A principios de este año, Telecinco volvía a verse involucrada en una delicada polémica por culpa de una de sus caras visibles. Carlos Algora (34 años), concursante de la última edición de La isla de las tentaciones, era detenido por la Guardia Civil en Las Palmas de Gran Canaria -en plena emisión del exitoso programa- por su supuesta participación en los abusos sexuales a una mujer de origen francés durante una fiesta ilegal celebrada en una casa de la localidad madrileña de Colmenarejo.
Desde ese instante, Cuarzo Producciones y el grupo Mediaset España, a pesar de respetar siempre la presunción de inocencia de su fichaje, decidieron prescindir de sus servicios como potencial tertuliano de sus formatos y como comentarista de su propia experiencia en Tentaciones.
Incluso tuvieron que reeditar los capítulos ya montados y listos para emitir para eliminar su rostro y sus comentarios. La vida de Algora dio un giro de 180 grados. El mundo entero le dio la espalda, las redes sociales se le echaron encima y su regreso a su ciudad natal, Sevilla, se convirtió en un absoluto infierno.
"Está muy preocupado, agobiado y jodido", declaró a JALEOS una fuente cercana Algora. Y su desasosiego no sólo estaba basado en su futuro judicial, a priori, bastante oscuro, sino también en su horizonte laboral: vio cómo todos sus proyectos soñados cayeron en picado tras el escándalo de su detención policial.
Según la información que maneja este periódico en exclusiva, durante estos casi seis meses, Carlos Algora ha estado de baja laboral de la empresa por la que estaba contratado en la ciudad hispalense. Desde ese momento, decidió mantener un perfil bajo en su día a día y también en su cuenta de Instagram, donde pasó de tener 95.000 seguidores a contar sólo con 68.000. Sus publicaciones dejaron de existir.
El andaluz ha sentido el rechazo social y la condena pública, pero Carlos ya no quiere quedarse más tiempo encerrado en casa. Se considera inocente. Habla con sus amigos de que todo esto "sólo" ha sido una acusación y que, por el momento, "no hay sentencia judicial". Efectivamente, Algora ya ha prestado declaración sobre lo sucedido ante el juez y se encuentra a la espera de que los magistrados hablen.
Según su entorno, el joven hace algo de autocrítica: se arrepiente de haber acudido a aquella fiesta ilegal en plena pandemia poniendo en riesgo la vida de todos. De lo que sucedió dentro, mantiene una versión radicalmente opuesta a la que le señala. Aún así, Carlos apunta a los medios de comunicación y a las redes sociales como responsables de una campaña de desprestigio contra él y, pese a lo sufrido en el pasado, ya hace vida normal.
Sus causas pendientes
Los hechos por las que Algora ha declarado recientemente se produjeron la noche del 13 al 14 de febrero en un chalé en el que había numerosos asistentes, entre ellos, "niños bien de los que salen en La isla de las tentaciones, chicos y chicas guapas e influencers", tal y como detallaron los investigadores.
Tal y como desvelaron fuentes de la investigación, la joven francesa de la que supuestamente abusaron presentó la denuncia dos días después en la Guardia Civil. En ella afirmaba que la drogaron y la obligaron a mantener relaciones sexuales "con cinco o seis" hombres. En la misma denuncia se recogía que en la fiesta, que por supuesto estaba prohibida al saltarse todas las medidas de seguridad anti-Covid-19 de la Comunidad de Madrid, había medio centenar de personas.
La detención tuvo lugar 33 días después de los hechos y 31 días después de que se interpusiera la denuncia. Fue una sorpresa para Algora, que estaba disfrutando de unos días en Canarias junto a otros compañeros de La isla de las tentaciones y colegas de Telecinco. Si bien algunas voces apuntaron que tras su detención y puesta en libertad se estaba quedando en casa de otro partnet de programa, este diario confirmó que el destino del sevillano en realidad fue otro.
El polémico tentador se trasladó en solitario a un apartamento al Sur de Gran Canaria y lo hizo por obligación. Al realizarle una prueba protocolaria de antígenos en plena detención, Carlos estaba infectado de coronavirus. Otro problema judicial aún por resolver es el que mantiene con el actor de cine para adultos Chris Diamond (30), también sevillano, y con el que pudiera llegar a guardar cierto parecido físico.
Según reveló Miguel Frigenti (34), Carlos se hizo un perfil falso en las redes sociales con la imagen de Diamond y mandaba mensajes a mujeres con el objetivo de lograr vídeos y fotos de contenido sexual. El tertuliano aseveró que, además, no era por "la única persona por la que se ha hecho pasar".
[Más información: Carlos Algora, de 'La isla de las Tentaciones', en libertad con cargos por abuso sexual: dio positivo en Covid]