Julia Janeiro ha vivido una absoluta revolución en apenas unas horas. Este pasado domingo, 18 de abril, alcanzó la mayoría de edad. Ella misma fue la primera en felicitarse con un Story en Instagram justo a las doce de la noche en el que mostraba una foto de su infancia acompañado de un emoji de una tarta con velas. Minutos después, ya de madrugada, los medios comenzaban a publicar las instantáneas de archivo que durante 18 años han permanecido pixeladas de cara a la audiencia y por fin pudieron mostrar su rostro. Y en ese mismo momento comenzó el ascenso meteórico de la joven en las redes.
La hija de Jesulín de Ubrique (47) y María José Campanario (41) ha sumado casi 100.000 seguidores en 24 horas. Una cifra de récord -y que sigue añadiendo followers cada hora- que le va a ser muy útil para labrarse un futuro en las plataformas virtuales donde la moda y el maquillaje -sus grandes pasiones- tienen un lugar muy destacado.
Para lograr este ascenso estratosférico de fans en su perfil de Instagram cabe resaltar que Julia ha vuelto a recurrir a la estrategia de cerrar y abrir su cuenta para asegurarse que va a seguir ganando usuarios. Pero, sea cual sea su método, el interés sobre ella es innegable en estos momentos. Esta expectación no solo se debe a ser hija de quien es, sino a la llamativa personalidad que ha demostrado en las redes sociales.
Sus fotografías actuales compartidas públicamente demuestran su clara obsesión por las tendencias estilísticas y cosméticas: presume de un manejo espectacular del contouring, de los delineadores de cejas y labios, del uso de pestañas postizas, del diseño de uñas... Y no es de extrañar, ya que ha estudiado varios cursos sobre estética y maquillaje, que pone en práctica en su propio rostro. Esta habilidad unida a su imparable subida en el número de seguidores pueden asegurarle un hueco en el difícil mundo de los influencers.
Gracias a los más de 140.000 followers que acumula tras alcanzar la mayoría de edad, Julia podría colaborar con marcas que podrían llegar a pagarle entre 500 y 750 euros, mínimo, por publicación en su perfil de Instagram. Así lo certifica Miriam Fernández, experta en Marketing Digital y Micro/Macroinfluencers, quien también puntualiza que debido a la condición de fama que ostenta desde su nacimiento, en realidad podría exigir contratos mucho más valiosos en cuanto a ingresos monetarios.
Julia ha demostrado gran interés por enseñar al mundo lo bien que controla las técnicas del make up junto a la configuración de looks deportivos con esencia propia. Estos son, en voz de la experta, puntos muy positivos en su 'carta de presentación' hacia las empresas que quieran contactar con ella para promocionar sus productos: "Las marcas juveniles de cosméticos van a ver en ella una gran captadora de su nicho de mercado, por lo que pronto podría tener noticas de estas marcas masivas de maquillaje; también las marcas de moda low cost de estilo deportivo que ella tanto luce serían una gran opción; y las marcas de calzados deportivos, son siempre algo más exigentes, pero con este tipo de sector podría acordar descuentos o darle la opción de que realice sorteos con ellos", desliza Fernández.
La ascendente fama en redes de Julia ha superado a la de cualquiera de sus homólogas, como la hija de Terelu Campos (55) o la de Isabel Pantoja (64). "Ha sabido diferenciarse de 'las hijas de' con personalidad, pues su perfil no tiene nada que ver con el de Alejandra Rubio (21) o Isa Pantoja (25). Julia sabe lo que está de moda, sabe crear imágenes aspiracionales, que es lo que triunfa en Instagram. En ese sentido se parece más al perfil por el que se rige Anita Matamoros (20), quien también se está formando en moda".
'Borra' su pasado
El pasado sábado por la tarde, solo horas antes de su cumpleaños, Julia tomó una llamativa decisión: borrar dos sus apartados de Stories destacados de Instagram. ¿Qué se podía ver en ellos? El primero recogía varias fotografías de su gran colección de zapatillas deportivas de firmas muy conocidas; y el otro contenido eliminado hacía referencia a las películas y series que ha visto y que recomienda.
Este movimiento no tendría mayor intención que la de limpiar su perfil y dejarlo impecable para lo que iba a suceder horas después en su vida. Y no se equivocaba. Pese a que Julia ha tenido que celebrar su 18 cumpleaños a centenares de kilómetros de sus padres -pues ella reside en Madrid con su novio, Brayan Mejía, y Jesulín y María José están en Andalucía-, ha recibido el cariño de miles de usuarios que, como si de un tsunami se tratara, han querido seguir en masa a la joven para conocerla cada día más.
[Más información: Las cuatro obsesiones de Julia Janeiro que definen su estilo]