La historia de amor de Rubén Sánchez Montesinos (39 años) y Enrique del Pozo (64) podría ser un fiel reflejo de Desde Rusia con amor (1963) de Terence Young, aunque revisada: "Desde Facebook con amor", señala el tertuliano con cierta sorna.
Si no está para ti, aunque te pongas. Si está para ti, aunque te quites. Esta podría ser otra de las premisas de la feliz pareja. Los prejuicios por la diferencia de edad o su distinto estilo de vida no es algo que les quite el sueño. Al revés. Los une, los refuerza, se entienden, se aman.
Rubén Sánchez Montesinos llega de entrenar, de comer y de descansar un poco. Ese es su día a día. Ese es el ciclo de su vida, la misma que ahora comparte junto a su televisiva pareja, Enrique del Pozo. El deportista de élite se muestra tan nervioso como respetuoso con los medios de comunicación.
Cualquiera diría que es el primer atleta culturista abiertamente homosexual. Sánchez Montesinos ha roto techos de cristal, ha derribado muros de intolerancia, ha logrado infinitas medallas, pero se queja de que para la prensa, y por tanto para el mundo, es "invisible". Ahora JALEOS se cita y entrevista a este deportista y con él, y también con su pareja, habla sobre disciplina, deporte y amor.
¿Cómo está yendo este verano tan atípico aún fuera de aquella deseada normalidad?
Rubén: Para mí fue más difícil el año pasado. Cuando empezó la pandemia, yo me estaba preparando para competir y fue durísimo. Cerraron todos los gimnasios y cerró todo. Los atletas que estábamos en preparación seguimos porque teníamos previsto responder a nuestros eventos, pero se cancelaron. Yo tenía previsto salir a siete competiciones y sólo hice tres. Tuve que invertir y comprar material en casa. Y no sólo nosotros los atletas, sino también futbolistas, tenistas... En mi caso tuve que convertir el comedor en un gimnasio.
La disciplina es clave, ¿no?
Rubén: Si bajamos el listón, tardamos un año en recuperar la forma física. Yo llegué bien a las competiciones, pero porque me tuve que esforzar muchísimo.
Estamos en agosto, es verano... ¿Hay vacaciones para un atleta culturista a la hora de saltarse la dieta o el entrenamiento o eso es obligación fija?
Rubén: Un atleta culturista lo es todo el año. Nuestro objetivo es a largo plazo. Hay varias fases. Primero volumen, que es cuando estamos más grandes de tamaño, de peso, cuando comes más calorías. Luego está la puesta en forma. Ahí ya vamos recortando calorías y se nos va viendo más en forma y luego viene la preparación para la competición. Ahí ya viene el déficit calórico y la ingesta es más baja. Es durísimo. Para nosotros no hay San Juan, ni Día del Trabajador ni tenemos un cumpleaños. No digo que entrenes de lunes a domingo, porque hay que descansar un par de días para recuperarse, pero si es festivo en el lugar donde vives y te toca entrenar, tienes que ir a otro sitio para no perder ese entrenamiento.
¿A qué se renuncia cuando uno entrega su vida al culturismo?
Rubén: No puedes trasnochar. Olvídate de las discotecas, los pubs, el alcohol, evidentemente las drogas, tabaco... Todo lo que es insalubre no lo puedes probar. Tienes que llevar una vida sana y equilibrada.
Enrique: Lo peor de todo es que todos los culturistas profesionales como él generan al Gobierno miles de millones de euros y el Gobierno no les devuelve esto ni con apoyo, ni con subvenciones... Nada. Se lo pagan todo ellos: viajes, hoteles, todo. Cuando les dan un premio, no ganan nada económico. En Estados Unidos son la bomba, pero aquí están abandonados. Cuando un culturista hace algo es invisible en los medios. Tú no sabes la importancia que tiene para él y para su gente la entrevista que le estás haciendo por la visibilidad.
Más allá de cuestiones tan relevantes como estas que denuncia, la indiferencia del Gobierno, ¿cuál es el mayor sacrificio -superficial- que ha realizado por su profesión?
R: Unas vacaciones, un cumpleaños propio, cumpleaños de amigos, he tenido que renunciar a las motos, que me encantan, pero caerme y tener un accidente es imposible. Imagínate una lesión o una fractura, sería imposible de recuperar. ¿Me compensa? Sí. Hago lo que me amo y me apasiona.
E: Es que no podemos mezclar a la gente como Rubén con gente que va al gimnasio a cuidarse, que los respeto, pero no son atletas ni deportistas de élite.
Usted es el primer atleta culturista que habla abiertamente de su homosexualidad. Se conoce la homofobia en ciertos deportes, pero ¿existe en el culturismo?
R: Bastante. Estamos hablando de un deporte muy rudo, hay muchos que van de machitos, les gusta mucho aparentar, 'mira, me he follado a esta o a la otra'. Hay policías, bomberos... no desprestigio su oficio, pero van de vikingos, van de machos.
E: Sí, van de vikingos y de machos, pero hay gente gay o bisexual, que están en su derecho de contarlo o esconderlo, pero el problema es cuando tú lo haces y te dicen '¿por qué lo has hecho?'. Hay mucha hipocresía.
¿Cómo ha vivido todo lo relativo a estos medallistas olímpicos españoles que han publicado vídeos suyos bailando con movimientos femeninos o el mismísimo Tom Daley haciendo punto en Tokio?
