Poco o nada queda ya de aquel jovencísimo, casi púber, Alfred García (24 años) que se enroló en la aventura de participar en Operación Triunfo 2017. Una edición que, por motivos que nunca nadie logrará averiguar, se convirtió en un éxito masivo y que recordó, en algunos aspectos, a aquella anhelada primera hornada de triunfitos con Rosa López (40), David Bisbal (42) y David Bustamante (39) al frente.
Más de cuatro años han pasado desde que Alfred pisara por primera vez el escenario de OT y, su vida, como la de los demás, ha cambiado sobremanera. Su música es diferente, más madura, más personal, más íntima. Su estilo, su forma de vestir, su manera de comunicarse con el mundo, también lo es.
En el último mes, el artista catalán ha pasado por tres alfombras rojas y su atuendo, compuesto por distintas capas y volúmenes, transparencias, y hasta un corsé en amarillo narciso con brocado y botonadura central con silueta a priori femenina, ha llamado la atención de todos.
En declaraciones a EL ESPAÑOL, el autor de 1997 lo expresaba así: "Ha sido parte del proceso, ¿no? Yo era muy tímido antes. No me atrevía nada con el tema de la moda y era una cosa que quería explotar. He tenido muchas ofertas, intentos de colaboraciones con marcas y era como... ¡puf! No me atrevía a dar el paso. Es un poco este hermetismo que uno tiene siempre sobre el propio artista: el autoboicoteo de no atreverse. Pero, realmente, esto es lo mejor que he hecho nunca".
Para analizar este nuevo rumbo de moda de Alfred García, este periódico ha contactado con dos de los estilistas más influyentes y conocidos de este país: Jesús Reyes, periodista experto en moda y CEO de CoolHunting Madrid Comunicación y Paloma González Durántez, estilista y colaboradora de televisión en programas de moda.
"Los que seguimos de cerca los pasos de Alfred García llevamos viendo su evolución estilística desde hace aproximadamente un año", expresa Reyes para este medio. Y continúa: "Este cambio, estoy seguro, viene acompañado también de su evolución como artista musical, entendiendo 'evolución' como cambio y madurez. Alfred deja atrás esa estética más juvenil para dar paso a un hombre de vanguardia, que mira al futuro y apuesta por una moda y estética genderless, sin etiquetas. Una moda que es arriesgada aún, sobre todo en nuestro país, pero que desde mi experiencia y visión creo que es la más acertada porque, sin duda, Alfred empieza a gozar del apoyo de público y crítica".
Para concluir, Jesús Reyes evoca a personas, grandes iconos de moda, que podrían ser referentes para Alfred: "Quizás esté tomando referencias de otros compañeros suyos del ámbito internacional, como el estilo de Harry Styles, quien cuenta con grandes apoyos dentro del fashion system y veneración por su estética. La moda hay que entenderla así: una herramienta extra que envuelve el espectáculo de un artista sobre los escenarios. Alfred lo ha entendido y ahora aprovecha este recurso para sumar seguidores y aplausos. Como el mío".
Desde el punto de vista de Paloma González Durántez, derribar muros en moda siempre es un acierto, aunque con matices. "Partiendo de la base de que para mí es un éxito romper barreras de género en la moda luciendo estilismos unisex, creo que en ese sentido, ha logrado mi aprobación. Creo que es muy importante reivindicar la moda unisex y dejar los estereotipos del pasado", apunta.
Y añade: "Si me preguntas si los looks me gustan o si está favorecido con ellos, pues, a nivel estilístico o como experta en moda, no lo veo especialmente guapo. Nada tiene que ver este nuevo estilo, que me encanta, sino que las prendas que elige no son del todo de mi agrado. Desde luego, si tengo que elegir, me quedo con esta versión de Alfred mucho antes que con la versión pasada de chico de OT insípido y aburrido que pasaba totalmente desapercibido. Al menos de este modo rompe esquemas y hace que la gente hable de él: para bien o para mal".
Para concluir, González Durántez afirma que apoya este camino que está explorando Alfred, aunque con sumo mimo en la elección de las prendas. "Creo que hay que ampliar las posibilidades estéticas en los hombres, igual que en las mujeres, pero en este caso estamos hablando de los hombres. Luego hay que trabajar el gusto. El gusto por la estética y por la moda. Un 10 a esta oda de nueva masculinidad, pero las prendas escogidas, a mí, personalmente no me gustan nada".
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