El 10 de marzo de 1928 nacía en el bello municipio manchego de Campo de Criptana una niña a la que bautizaron bajo el nombre de María Antonia Alejandra Vicenta Elpidia Isidora Abad Fernández. Años más tarde, y tras descubrir su talento para la actuación y la canción, se la conocería como Sara Montiel. Un icono de España que catapultó el cine patrio a la esfera mundial y que se convirtió en todo un orgullo para la pequeña localidad de Ciudad Real que la vio nacer.
Si hay un elemento imprescindible que forma parte de la esencia principal de Campo de Criptana es el molino de viento. En la sierra, los Molinos se alzan a lo alto del municipio como si de los guardianes del lugar se trataran. Un emblema tan importante como el legado inmortal de Sara Montiel que ahora se han fusionado en uno.
Este viernes, cuando se acaban de cumplir ocho años de su muerte, la tierra de sus orígenes ha querido rendirle a la actriz el más emotivo de los homenajes. Se ha inaugurado el Molino Culebro-Museo Sara Montiel, donde se presentan decenas de fotografías, cuadros, objetos personales y estilismos que pertenecieron a la mítica artista.
Los secretos más desconocidos de la actriz, cantante y productora más carismática de los años dorados del cine español se encuentran guardados, como si de un tesoro se tratase, en la parte alta del molino más especial de la sierra criptanense. Una cita ineludible para los admiradores acérrimos de Sara Montiel, una mujer de carácter, con un aura inmortal que aún resuena en las calles blancas y los campos soleados de su tierra del alma.
Nadie mejor que sus propios vecinos para proteger su herencia más íntima, esa que cautivó al mundo, y que ahora se resguarda en la cima de un molino de viento. Esta edificación con siglos de historia capta a la perfección la esencia de Sara Montiel: un invento de origen humilde que se convirtió en un prodigio innovador, al igual que la talentosa manchega, que creció en una familia que subsistía por medio de la agricultura y que pasó a convertirse en toda una estrella adelantada a su tiempo.
Criptanense ilustre
Campo de Criptana se vistió de gala este viernes 14 de mayo para inaugurar el molino-museo de Sara Montiel. El acto contó con la presencia de Santiago Lázaro, alcalde de la localidad, y estuvo presidido por Emiliano García-Page (52). El presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha citó a Sara Montiel, la homenajeada, pero también hizo especial mención a otros criptanenses ilustres como el músico Luis Cobos y el periodista Miguel Ángel Mellado, director de Información de EL ESPAÑOL.
García-Page recordó con emotividad la admiración que sentía su padre por Sara Montiel y reveló que la alegría innata que derrochaba la artista y esa lucha profesional son valores que aprendió en su localidad natal.
El especial evento concluyó con el lanzamiento de fuegos artificiales que iluminaron la noche en mitad de la sierra. La traca final sirvió de foco para alumbrar la joya de la corona: el molino de viento en honor a Sara Montiel, que se podía identificar gracias a que se proyectó en sus paredes el rostro de la actriz. De este modo, este viernes, bajo un cielo estrellado y un ambiente que olía a pólvora, Campo de Criptana se consagró como el hogar eterno de la manchega más universal de todos los tiempos.
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