"Y esa niña de largos silencios volaba tan alto que mi mirada quería alcanzarla y no la podía ver", decía un fragmento de la canción De niña a mujer que Julio Iglesias (78 años) le dedicó a su hija mayor, Chábeli Iglesias (50). Tal y como detalla la letra, la discreta hija de Isabel Preysler (70) voló del nido familiar y consiguió crear su propia vida lejos de los focos mediáticos que van ligados casi de forma intrínseca a los miembros de su saga.
Como primogénita de la reina de corazones, Chábeli ha heredado la elegancia de su madre y el gusto por los detalles, una faceta que le está ayudando a labrarse en la actualidad un camino profesional repleto de estilo. La hermana mayor de los Iglesias se ha enmarcado estos meses en el mundo de la moda de hogar y en la venta de elementos decorativos. Y lo mejor de su trabajo es que ha podido hacerlo sin moverse de casa, porque precisamente su espléndida mansión es el mejor escenario para promocionar sus productos.
Desde que conoció a su marido, Christian Fernando Altaba, en un vuelo a Nueva York en 2001, la pareja ha cambiado tres veces de hogar. Tras casarse, el matrimonio se instaló en un majestuoso castillo en Carolina del Norte, que decoró personalmente Chábeli. Después del nacimiento de sus dos hijos, Alejandro (19) y Sofía (9), la pareja encontró su casa de ensueño en la exclusiva villa de Pinecrest en Miami. Se trata de un palacete que les costó casi 2 millones de euros, que posee 2.000 metros cuadrados divididos en dos plantas, con siete habitaciones, ocho lavabos, jacuzzi, piscina olímpica y un impresionante jardín con un mirador construido expresamente para satisfacer a sus dueños. Aunque desde el inicio del confinamiento, la familia se trasladó a una nueva casa en Palm Beach -que comenzaron a reformar en 2019-, con espectaculares vistas al mar.
Gracias a que desde septiembre del año pasado Chábeli se creó su cuenta oficial en Instagram, se pueden conocer detalles de su día a día, o más bien, curiosear los especiales rincones de su gran mansión. Comedores elegantemente decorados, alfombras y tapices clásicos, zonas de chill out en el jardín, habitaciones configuradas en tonos tierra muy relajantes, vegetación tropical en la parte exterior... las redes sociales de la hija mayor de Isabel Preysler ofrecen la prueba definitiva de la pasión que siente por el diseño de interiores.
Debido al ambiente colorido y exótico que caracteriza a la ciudad de Miami, su hogar no podía presentarse de otra manera. En la urbe del sureste de Florida el sol siempre se muestra cálido, por lo que las familias, como la de Chábeli, aprovechan para almorzar en su terraza o porche siempre que pueden. Esa estancia exterior es la que más destaca de la casa, por sus cómodos y grandes sofás y por su hilera de tumbonas junto a la piscina y en medio del enorme jardín.
La propia Chábeli se define como una gran aficionada a la jardinería y a la decoración, y su mimo se puede apreciar en cada punto de su casa: desde cómo coloca los cuatro o seis cojines de cada cama hasta la forma en la que sitúa los centros de mesa con las flores idóneas para cada tipo de reunión. Porque, sí, Chábeli pone decoración floral diferente dependiendo de si es una comida familiar o si es una cena entre amigos, porque no es lo mismo y ella tiene ese don para saber cuáles son las distinciones y conocer los protocolos, algo que ha heredado de su madre.
Sin embargo, al contrario que a su progenitora, a Chábeli sí le gusta entrar en la cocina y crear manjares para su familia. Así lo desvelaba Tamara Falcó (39) a EL ESPAÑOL en la presentación de su libro Las recetas de casa de mi madre: "Mi hermana mayor sí que cocina, y cocina de verdad y yo le digo que tiene el doble de mérito porque en Estados Unidos es muy difícil encontrar gente que cocine".
De hecho, tal y como confiesa la propia Chábeli en sus redes, las comidas en familia son uno de sus momentos favoritos del día, porque, además de disfrutar de la compañía de los que más quiere, pude poner en práctica su hobby más personal: decorar la mesa.
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