Desde que el pasado viernes 11 de junio Mila Ximénez (69 años) recibiera el alta hospitalaria y se trasladara a su domicilio madrileño para seguir luchando contra el cáncer de pulmón, sus familiares no se han separado de ella. Ni sus hermanos, Manolo, Concha y Encarna, ni su única hija Alba Santana (37), que días después a su alta voló desde Ámsterdam para darle fuerza y ánimos a su madre. Están siendo días complicados y difíciles para la colaboradora de Sálvame tras su último ingreso.
Un hecho que se puede apreciar claramente en el rostro de sus familiares, que refleja cansancio, además de una honda y lógica preocupación por la salud de Mila. En los últimos días, el interés por conocer cómo se encuentra Ximénez ha ido in crecendo, y no son pocos los medios de comunicación que han llamado al entorno de la periodista. No en vano, su querido público lleva días reclamando información desde las redes sociales. Y es que, Ximénez puede presumir de ser un rostro muy querido, sobre todo para los espectadores del espacio vespertino de Telecinco.
En esa línea, para conocer de primera mano cómo está la sevillana, JALEOS se ha puesto en contacto en dos ocasiones con Manolo Ximénez, su hermano. Una de las figuras más importantes en la vida de Mila, el hombro en el que siempre se ha apoyado en sus peores momentos. Según la información que maneja este medio, Manolo se ha convertido en el portavoz de la familia en estos días tan difíciles. Es él el encargado de atender a la prensa. Conocedor de la gran preocupación, siempre responde a la llamada.
Eso sí, una vez que se le expone el motivo de la misma, con una gran educación, Ximénez de Cisneros responde: "No tengo nada que decir, lo siento". En otro momento en que este periódico ha vuelto a descolgar el teléfono, la misma tónica: "No es el momento para esto". Unas respuestas, no obstante, educadas y completamente entendibles dados los arduos momentos por los que está pasando la familia. Están cerrando filas en torno a la salud de su hermana. No arrojar ningún dato revelador para, de ese modo, no dar lugar a equívocos parece la línea a seguir. Hermetismo y silencio sepulcral por parte de la familia de Ximénez.
Además, según la información a la que ha tenido acceso, en exclusiva, este periódico en las últimas horas, la mujer de Manolo Ximénez, que se había desplazado desde Sevilla a Madrid hace unos días para arropar a la colaboradora, ya ha regresado a la capital hispalense. En otro orden de cosas, la hija de la periodista, Alba Santana, tampoco quiso entrar a valorar el estado de salud de su progenitora el pasado jueves, cuando abandonó el domicilio de Mila, ubicado en el centro de Madrid, para atender unas gestiones.
Sin embargo, pese a su silencio su cara reflejaba el dolor que se está viviendo en el seno familiar. Con su rostro y sus gestos ocultando el dolor, lo único que parecía pedir la hija de Manolo Santana (83) era consideración en estas horas tan duras. Cabe recordar que el último ingreso de Mila Ximénez se debió a la recomendación de sus médicos de la Clínica La Luz de Madrid. La colaboradora ingresó tras sufrir un ataque de ansiedad durante una prueba médica. Últimamente, la periodista, según pudo conocer JALEOS, está "muy floja" y con las "defensas bajas", pero luchando "como una jabata".
Desde que Mila Ximénez confesara aquel 16 de junio de 2020, en una llamada telefónica al espacio Sálvame, que padecía cáncer de pulmón, Manolo Ximénez siempre ha estado a su lado. Junto a las grandes amistades de la periodista, como Belén Rodríguez (54), Terelu Campos (55) o Belén Esteban (47), Manolo ha sido quien la ha acompañado a la Clínica La Luz, la persona que la ha animado en los días más negros y complicados. Por eso, no es de extrañar que en la actualidad sea él quien se ocupe de gestionar, entre otras diligencias, la cobertura mediática de su titánica batalla contra la enfermedad.
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