El gran momento de Naty Abascal: recibe la vacuna contra la Covid y triunfa con su nuevo libro

Naty Abascal (78 años) tiene mucho que celebrar. Natividad Abascal Romero-Toro, conocida a ojos del mundo sencillamente como Naty, musa de grandes diseñadores, modelo internacional y estilista de profesión; una de las figuras más destacables de la historia de la moda en España, ya ha recibido la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus y está a la espera de la segunda, según ha podido confirmar JALEOS en exclusiva.

A través de fuentes cercanas a la aristócrata, este periódico puede aseverar que Naty Abascal está "feliz" por haber recibido el vial que la acerca a la inmunidad total y la libra de esta epidemia, que ya se ha cobrado más de 77.000 vidas tan sólo en nuestro país. Un virus que, afortunadamente, ella ha esquivado -nunca pasó la Covid- y al que le ha plantado cara no sólo gracias a la ciencia sino a su responsabilidad personal.

Naty Abascal con chaqueta de Mango y bolso de Balmain.

Y es que a pesar de que Naty es una mujer de mundo -un día puede estar en Milán y al siguiente en Gstaad, pasando antes por Saint-Tropez- ahora mismo reside en Madrid y, por precaución y conciencia social, evita moverse de la capital, excepto cuando lo exige su trabajo.

La madre del duque de Feria vive en el elitista barrio de Chamberí, donde sus convecinos ya no se sorprenden al verla pasear con su estilo único. Este lunes, verbi gratia, seleccionaba un atuendo por una jacket de Mango combinada con un pantalón Capri de algodón blanco y todo ello lo coronaba con un bolso de Balmain. La publicación de sus outfits en las redes sociales a menudo se suele ganar el like y el comentario de sus diseñadores. En el caso de su última foto, Naty ha logrado hacer reaccionar a Olivier Rousteing (30), director creativo de la citada firma francesa.

Naty, además, adora los complementos. Jamás se despoja de sus pulseras, sus anillos y sus maxipendientes. En su perfil oficial de Instagram, donde ya atesora la friolera cantidad de 250.000 seguidores, la que fuera duquesa de Feria da salida a imágenes junto a puntales de la moda como su íntimo amigo, Valentino Garavani (88) o a encuentros íntimos del pasado con personalidades como la malograda princesa de Gales, Lady Di.

Naty Abascal junto a sus hijos, Rafael y Luis, durante la exposición 'Naty Abascal y la moda' en México. Gtres

Este periódico se interesa por si Naty siente deseos de viajar a Sevilla, su ciudad. La respuesta es tajante: "Sí, pero no así". En la capital hispalense vive su hermana melliza, la anticuaria Ana Abascal (78), que regenta una fantástica tienda de antigüedades en el Paseo de Colón.

Sevilla es su tierra, su patria chica, el lugar a la que siempre vuelve. Sin embargo, Naty no le encuentra sentido viajar al sur si no es para reunirse con familiares, amigos y seres queridos alrededor de una mesa o en un encuentro distendido en alguna de sus casas. Algo que ahora, por las medidas anti-Covid-19 para evitar la expansión del coronavirus, es totalmente imposible.

The Eternal Muse 

Pero Naty no sólo brilla en el ámbito personal. La aristócrata, que enamoró con su personalidad a iconos del cine como Woody Allen (85) o de la fotografía de moda como Mario Testino (66), también triunfa con su nuevo libro. Después de casi seis décadas en el front row de la moda, Rizzoli ha editado un libro en su honor: Naty Abascal, The Eternal Muse Inspiring Fashion Designers ("La eterna musa inspiradora de los diseñadores de moda"). En él se recogen fragmentos de su vida con su archivo personal y sobre todo se basa en una retrospectiva sobre su figura expuesta en México hace algo más de un año. 

Naty Abascal, The Eternal Muse Inspiring Fashion Designers.

En palabras para el programa Flash Moda, Naty Abascal habló de su libro destacando a las personas que más le influenciaron: artistas, diseñadores, fotógrafos, iconos de la cultura y la moda que después se convirtieron en grandes amigos suyos. "Tuve la suerte de que en Nueva York, en la época en la que yo vivía allí, todos estos eran amigos. Íbamos a las galerías, a las fiestas, iba con los diseñadores al teatro, a la ópera... y al final nos hicimos amigos".

Y concluyó: "Valentino, Lacroix, Óscar de la Renta... fueron mis grandes maestros. De cada uno aprendí de todo, no sólo de los trajes, sino de la vida, del estilo, los colores, cómo los mezclaban... Pero sobre todo, lo que más me impresionó de ellos fue su generosidad".

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