De su línea de cosméticos a su firma de joyas: los otros negocios de Mila Ximénez que no consiguió reflotar
La sevillana no solo trabajó en la prensa del corazón. Aunque fue su faceta más exitosa, también incursionó en otras áreas.
25 junio, 2021 01:14Noticias relacionadas
Mila Ximénez ha muerto, pero su nombre permanecerá en la memoria de quienes fueron testigos de sus éxitos. La presentadora, que falleció este miércoles a los 69 años a causa de un cáncer de pulmón, se consagró como una gran periodista y tertuliana de los programas del corazón. Estuvo junto a Jaime Peñafiel (89) en La Revista, escribió en ABC y se convirtió en una colaboradora imprescindible de Mediaset. Pasó por Crónicas Marcianas, A tu lado, TNT, La Noria, Sálvame y Sábado Deluxe. La televisión, sin embargo, no fue su única fuente ingresos, aunque sí la más importante. En varias etapas de su vida, la sevillana probó suerte en otras industrias, en las que no consiguió trabajar hasta el final de sus días.
Entre sus proyectos figura Kisé Cosméticos, una línea belleza formada por cuatro productos -una crema de día, una crema de noche, un sérum y un contorno de ojos-, elaborados con la máxima profesionalidad. Contaban con aprobación farmacéutica y fueron testeados por los institutos pertinentes. Esta serie de artículos eran de la denominada cosmética emocional y su precio oscilaba entre 25 y 39 euros.
La presentación de Kisé Cosméticos se llevó a cabo en octubre de 2015, en el Museo Chicote de Madrid. Allí estuvo junto a sus compañeros de Sálvame y otros rostros reconocidos de nuestro país. Entre ellos, Kiko Hernández (44), María Patiño (49) o Rocío Carrasco (44). Entonces, Mila Ximénez explicó que el nombre de la firma significaba trono o silla en hebreo y que se trataba de un proyecto que había hecho "con mucho cariño, con mucha pasión y con mucho tiempo". Y es que antes de presentar esta línea, la periodista ya llevaba dos años trabajando en ella.
Según comentó en aquella ocasión, gracias a sus propiedades, los productos Kisé Cosméticos recogían "el valor femenino de la vida" y producían un efecto de relajación tras su aplicación. Así, generaba emociones positivas que hacían sentir bien a aquellas personas que las utilizaban.
Con este proyecto, Mila no solo incursionó en una nueva área, sino también mostró su lado más solidario. El día de su presentación explicó que un porcentaje de las ganancias iría destinado a la Fundación Mensajeros de la Paz del padre Ángel (84), quien mantuvo una bonita relación de amistad con la presentadora hasta el día de su muerte. "Ha estado muchas veces en los comedores… Es una de esas amigas que todos tenemos y que sentimos, sin duda alguna. Ejemplo de fortaleza, de trabajadora, de madre, de alegría. Ella era muy alegre", dijo el sacerdote en el último adiós a la colaboradora de Sálvame.
Ver esta publicación en Instagram
Aunque lo de la cosmética emocional parecía un negocio ambicioso, solo funcionó durante dos años. De hecho, desde finales de 2017 no hay rastro de Kisé Cosméticos, ni en la prensa ni en las redes sociales de Mila. Tampoco en la página web de la periodista, que a día de hoy se muestra como un enlace roto.
Poco antes del declive de esta compañía, en noviembre de 2017, Mila Ximénez probó suerte en la moda. "Tengo una edad en la que no debo tener miedo", aseguró cuando dio a conocer su primera línea de joyas junto al diseñador argentino Gustavo Marinaro, especializado en piedras preciosas. En el lanzamiento, como ya había ocurrido con su anterior negocio, la acompañaron sus amigos de Sálvame.
Todo iba bien -incluso se llegó a hablar de una posible apertura de tienda por la gran aceptación de las piezas- hasta que la presentadora y el joyero se distanciaron. Fue en julio de 2018 cuando JALEOS pudo confirmar que el vínculo profesional entre ambos se había roto y que aquellas prendas, en su mayoría colgantes y brazaletes que podían rondar los 60 euros, no eran más que una entelequia.
La periodista fracasó y este proyecto comenzó a formar parte de su pasado. Dejó de promocionarlo en redes sociales, de mostrarlo en la pequeña pantalla y, tal y como confirmó este periódico en su momento, de vender las piezas en las tiendas que en un inicio habían contado con su colaboración. Por eso, como buena amiga, cuando Terelu Campos (55) se aventuró en la misma industria le deseó que tuviera más éxito que ella. Sin embargo, la marca de la tertuliana tuvo el mismo desenlace y al poco tiempo dejó de estar disponible.
Actualmente no hay rastro de aquellos proyectos de Mila Ximénez, más allá de las imágenes pasadas que se encuentran en las redes. Lo que si permanece intacto, pese a su triste partida, es su trabajo periodístico, su cariño con sus compañeros de plató y su incansable lucha y coraje en este último año, el más difícil de su existencia, por el cáncer de pulmón que padecía y que terminó acabando con su vida.
[Más información: La última voluntad de Mila Ximénez: sabemos el inesperado lugar donde reposarán sus cenizas]