Este pasado lunes en el programa Sálvame se ha vivido un momento tenso y doloroso, protagonizado por la presentadora del espacio, Paz Padilla (51 años). En medio de un debate sobre si la periodista Gema López (50) comercializa cada verano con su cuerpo en traje de baño para alguna revista del corazón, la andaluza ha aprovechado para abordar una espinosa cuestión que le duele, y que nunca ha hecho pública hasta ahora.
La conversación inicial deriva, en un momento dado, a los paparazzi, la prensa escrita del corazón y los límites que deberían existir sobre las imágenes gráficas que se toman. Ante esto, la rabia y el dolor se han apoderado de la presentadora al recordar esta cómo una revista del corazón publicó la fotografía de ella llorando en la tumba de su marido. Padilla ha cargado las tintas contra el fotógrafo que tomó la imagen. "A mí me han hecho el daño más grande del mundo", ha confesado.
Además, la cómica no ha dudado en mandar un mensaje al fotógrafo que captó aquella foto: "Hay que ser ruin porque tú también vas a morir, a ti también te van a enterrar o incinerar. Un respeto que no tuviste". Paz ha sido clara y, mirando a cámara, ha sentenciado: "No te lo voy a perdonar nunca. No voy a decir tu nombre para no darte siquiera ni esa oportunidad, pero es lo más ruin que se puede sacar, una tumba que ni siquiera estaba puesta aún la lápida".
Y ha añadido: "Me sentó muy mal, me pareció ruin, inhumano, doloroso. Porque el que había detrás, el hombre que yo más he amado en mi vida, era mi marido. El karma, cariño. Te deseo amor porque tienes que estar muy solo, no tendrás a nadie que te quiera, ojalá te quiera yo algún día". Ha terminado su descargue de la siguiente forma: "Gana todo el dinero del mundo pero lo que vale en esta vida es el amor y seguro que no lo tienes, si hubieses tenido un poquito de amor no me haces esto, porque me tiré tres días llorando".
El legado de Antonio
El pasado 19 de julio se cumplió un año de la muerte del hombre "que más he querido en mi vida", como también aseveró Padilla este pasado lunes, Antonio Juan Vidal. Lleva a su marido en su corazón, en su mente y en su alianza, que esta semana ha querido reforzar con piedras preciosas para que brille eternamente. "Si algo he aprendido es que lo amaba con locura, lo amo con locura y lo seguiré amando con locura. Lo único que me ha dejado, es amor. Es lo único que perdura", explicaba Paz en su primera entrevista en Sábado Deluxe tras la muerte de su esposo.
Pero el legado de Antonio Juan va más allá del amor. La dura experiencia a la que tuvo que enfrentarse la siempre divertida gaditana con la enfermedad de su pareja hizo que se viera ante situaciones y sensaciones que no había vivido jamás, y ese aprendizaje es hoy su lema vital más repetido. "El vivir el aquí y el ahora para mí fue cogerle la mano a Antonio y que las horas pasaran lentamente, quería pasar con él cada minuto de vida que le quedara". Estas palabras forman parte de su libro El humor de mi vida, una obra que creó durante el confinamiento -momento en el que los médicos ya le había advertido sobre el trágico desenlace que tendría su marido- y tras el adiós de su amado Antonio. "Quiero que este libro pueda ayudar a la gente, que la gente necesite leer mi experiencia o conocer un poco mi historia... pero por otro lado digo, tener que haber llegado a este libro porque me haya sucedido esto y que Antonio haya tenido que...", dijo al presentar su obra literaria entre lágrimas y sin poder pronunciar el verbo "morir".
[Más información: El legado que Antonio Vidal ha dejado en Paz Padilla: el aniversario de su muerte llega cargado de noticias]
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