Llegó el gran día para Bianca, la hija de Enrique Ponce (49 años) y Paloma Cuevas (48). Este sábado 11 de septiembre, y después de varias cancelaciones por diversos motivos, la menor ha podido celebrar su primera comunión, rodeada de amigos y familiares en la finca La Cetrina, en Jaén. Ha sido un día muy especial para la familia, pues suponía el reencuentro entre el ya exmatrimonio. Si bien horas antes una fuente de total solvencia desvelaba a JALEOS que había "nervios" en el ambiente, lo cierto es que la velada transcurrió con absoluta normalidad.
Según la información que ha avanzado Vanitatis, el festejo no pudo ser más agradable. Se reunieron en torno a 45 personas. Todo el mundo arropó a Enrique Ponce, pese a que, según se ha contado en alguna ocasión, tras la ruptura muchas fueron las amistades que se posicionaron al lado de Cuevas, y en detrimento suyo. No obstante, en este día la prioridad era la felicidad de la pequeña Bianca y todo fluyó como debió. Paloma y Enrique querían que su hija menor sintiera la misma emoción y solemnidad que cuando celebraron el sacramento de Paloma, su hija mayor.
Para la fiesta, según ha contado la periodista Paloma Barrientos, se contrató una banda de música y un dj. Como siempre solía hacer cuando estaba casado con la hija de Victoriano Valencia, Ponce se arrancó a cantar "rancheras y boleros". Bianca, la gran protagonista de la jornada, lució una creación de Rosa Clará, en colaboración con su madre. Llevó el pelo suelto y un adorno floral. Lució sobre el cuello, además, una cadena con la medalla de la Virgen. Para el acto religioso, se dispuso un altar con un capote bordado. Una vez terminada la misa, todos se desplazaron a la zona de la piscina. Allí, se instalaron varias mesas respetando las medidas de seguridad establecidas por la Covid-19. Tras un breve cóctel, se sirvió la cena. El exmatrimonio se decantó por un menú compuesto de foie y pescado. También hubo una tarta de cumpleaños, pues no hay que olvidar que ese día había doble celebración: comunión y el 49 cumpleaños de Paloma Cuevas. Para la ocasión, la empresaria lució un vestido color turquesa, también de su próxima colección con Rosa Clará.
Entre los invitados que han asistido figuran nombres como los que siguen a continuación: Naty Abascal (78), Margarita Vargas (37) y Luis Alfonso de Borbón (46), Fiona Ferrer (47), Nieves Álvarez (47) y Remedios Cervantes (57), entre otros. Hubo marcadas ausencias, como la de Ramón García (59), que no pudo asistir porque viajó a Bilbao para estar con su madre.
Tampoco pudieron asistir Carolina Herrera ni Paloma Segrelles (44). Como dato importante: no se distribuirán imágenes de la celebración, como así han consensuado y acordado los padres de Bianca. Se quedará la fiesta en la más estricta intimidad. Se entendería, pues, que tampoco hubiera fotografías en las revistas del corazón de la próxima semana. Eso sí, cabe la posibilidad de que Paloma Cuevas quiera tener un detalle con alguna 'revista amiga' y ceda algún material. En lo que respecta a los looks que han lucido los invitados, tan solo se conocen algunos, y porque sus protagonistas han tenido a bien publicarlos en sus redes.
Nieves Álvarez ha optado por un vestido rojo de Carolina Herrera, con manga al codo abullonada y escote en pico. Sus salones son de Manolo Blahnik y su bolso de Bulgari.
Por su parte, Fiona Ferrer se ha decidido por un vestido gris, de manga corta abullonada y alpargatas de cuña alta de Chloé.
Por último, Cervantes lució un vestido negro con estampado floral en la parte delantera.
Último evento en La Cetrina
Esta comunión de la pequeña Bianca ha sido el último acontecimiento familiar que se celebrará en la finca. Y es que, hace unos días se publicó que el torero quiere vender La Cetrina, y este periódico conoce algunos detalles. Puestos en contacto con el entorno de Ponce se deslizó que ha sido una decisión "difícil, pero muy meditada. Clave en sus nuevos planes". El lidiador ha querido llevar la venta "en absoluta discreción y no le ha hecho ninguna gracia que se conozca".
Sobre La Cetrina cuelga el cartel de venta desde hace unos meses, aunque siempre con carácter privado: "Esta es una cuestión que Enrique venía tiempo barajando entre su gente. La finca tiene un mantenimiento muy costoso y ya no se hace vida en ella tanto como antes. Ten en cuenta que Ponce cada día está más asentado en Almería". El torero, que piensa mucho en su retirada definitiva, desea deshacerse de bienes. Tiene su vida "hecha en Almería y la finca se tira la mayor parte del tiempo sin actividad. Es muy grande y requiere que Ponce esté muy encima".
[Más información: Enrique Ponce y Paloma Cuevas: nervios, el gran reencuentro y una red social 'oculta' hasta ahora]
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