Pedro Guerra (54 años) vive tiempos de mieles. Acaba de subirse a los escenarios tras el parón de la pandemia y lo hace al lado de su pareja, María Cabrerizo, que entre bambalinas escucha todos los piropos que le dedica el cantante, guitarra en mano, en sus actuaciones.
El Teatro Ciudad de Marbella fue el lugar elegido para iniciar su nueva gira este pasado domingo. "Qué bien poder mirarnos a los ojos. Qué energía la de volver a hacer actuaciones presenciales". En Marbella, la pareja disfrutó de un buen fin de semana.
El cantante, siempre muy discreto en su vida privada, quiso que todo el mundo supiese quién era María, a la que regaló sus mejores palabras y la canción Ruego, una composición mágica en la que dice: "Yo, que nunca fui de un altar con dioses, negando el cielo y el más allá, le pedí a la Virgen de Guadalupe, morir contigo en la eternidad".
Lo más llamativo de todo es que el intérprete, que se confiesa no creyente, le pidió a esta virgen mexicana que le concediera a María como compañera de vida. Et voilà. Ahora aparece la historia de este amor en su nuevo disco: Viajes. "Verás", dice Pedro, "hace unos años ya fui a hacer un paseo nocturno en una trajinera por los canales de Xochimilco y en un momento en el que la trajinera paró, había un camino de velas encendidas; nos bajamos y había un altar con la Virgen de Guadalupe. Allí la gente le pedía miles de cosas. Y para un ateo, un no creyente como yo, me parecía todo extraño pero no me quería perder el pedir yo también un deseo. Y envuelto por la magia del momento, acabé pidiendo a la Virgen de Guadalupe que María me quisiera para toda la eternidad. Y, de momento, se ha cumplido. Y aquí estamos los dos".
María Cabrerizo, además de su pareja, es su manager, y no se separan ni en las giras del cantante. Pedro dice que es su complemento ideal y que nada sería igual sin ella. Pedro explica que en una mujer lo que más le atrae es una "ecuanimidad entre el físico y el intelecto". Y en María lo ha encontrado porque "ella es la combinación de estas dos cosas". En María y Pedro se rompen los tópicos de que un hombre y una mujer no pueden ser amigos, porque "hay una complicidad inmensa que forma parte de lo que uno espera de una amistad".
Con Manuel Carrasco
El amor está presente en cada uno de los pasos que da el compositor canario. Y la canción del verano ya tiene nombre: Tú y yo. Manuel Carrasco (40) y Pedro Guerra se han puesto mano a mano y han lanzado este tema, que es el sencillo con el que sale al mercado Viajes: "Esta canción de amor tiene que ver con cosas que se van encadenando y que llevan a encontrase a dos personas", dice el cantautor canario.
El éxito está siendo tal que los elogios entre los dos cantantes en redes sociales son de los más retuiteados: "Mi amigo Pedro Guerra acaba de sacar un disco precioso. He tenido la fortuna de acompañarlo en una de sus canciones. Gracias amigo. Toda mi admiración", le dice Manuel Carrasco, a lo que Pedro le contesta: "Suerte la mía de poder contar contigo, querido Manuel. No se puede cantar más bonito ni mejor".
Pedro Guerra desvela a este medio que el nombre del disco viene inspirado en El viaje de G. Mastorna, el filme que el director italiano Federico Fellini. "Una película que no pudo rodar porque murió cuando lo estaba preparando. Una metáfora de todos los viajes inacabados de nuestras vidas". También subraya que "he hecho un disco que se llama Viajes, paradójicamente en el momento de nuestra vida en que menos hemos podido viajar… pero el viaje no siempre es de movilidad o físico: es también mental".
Pedro y Lara, su hija psicóloga
El compositor tinerfeño siempre ha sido muy discreto en su vida privada. No siguió los pasos políticos de su padre, Pedro Guerra Cabrera, primer presidente del Parlamento de Canarias y senador por el Partido Socialista Obrero Español y se dedicó a la música. En estos tiempos de éxito, el próximo 18 de junio hará realidad uno de sus sueños. Después de un largo trabajo antes y durante la pandemia llega al Teatro Monumental Madrid con la Orquesta y Coro de RTVE. "Es increíble que vayan realizándose todos tus deseos".
Y los que están muy orgullosos de su padre son Pedro (14) y Lara (26). La joven es hija de María, fruto de otra relación que tuvo anterior a Pedro Guerra, es integradora social, estudió psicología y "flipa" con las canciones del canario. Pedrito, el más pequeño, y parecido al cantante, aún está por decidir lo que hace. El intérprete solo quiere que sus hijos crezcan felices: "Que no sean homófobos ni insolidarios y que vivan en igualdad".
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