La vida de Verdeliss (35 años) lleva un ritmo frenético. Si ya resulta complicado hacerse cargo de siete hijos, estando embarazada del octavo, lo hace además teniendo que actualizar a diario el contenido de sus redes sociales. La navarra acumula más de 1,4 millones de seguidores en Instagram, una cifra que le procura gran estabilidad económica debido a las numerosas colaboraciones con marcas que realiza. Y el otro gran pilar de la familia es, sin duda, su marido, Aritz Seminario, que aporta gran patrimonio al clan gracias a que ejerce como abogado en un bufete de Pamplona, donde trata temas de Derecho Civil.
A pesar de su trabajo, en sus horas libres, el pamplonés también participa en los vídeos y contenidos que realiza Estefanía -nombre real de Verdeliss- para sus seguidores de Instagram, YouTube o Tik Tok. Su rostro es habitual en esas creaciones audiovisuales y de hecho, no dudó en abrir su propia cuenta en las redes sociales, aunque con mucho menor éxito y con una escasa actividad en comparación con la de su mujer.
Pero eso ahora ha cambiado. Aritz ha dado un paso hacia adelante en su faceta como influencer y ha reactivado paulatinamente su rutina de publicaciones en la red social de las fotografías. En los últimos tiempos, y con mayor énfasis este verano, el navarro ha prestado mayor atención a su cuenta virtual. Ha cambiado su foto de perfil y ahora aparece junto a toda su familia disfrazada. Además, en su biografía actual se puede leer: "Padre y marido más que orgulloso. La ropa soñada para niños de mi mujer @greencornerss", haciendo referencia tanto a su papel de patriarca del clan y promocionando la tienda de moda infantil de su esposa.
Pero otra curiosidad que llama la atención de su renovada etapa en Instagram es que Aritz ha querido añadir su información de contacto -su dirección de correo electrónico- a la vista de todos, para que esté al alcance de cualquier marca o empresa que quiera ficharle como imagen o embajador, tal y como ocurre en el negocio de Verdeliss.
El abogado tiene casi diez veces menos seguidores que su esposa, pues acumula 184.000 followers en su Instagram. No obstante, se trata de una cifra que muchos microinfluencers envidian, pues con ese número ya pueden obtenerse importantes ingresos monetarios a través de las redes. Si Aritz firmara una colaboración con alguna empresa para promocionar sus productos o servicios, dado el colectivo de admiradores que posee podría cobrar por publicación estática entre 470 y 800 euros. El contenido más dinámico -vídeos- se podría pagar por casi el doble, y en caso de que Verdeliss entrara en el pack, la cifra se multiplicaría exponencialmente.
En este tiempo atrás, Aritz Seminario apenas ha realizado varias acciones para empresas de alimentación, pero lo que más llama la atención es que sí se ha animado a llevar a cabo algunos sorteos con empresas de higiene y cosmética masculina. Este tipo de acciones, fomentan el engagement -conexión entre influencer y seguidores- y ayudan a sumar más usuarios y aumentar la media de likes recibidos.
Toda una vida juntos
España entera conoce al matrimonio después de crear la familia numerosa que es actualmente. Sin embargo, su historia de amor se remonta a casi dos décadas. En el año 2004, Aritz y Estefi eran dos jóvenes que trabajaban juntos en una pizzería. Allí, entre masas e ingredientes, surgió el amor entre ellos y a partir de ese momento decidieron no separarse jamás.
Ambos no tenían claro su futuro, no tenían una estabilidad laboral sólida, pero quisieron luchar por su camino unidos. Después de tres años de noviazgo, supieron que estaban hechos el uno para el otro y sellaron su vínculo pasando por el altar. Su boda tuvo lugar el 31 de agosto de 2007, y fue el enlace que siempre soñaron, tal y como ambos han asegurado años más tarde.
Par entonces ya habían comenzado su inmersión a fondo en el mundo de la paternidad. Y es que su primer hijo, Aimar (15), llegó antes de lo esperado, un año antes de su boda, pero no dudaron y continuaron adelante para formar la familia que siempre habían deseado. Además, por fortuna, Aritz consiguió trabajo como abogado en un bufete de Madrid, y Verdeliss lo dejó todo en su tierra natal, incluso su formación en auxiliar de enfermería, y se mudó con él a la capital. Allí instalaron su hogar y fueron naciendo y creciendo los sietes hijos que tienen en común, a la espera del nacimiento del octavo, que llegará al mundo a principios del 2022 ya en su gran casa modular de Navarra.
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