Enrique Ponce (48 años) y Ana Soria (22) están viviendo una continua luna de miel desde que se conoció su relación a principios del verano pasado. Las muestras de cariño entre la pareja no cesan y son muchas y muy significativas las publicaciones que comparten en sus redes sociales para gritar al mundo lo mucho que se quieren. Pero el último vídeo hecho público por la estudiante de Derecho está seindo masivamente comentado por los usuarios.
Ana Soria ha compartido con todos sus seguidores -127.000 followers- un vídeo en el que se puede ver cómo la pareja juega con un regaliz que ambos tienen en sus bocas y que van mordiendo hasta llegar a los labios del otro. Es Enrique Ponce el que comienza con dicho juego. Coge el regaliz y lo agarra fuerte con sus dientes hasta que encuentra la boca de su amada. Una imagen que ha recordado mucho a la romántica escena de la película La dama y el vagabundo. Con este gesto, la pareja ha querido nuevamente reflejar todo el amor que ambos sienten el uno por el otro.
El vídeo termina en un apasionado beso que se repite hasta en dos ocasiones. Además, Ana ha compartido estas tiernas imágenes con un icono muy especial: un corazón rojo que preside la escena de principio a fin.
El contenido fue mostrado en el apartado de Stories de Soria durante este último domingo, pero, pese a que este tipo de vídeos permanece solo 24 horas expuesto al público, la joven decidió borrarlo algunas horas antes de que prescripbiera el plazo al ver el tsunami de comentarios recibidos y cómo el vídeo había copado titulares en los medios. Quizá ha querido frenar el ruido mientras su pareja tiene una disyuntiva importante de cara al próximo evento familiar que le unirá con su exmujer, Paloma Cuevas (48), y sus dos hijas.
La encrucijada de Enrique
Enrique Ponce vuelve a los ruedos y, hace unos días, reapareció públicamente junto a Gonzalo Caballero (29), su compañero de cartel. Educado como siempre, evitó hablar de su vida privada y tan solo se limitó a asegurar ante los medios de crónica social allí desplazados: "Menudo verano me habéis dado".
Ni habló del divorcio aún sin firmar con su mujer, ni de Ana Soria. Tampoco de un evento familiar que tendrá lugar en las próximas semanas y que, qué duda cabe, supondrá toda una encrucijada para él: la Primera Comunión de su hija menor, Bianca. Será tan distinta a la de su hija mayor, Paloma, aquel mayo de 2017. Tan diferente por tantas cosas.
Según ha podido conocer JALEOS por parte del entorno del torero, "no será una decisión fácil porque si de él solo dependiera te digo que allí estaría Ana a su lado". Pero el escenario todavía es complicado, cuando no tenso. Tardará un tiempo en que todo se recoloque. Un buen amigo suyo, que suma cerca de 20 años de amistad, confía a este medio que "Enrique solo quiere paz y llevarse bien con todo el mundo. Ir ese día acompañado solo puede generar más polémica o interés en los medios".
En todo momento, Ana Soria se mantiene al margen: "Ella hará lo que quiera Enrique, entiende que sus posturas y circunstancias son diferentes". Esta primera fuente consultada lo tiene claro: "Enrique irá solo, estoy casi convencido, y eso que, según me cuentan, Ana ya ha tenido un acercamiento con las hijas de Enrique". Puestos en contacto con dos personas del entorno de Soria, se asegura que la joven "deja hacer" a su pareja y no se interesa en exceso por nada que tenga que ver con su matrimonio: otra cosa es la familia, "a la que le gustaría que lo de Ana y Enrique se formalizara. Están encantados con él, dicen que es el yerno perfecto". Y se desliza tímidamente: "Se entiende que ya es un buen momento para cerrar una etapa y abrir otra".
[Más información: La encrucijada de Enrique Ponce en la Primera Comunión de su hija: su decisión sobre Ana Soria]