De hoguera a hoguera y tiro porque me toca. La cuarta edición de La isla de las tentaciones toca a su fin, con un formato que Telecinco ha ido estirando como el chicle (en esta ocasión, la nueva entrega se ha prolongado durante seis meses), pero que vuelve a dejar una conclusión objetiva: Sandra Barneda (46 años) es la mejor presentadora para este programa de telerrealidad.
Con experiencia acreditada en espacios como Hable con ellas, Gran Hermano VIP o Sálvame, no vamos a descubrir a estas alturas la valía profesional de la presentadora barcelonesa, protagonista de esta sección por otro motivo: padeció dislexia durante su infancia.
No se trata de un asunto desconocido ni oculto. Sandra Barneda no ha rehuido este tema, incluso ha hablado de ello en diversas entrevistas: "Los profesores me tachaban de rebelde. Yo quería encajar, memorizar, pero no podía", recordaba en una charla para Saber Vivir, de Televisión Española, en alusión a una infancia en la que la dislexia le hizo sufrir cierta incomprensión. "El concepto de Smart Girl es para demostrar tu potencial y no sentirte incomprendida y yo me sentía así por mi problema de dislexia", exponía en otra entrevista en un acto promocional.
Sus problemas en la infancia bien pudieron tener un final diferente. "Llegaron a decirme que no valía para los estudios", explicaba en una ocasión la propia presentadora, quien, a partir de su experiencia, valora que "lo importante es no sentirte discriminado y saber que la dislexia no está reñida con la inteligencia o capacidad intelectual".
Características
Los avances pedagógicos han ayudado a que este término no sea del todo desconocido a nivel social. Cuando hablamos de dislexia lo hacemos, según la Asociación Internacional de la Dislexia, de "una dificultad específica del aprendizaje de origen neurobiológico que se caracteriza por dificultades en el reconocimiento preciso y/o fluente de las palabras (escritas) y déficit en la decodificación (lectora) y en la escritura".
Tal y como ha explicado Sandra Barneda en alguna ocasión, los expertos advierten que una de las consecuencias secundarias que deja la dislexia son los problemas en la comprensión de la lectura, lo que puede afectar al incremento del vocabulario y al avance académico en general. Una de sus peculiaridades es que no existe un patrón definido, por lo que cada persona puede presentar síntomas diferentes. Entre los más habituales se encuentran una lectura con errores y laboriosa, dificultad para seguir instrucciones y aprender rutinas, problemas de memoria a corto plazo e incluso en la parte motriz, con problemas de lateralidad y para el equilibrio.
En países como Estados Unidos se estima que la incidencia de la dislexia alcanza al 10% de la población, lo que lleva a algunos expertos a discrepar respecto a su concepción como trastorno, por lo que se inclinan por definirlo como una dificultad específica de aprendizaje.
De lo que no hay dudas es de que, con unos protocolos de detección y actuación correctos, se puede minimizar su impacto e ir superando etapas educativas y académicas. El primer objetivo es mejorar las dificultades que se puedan presentar en el aprendizaje de la lectoescritura a través de la estimulación cognitiva. El tratamiento se basa, fundamentalmente, en la paciencia y en la fuerza de voluntad, fortaleciendo de forma paralela la autoestima del niño/a, toda vez que la dislexia también puede derivar en problemas emocionales.
En este sentido, la propia Sandra Barneda es un ejemplo inmejorable, ya que es licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona y, además, está labrándose una carrera literaria notable, de la mano de títulos como Reír al viento, Hablarán de nosotras, Las hijas del agua o Un océano para llegar a ti, con el que llegó a ser finalista del Premio Planeta en 2020. Respecto a la 'huella' de la dislexia, Sandra Barneda confiesa que "sigo arrastrando algunas cosas. Me quedó, por ejemplo, cierto tartamudeo que se me nota a veces. Cuando estoy nerviosa emocionalmente hablando me encallo en palabras o las modifico, cambio el orden y digo frases extrañas".
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