Fue en noviembre de 2020 cuando el nombre del doctor Antonio Muñoz Cariñanos volvía a la primera línea mediática de la mano de Kiko Rivera (37 años) en el especial Cantora: la herencia envenenada. En ese momento, el hijo de Isabel Pantoja (65) reactivaba un rumor que siempre estuvo presente en los mentideros de la prensa del corazón: el aparente parecido físico entre el doctor y Kiko Rivera, extremo que dio pie a que se cuestionara la paternidad del joven.
De hecho, él mismo alimentó la confusión en aquel programa que dinamitó la familia Pantoja: "Se ha llegado a cuestionar que mi padre no era Paquirri, sino el doctor Muñoz Cariñanos, me hubiera gustado que mi madre saliera en mi defensa". Durante días y semanas, el nombre de este prestigioso médico otorrinolaringólogo y coronel, asesinado por ETA, estuvo presente en diversos medios de comunicación y se habló largo y tendido de la estrecha relación y amistad que lo unía a la cantante Isabel Pantoja.
Un programa de televisión, además, aseguró que Kiko Rivera valoraba la posibilidad de someterse a unas pruebas de ADN para salir de toda duda. Todo un escándalo del que informó EL ESPAÑOL en su momento. Fuentes cercanas a los Muñoz Cariñanos confirmaban entonces el "tremendo enfado" y la "indignación" que sintieron los hijos de Antonio. No entendieron a qué se debió aquel escarnio público a la imagen de su progenitor. Ahora, 365 días después de aquel aciago y agitado momento, este periódico ha podido conocer detalles inéditos de cómo se encuentra la familia y cómo, en perspectiva, han recolocado sus sentimientos.
Cierto fue, como informó este medio, que los hijos del doctor se plantearon seriamente interponer acciones legales para salvaguardar el honor, la intimidad e imagen de su padre, pero que, finalmente, decidieron "dejar pasar" lo que entendieron como "un insulto a la memoria" del coronel asesinado por ETA, su persona de referencia, su padre. Cuentan al otro lado de la línea que estos hijos han estado "mucho tiempo" esperando una "rectificación" que no se ha producido. Aquel fue "un error que Kiko Rivera no supo frenar". Un error sin perdón.
Un extremo en el que quiere ser especialmente clara la persona con la que se contacta es que los hijos de Antonio Muñoz "no tienen ninguna relación ni desean" con Francisco Javier, tercer vástago del doctor, reconocido legalmente y fruto de una relación de Antonio fuera del matrimonio. Hay que recordar que esta persona también reapareció en los medios cuando en 2020 el nombre de Cariñanos volvió a primera línea mediática. Por aquel entonces, una fuente de total solvencia sostuvo que Francisco Javier "solo busca fama" y, que fue "rigurosamente incierto" que Kiko Rivera se pusiera en contacto con él para acudir juntos a hacerse esa hipotética prueba de ADN, como se cuestionó y especuló.
Francisco Javier Muñoz rompía su silencio en el espacio de María Patiño (50). Según sus propias palabras, Kiko Rivera se habría puesto en contacto con él para hacerse conjuntamente una prueba de ADN y despejar así todas las dudas existentes en torno a su verdadero padre. "Kiko tiene la misma duda que yo. Cuando hablé con él, se lo dije, que hay que hacerlo porque hay que cerrar puertas y entonces llegarás a ser quien eres", apuntó Francisco Javier, para añadir: "Yo creo que está preocupado. Tuve una conversación larga con él y sí que está... pero está tocado por muchos costados".
Francisco, hace años, robó una colilla a Kiko Rivera en un estadio de fútbol para saber si eran hermanos, pero al final, las pruebas no le parecieron fiables. "No me quedé convencido", señaló. "Yo estoy dispuesto a ayudarle porque al mismo tiempo me ayudaría a mí mismo también", aseguró el joven. Francisco Javier recuerda conversaciones con su madre cuando era pequeño. "Yo recuerdo que mi padre decía que Paquito, Kiko Rivera, era su hijo. Eso es una cosa que también tengo ahí", concluyó.
Un bulo de décadas
"Se ha llegado a cuestionar que mi padre no era Paquirri, sino el doctor Antonio Muñoz Cariñanos. A mí me hubiera gustado que mi madre saliera en mi defensa", fueron las palabras exactas que empleó Kiko Rivera en el programa especial Cantora: la herencia envenenada. El hijo de Isabel Pantoja avivó en aquella durísima entrevista del pasado mes de noviembre, sin pretenderlo, uno de los rumores que, durante años, ha sobrevolado la prensa del corazón. No es la primera vez, como recuerda el creador de Así soy yo, que se pone en tela de juicio la identidad de su progenitor.
Antonio Muñoz Cariñanos fue coronel y un médico otorrinolaringólogo prestigioso. Antes de que ETA lo asesinara en su propia consulta descerrajándole varios tiros a bocajarro, se codeó con grandes personalidades del mundo de la música y la farándula. Entre sus pacientes hubo nombres de tan relumbrón como Rocío Jurado o la propia Isabel Pantoja.
[Más información: Cariñanos, el otorrino de Isabel Pantoja, asesinado por ETA, al que atribuyen la paternidad de Kiko Rivera]
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