Vicky Martín Berrocal (48 años) parece conocer el secreto del éxito, al menos en un mundo que domina con soltura: la industria textil. La diseñadora triunfa con su firma de vestidos de fiesta y, prueba de ello es que celebrities, políticas, miembros de casas reales e incluso actrices internacionales han caído rendidas a la impecable factura de sus patrones.
Pero hay otro universo, más íntimo, y apartado de la exposición mediática, donde la madre de Alba Díaz (21) ha sabido encontrar un nicho de mercado que le funciona muy bien. Se trata de los textiles para vestir el hogar y el llamado homewear -ropa pensada para lucir en casa-. La andaluza acaba de lanzar por cuarto año consecutivo su exitosa colaboración de ropa de cama con los supermercados Carrefour. Esta cápsula al completo, de momento, solo está a la venta en las tiendas físicas de los hipermercados, sin embargo, algunos de los productos sí se pueden adquirir en la web, según confirma la distribuidora.
Y aunque las referencias que tienen más fama son los productos para la cama, la colaboración de este 2021 incluye otras dos líneas más, que se distribuyen en productos para para el baño y algunos objetos decorativos.
Este idilio comercial entre la andaluza y la empresa francesa dura ya cuatro temporadas y a tenor del éxito cosechado con las cuatro colecciones anteriores -la de 2020 se liquidó en un día- se prevé que este último lanzamiento tampoco tarde en agotar existencias.
La aventura de jugar con las telas dentro del hogar empezó para Vicky en 2018. Entonces ya pudo comprobar que era un terreno que le podía deparar muchos éxitos. Al año siguiente, repitió colaboración junto al supermercado francés, coincidiendo con un aumento de su popularidad debido a su participación en MasterChef y afianzado su éxito.
Los diseños cálidos, sencillos y atemporales con precios más que asequibles (los juegos de sábanas rondaban los 20 euros y los edredones nórdicos se tasaron en 60) son responsables de que las fans de la empresaria acudan en hordas y los productos comiencen a agotarse a las pocas horas de ponerse a la venta.
"Siempre he tenido claro lo importante que era para mi cuidar el espacio donde vivo. Nuestro hogar es nuestro refugio y ¡es importantísimo sentirte bien en él!", ha declarado la diseñadora esta misma semana en el post de Instagram en el que anuncia la nueva colección de ropa de cama.
Esta intención quedó patente el pasado 2020. La empresaria, siempre pendiente de las necesidades del consumidor y en búsqueda de nuevas oportunidades para Victoria Colección, introdujo este universo también dentro de su marca. En diciembre de ese año estaba por llegar una Navidad atípica en la que las restringidas celebraciones que se iban a llevar a cabo, lo iban a hacer dentro de los hogares. Entonces, Vicky, dispuesta a levantar el ánimo de todas sus clientas, tras un año difícil para todos, lanzó al mercado su primera colección de batas-kimonos.
La apuesta resultó todo un éxito y actualmente estas referencias siguen disponibles en la web de la firma, posicionándose como uno de los productos que más alabanzas reciben en las redes sociales de su creadora. Son unas piezas confeccionadas en satén y terciopelo con géneros textiles "exquisitos", según consta en la web. Su cuello de esmoquin y el brillo de su tejido confieren a los looks más caseros un punto sofisticado y elegante que aparta la dejadez de un plumazo.
Cada una de estas tiene un precio de 195 euros y ha sido la diseñadora quien desde sus redes sociales ha propuesto un uso más allá del hogar. Hace unos meses compartía un look con la bata cerrada, una coleta alta, marcado maquillaje y un bolso joya, convirtiendo esta pieza en una prenda apta para salir a la calle.
Solidaria durante el confinamiento
La sevillana fue uno de los rostros conocidos que no dudaron en poner su taller al servicio de las necesidades durante la pandemia. Las mismas máquinas creaban vestidos de ensueño, sirvieron para confeccionar batas para proteger a los sanitarios:"Tenemos que ayudar a nuestros médicos, a nuestras enfermeras, a nuestros auxiliares para que salven la vida de nuestros familiares, de nuestros vecinos, de nuestros amigos, de cualquiera...", explicó entonces.
A través de las redes sociales, Vicky se movilizó haciendo un llamamiento a las empresas textiles para que le donaran el material específico para crear estas prendas, ya que no era válida cualquier tela. Su insistencia dio frutos y hasta algunos hospitales andaluces, como el de Jerez de la Frontera, llegaron paquetes cargados de batas y de esperanza.
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