Pedro Sánchez (49 años) ha dado inicio al nuevo curso político. Este miércoles 1 de septiembre, el presidente del Gobierno ha presentado a parte de su gabinete, empresarios y sindicatos sus planes para alcanzar una "recuperación económica justa", que permita "llegar al bolsillo de todos los ciudadanos". A pesar de que la comparecencia ha sido meramente política, el mandatario también ha llamado especialmente la atención por su impresionante bronceado.
Aunque como es habitual ha vestido de traje, su rostro, cuello y orejas han desvelado que el líder del PSOE está más moreno que nunca. El cambio de su color de piel se ha hecho evidente varios días después de haber retomado su trabajo tras disfrutar de unas vacaciones en Lanzarote que fueron interrumpidas. Mientras se encontraba en la Residencia Real de La Mareta -palacio que Patrimonio Nacional posee en el municipio de Teguise de la citada ínsula-, Pedro Sánchez se vio obligado a poner fin a su descanso estival por la crisis de Afganistán.
Si bien regresó a La Moncloa antes de lo que tenía previsto, Sánchez no pudo sortear las críticas de quienes aseguraron que, en comparación con otros líderes políticos, actuó demasiado tarde. Para algunos, el presidente de Gobierno debió haber suspendido sus vacaciones con anterioridad y cumplir con sus labores, aun estando en su tiempo libe.
Este miércoles, su nombre ha vuelto a ser objeto de comentarios negativos por su impresionante moreno. El mandatario, según mostró en sus recientes apariciones públicas, llegó de Lanzarote con un tono de piel más oscuro. Sin embargo, su bronceado no fue tan llamativo hasta la mañana de este miércoles. Durante la comparecencia, las redes sociales no solo se hicieron eco de sus palabras, sino también de su espectacular bronceado.
"¿El bronceado lo continúas en maquinitas en La Moncloa?" o "Me gustaría saber cuánto lleva gastado de dinero del contribuyente el super-presiman bronceado", son algunos de los mensajes que se leen en Twitter, en referencia al color de piel de Pedro Sánchez.
Esta, sin embargo, no es la primera vez que el presidente del Gobierno llama la atención por su moreno. A finales de agosto del año pasado, el líder político también llenó de sátiras y críticas las redes sociales por su intenso bronceado. Tras volver de sus vacaciones, Pedro Sánchez ofreció una rueda de prensa en La Moncloa, centrada en la crisis del coronavirus. Lo que más llamó la atención de aquella comparecencia fue, efectivamente, el cambio en su color de piel. En plena ola de rebrotes, el líder político reapareció tras haber disfrutado de unas vacaciones en Lanzarote y Doñana, junto a su mujer, Begoña Gómez (46), y sus hijas, Carlota (14) y Ainhoa (16).
Su refugio estival
Pedro Sánchez ha elegido como lugar de vacaciones la isla de Lanzarote. Y para pernoctar, ha decidido instalarse en la Residencia Real de La Mareta, un palacio que Patrimonio Nacional posee en el municipio de Teguise de la citada ínsula y que esconde una historia royal.
El palacio de La Mareta fue una cesión que el rey Hussein de Jordania hizo al entonces rey Juan Carlos (83) en el año 1989. Como el jefe del Estado español no puede aceptar regalos, las instalaciones pasaron a formar parte de Patrimonio Nacional.
Esta residencia, maldita para muchos por algunos sucesos que han tenido lugar en ella, fue mandada a construir a finales de los años 70 por el soberano de Jordania. Pese a ello, nunca la disfrutó. Cuando este impresionante recinto pasó a manos de Juan Caros I, empezaron a hospedarse otros jefes de Estado y representantes de casas reales de todo el mundo.
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