidades. Pero justo después, con la tercera ola Covid, el lugar endureció sus permisos hasta el punto de prohibir todas las visitas. Hace apenas unos días que han retomado la actividad más laxa y los familiares han podido reencontarse con los pacientes, entre ellos, el hijo de La más grande.
José Fernando ha recibido la visita de su progenitor y su hermana, según recoge ¡HOLA! este jueves, tras más de tres meses sin verlos. Esta reunión familiar sucede en un momento clave para el clan, ya que el desgarrador testimonio vital de Rocío Carrasco (43) en su docuserie Rocío, contar la verdad para seguir viva está azotando a gran parte de los Mohedano.
Pero el joven también tiene sus propias polémicas. Hace solo unas semanas se conocía que José Fernando deberá enfrentarse a un nuevo juicio por unos hechos sucedidos en el año 2017, cuando quebrantó la orden de alejamiento de Michu. Por este motivo, José Fernando tiene una cita para declarar ante el juez de lo penal de Jerez de la Frontera el próximo 19 de abril.
Rocío 'calla' sobre sus hermanos
Rocío Carrasco apenas ha rozado el tema de la adopción de sus hermanos en su docuserie. Solo una frase en las más de ocho horas emitidas ya en Telecinco. Sobre la llegada de Gloria Camila y José Fernando declara: "Mi madre tenía la etapa cubierta de maternidad, pero José, no. Y ella estaba feliz por él. Yo estaba encantada con la llegada de los niños. Mi madre y José por la edad no podían adoptar si no tenían alguien que les respaldara, para que los niños no quedasen desatendidos, y esa persona era yo, y la que firma soy yo".
Pero, de momento, no se ha adentrado más en el asunto. No ha hecho ninguna referencia más sobre ellos. Aunque, todo hace indicar que abordará, en algún episodio futuro, su relación con sus hermanos menores, cuya unión y vínculo se rompió hace un tiempo y ya nada volvió a ser lo mismo. De hecho, en algunas ocasiones Gloria ha 'denunciado' públicamente la nula y fría relación que tanto ella como su hermano libran con Carrasco. Pero, ¿qué tendrá que contar Rocío en su documental? ¿En qué punto se rompió, según ella, esa relación? ¿Qué calla de sus hermanos? Mientras estas preguntas las resuelve Carrasco, a la prensa solo le queda la hemeroteca.
En 2011, después de que José Ortega Cano sufriera aquel trágico accidente de coche, Rocío Carrasco hizo una promesa ante los medios: "No les faltará de nada y estarán bien atendidos". Extremo que su propia hermana se encargó de desmentir. "¿Qué hermana? ¿Con la que llevo tres años sin hablar?", espetó el día de su cumpleaños, abriendo públicamente una brecha insalvable. Los periodistas bien informados fechan el arranque de sus tiranteces tras la muerte de Rocío Jurado en 2006. Todos los miembros convinieron en respetar las últimas voluntades, pero fue inevitable poner el acento en la falta de equidad en el reparto: Rocío era nombrada heredera universal y, de acuerdo con los tiempos, se distanció de su familia.
También de sus hermanos. A ellos, Jurado 'solo' les dejó la legítima. Se pensó que los pequeños ya disfrutarían, además, de la herencia futura de su padre, Ortega Cano. La herencia los distanció aún más, si bien su relación fraternal nunca fue del todo fluida. Hay quien apunta a la diferencia de edad, pese a que los hermanos estaban bajo la tutela de Rocío. En este punto, cabe puntualizar que la legítima se obtuvo de la venta del chalé que la cantante poseía en La Moraleja. Esta casa se vendió por tres millones de euros. Uno para cada hijo. Pero no se cubría la totalidad, en detrimento de Gloria y José Fernando. El abismo entre los hermanos se hacía cada vez más grande.
[Más información: Rocío Carrasco y sus hermanos 'olvidados', Gloria Camila y José Fernando: qué calla de ellos y qué contará]
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