Amaia y Joseba, hijos de Karlos Arguiñano, unen sus talentos para impulsar el imperio de sus padres
El cocinero vasco tiene siete hijos y la mayoría de ellos está ligado al negocio familiar. De cara a Navidad han creado una propuesta conjunta.
10 diciembre, 2021 10:40Noticias relacionadas
Karlos Arguiñano (73 años) lleva más de media vida -literalmente- entre fogones y demostrando a la audiencia de este país su talento culinario. Su nueva generación, sus hijos, tampoco ha perdido ese don para la cocina y la mayoría de ellos ha heredado su afán por continuar impulsando el imperio gastronómico que crearon sus padres hace ya 42 años.
Todo comenzó con un restaurante que luego también se convirtió en hotel, y más tarde llegaron los programas de televisión y la Bodega K5. Esta última es uno de los negocios más mimados por la familia Arguiñano, porque tanto el cultivo de la uva como el proceso debe tener un seguimiento estricto. Y de eso se encarga Amaia, la hija "más lista" del clan. "Mi aita dice que soy la única de la familia que sabe leer y escribir, porque soy la única de los hermanos que hizo una carrera universitaria", desvelaba con humor la joven en una reciente entrevista. Es ingeniera y especialista en telemetría, pero hace tiempo que tampoco se resistió a trabajar en la empresa familiar y es la actual responsable de la bodega de txakoli de su padre.
Ella selecciona la uva junto a su equipo en los viñedos del terreno que poseen en Aia, a 300 metros de altitud frente al Mar Cantábrico y muy cerca del parque natural Pagoeta, en Guipúzcoa. Y observa cada paso hasta el embotellado y el etiquetado. Además, ha conseguido hacer del enclave un precioso lugar para practicar yoga y colabora con clubs de la zona, logrando así ingresos extra para la bodega. Pero sus ideas no han acabado ahí. De cara a Navidad, han lanzado un pack muy especial llamado "Lote Basque Delicatessen" compuesto por: dos botellas Magnum K5 2017, anchoas de Getaria, bonito del Norte, piparras de Ibarra, pastas Joseba Arguiñano y chocolate handmade Joseba Arguiñano con garrapiñadas.
Esos dos últimos productos pertenecen al negocio del hijo mediado de Karlos Arguiñano y Luisi Ameztoy. Joseba (36) es el repostero de la familia. Desde su empresa pastelera Kutixi Denda, presente en San Sebastián, el joven demuestra su habilidad culinaria con los postres -algo que también hace junto a su padre en el programa de Atresmedia Cocina Abierta.
Uniendo el vino y las pastas, Amaia y Joseba han configurado el tándem perfecto para seguir engrandeciendo el legado que sus padres pusieron en marcha hace casi cinco décadas. Junto al resto de sus hermanos, Eneko, María, Zigor, Charly y Martín, ayudan a impulsar los diferentes aspectos del imperio culinario.
Pero es en la bodega familiar donde más propuestas innovadoras se realizan. Son muy frecuentes las visitas guiadas al lugar, que se realizan de martes a sábado en dos modalidades: standard o premium. En la primera, que incluye viñedo, bodega y cata, se pueden degustar los dos vinos de la empresa con productos locales. Tiene una duración de poco más de una hora y el coste es de 25 euros por persona, si se lleva a cabo con un grupo de entre cinco y 15 adultos. Si es más reducido, entre dos y cuatro, el precio asciende a 32 euros.
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