R: Es importante que todo el mundo pueda ser libre y que nos dejen hacer lo que nos gusta sin que nos juzguen. Da igual que seas heterosexual o pansexual.
E. Cuando nosotros nos conocemos, y ya sabes que yo nunca he hecho públicas mis relaciones de pareja, y menos como lo he hecho en Viva la vida, él me dijo "yo apuesto por ti". Yo le respondí lo mismo, pero le dije que yo quería abrazarlo y besarlo por las calles. A mí me dijo 'yo, por ti, estoy dispuesto a hacerlo público'. Yo ya dije que soy bisexual y que mi bragueta es democrática, pero no quería que le hicieran daño a él. Su respuesta fue que la única cosa que le podía hacer daño era la hipocresía. Fue un gran acto de amor.
Rubén, ¿cómo ha cambiado su vida desde que se enamoró de una persona pública?
R: Ha sido difícil. La gente nos mira por la calle, incluso cuando voy solo. Te das cuenta de que la gente te conoce y te mira de otra manera, incluso los oyes comentar. Ha tenido cosas buenas y cosas malas. Se me ha distanciado mucha gente por la envidia de mi relación [con Enrique]. Y también se me ha acercado gente, no sé si para sacar algo o por salir en televisión...
¿Ha sentido rechazo por ser pareja de Enrique del Pozo?
R: No rechazo, pero sí envidia. ¿A quién no le gusta aparecer en los medios de comunicación de este país? ¿A quién no le gusta salir en televisión? En mi pueblo la gente ha alucinado, '¿cómo que este chico sale en las revistas, en los medios, en la tele...?' La gente se ha quedado impactada y he notado ciertos gestos.
E: Hay una cosa que agradecer a la prensa y es que siempre te han puesto Rubén Sánchez Montesinos, atleta culturista profesional, con lo cual, ya no es por mí, es que estás dando visibilidad a tu deporte. Y la gente te lo critica por envidia. Yo le he dicho que tiene que pasar de eso. Me hacen gracia los estereotipos de críticas, es decir, señor de 64 años que se enamora de un tío de 40, que encima es cachas, con buen cuerpo, que no es precisamente lo que a mí me gusta de él. Pero dicen que es un montaje, que está conmigo por interés o dinero... Te das cuenta de que hay cosas que crees que han evolucionado, pero no lo han hecho.
¿Cómo se conocieron y cómo se han reencontrado?
E: Hombre, el titular sería un poco como aquella película de James Bond, Desde Rusia con amor, ¿te acuerdas? Esto sería Desde el Facebook con amor (risas). Nos conocíamos de la época de Crónicas Marcianas, pero yo tenía pareja, él también. A él le gustan maduros, yo tenía 30 y pico, por tanto, no entraba en sus cánones. Y a mí los jóvenes, tampoco. Él me vio por un amigo de Sitges y digamos que le gustaron mis canas. Yo no respondo a nadie, me dan miedo las redes, pero fue un caballero.
R: Yo estuve trabajando para la productora Gestmusic Endemol en la época aquella con Josep María Mainat, Juan Ramón Mainat y Toni Cruz. Todos los concursos o programas que hacían, yo era del equipo de seguridad. Además de la seguridad estática de los platós, luego hacía todas las salidas.
Rubén, ¿está dispuesto un atleta como usted a poner en pausa su profesión y su pasión por entrar en algún reality?
E: (Risas)
R: A ver, todo sería plantearlo. ¿Por qué no?
E: Ya lo hemos hablado. Dice que si llegase la situación, el único reality que le atrae es Supervivientes porque está relacionado con la fuerza, con el sacrificio...
No sé si le dará apuro por tenerlo al lado, pero como se ha unido a la entrevista, yo le pregunto igualmente... ¿Tres adjetivos que definan a Enrique del Pozo como pareja?
R: Muy cariñoso, superatento...
E: ...y testarudo. Mira, tenemos una cosa en común los dos. Somos gais, pero somos fieles. Es muy difícil encontrar eso hoy en día. Lo respetamos todo, pero yo escucho demasiado últimamente lo de parejas abiertas. Nosotros estamos enamorados para construir una familia entre los dos.
Son tradicionales, entonces. ¿Tienen planes de boda o vivir juntos?
R: Juntos ya vivimos. Y lo de la boda... estamos en ello. Hemos dicho de hacerlo en Roma.
E: Yo he estado viviendo 10 años en Italia. Tengo grandes amigos allí. Desde Willem Dafoe (66) a Tomas Arana (66), coprotagonista de Gladiator o El guardaespaldas, que quiero que sea el padrino de la boda. Es como mi hermano. Pero eso sería una reunión de amigos y darnos los anillos. Nos casaremos en España.
Rubén, ¿proyectos futuros de cara a septiembre?
R: Estoy preparándome para las competiciones, lo que hago todos los años. Aún no hay fechas, pero quizá abril o mayo de 2022. Soy coach, personal trainer, tengo un Máster de Entrenamiento Personal con Nutrición Avanzada. Hay otro proyecto que quiero hacer, a largo plazo, y es montar un centro de entrenamiento aquí en mi pueblo. Como hay problemas con la Covid, la luz... quiero hacerlo en el momento adecuado, cuando esté todo mejor.
[Más información: Enrique del Pozo: "Me secuestraron en Roma y sufrí claustrofobia durante cuatro años"]