La semana pasada, una revista del corazón captaba a la pareja formada por Enrique Ponce (50 años) y Ana Soria (23) entrando en los juzgados de Madrid. En concreto, era el diestro de Chiva quien debía declarar ante el juez por una denuncia que le interpuso, tiempo atrás, su mozo de espadas.
El escenario no podía ser, pues, más agridulce y desagradable, pero, más allá del fondo, las fotografías significaron el regreso de ambos al papel couché por unos días. Hacía mucho tiempo que no se inmortalizaba a Enrique y a Ana, ni siquiera ya se habla de ellos en los platós de televisión.
Desde que se afincaron en Almería -tierra natal de ella-, y eliminaron todo rastro de sus redes sociales, cuesta mucho saber, averiguar o contrastar informaciones sobre ellos. No obstante, algo se filtra de cuando en cuando por alguna rendija. Hace unos días, se publicó que Ponce alquila su adorada finca La Cetrina para celebrar bodas, y ahora EL ESPAÑOL confirma dos sorprendentes datos.
Según avanza 20Minutos, y ha podido ampliar este medio a través de fuentes almerienses, el torero ha comenzado su entrenamiento para despedirse de forma oficial de los ruedos, como era su deseo desde que anunció aquella retirada temporal. Entonces, tenía la idea, en efecto, de volver tras la pandemia, pero ha tomado la férrea decisión de cortarse la coleta. Lo consultó con su familia, y se desliza que hasta con su exmujer, Paloma Cuevas (49).
Toca disfrutar de otras cosas de la vida, convinieron todos. Eso sí, Ponce tiene claro que debe irse a su altura, con una despedida en honor a ese público que siempre lo ha seguido. Hará una gira por las plazas más emblemáticas de su vida, ésas que tantas alegrías le dieron. Explica quien bien maneja la información que aunque principalmente se centrará en los cosos españoles, Enrique tiene intención de viajar al extranjero. Ciudades como México también quieren decirle adiós.
"Aquí es un grande, pero no sabría decirte en comparación con México. Allí lo tienen como una leyenda", se detalla. En lo que respecta a La Cetrina, se traslada a este medio que es cierto que Ponce la va a explotar para algunas celebraciones, pero su intención final sigue siendo vender. Se puntualiza que esos festejos en Navas de San Juan, Jaén, serán "selectos y muy bien elegidos. No podrá casarse todo el mundo".
En esa línea, se apostilla que sólo se pondrá a disposición del público "una parte reducida de la finca", el resto seguirá siendo privado y de uso particular. También está en disposición este periódico de aportar datos sobre la vida académica de Ana Soria, ese otro gran 'secreto' del que casi nada se sabía. De la joven estudiante se ha dicho en los últimos tiempos que había abandonado los estudios, que no se la veía por el campus de Almería.
Pues bien, Soria ha conseguido en este "año y medio" no sólo demostrar que continúa en serio con su carrera de Derecho, sino que "ha recuperado las asignaturas que tenía pendientes de otros cursos". Alguien que quiere a Soria asegura que está sacando "unas notas de escándalo" y que será "una buena abogada". Contrariamente a lo que se ha publicado, aún no ha hecho prácticas, pero está buscando "un despacho en Almería, de confianza".
Cabe recordar que se especuló con el hecho de que Baltasar Garzón (66), amigo de la familia y padrino del hermano de Soria, hubiera incluido en su plantilla a la joven. No fue verdad, aunque no se desmiente la gran admiración que siente Ana por la labor jurista de Garzón.
El problema de la casa de Soria
Ponce estaría pasando por importantes problemas económicos. Una situación desesperada que le ha llevado a querer explotar su bien más preciado, su finca Cetrina. La majestuosa propiedad se alquila para la celebración de bodas por 5.000 euros al día. Un anuncio que nunca habría querido hacer el torero pero que suponía ya desde hace tiempo un gran quebradero de cabeza para él.
A su lado permanece Ana Soria, quien también conoce de primera mano lo que es tener problemas con el patrimonio inmobiliario. Y es que su familia aún no ha podido deshacerse de su gran chalé de Almería, que cumple ahora un año a la venta.
El hogar familiar de la joven colgó el cartel de 'Se vende' en pleno invierno de 2021 y desde entonces no ha conseguido compradores ni una oferta que satisfaga a sus padres. El inmueble se puede adquirir por 700.000 euros, un precio que no ha sufrido ninguna modificación en estos 12 meses, algo que dificulta la atracción de posibles compradores.
No en vano, el valor de mercado de los inmuebles de similares características y en la misma zona es bastante menor. El hecho de que el precio de la casa esté por encima de la media, y además no haya intención de bajarlo, supone un problema actual para conseguir nuevos dueños pronto. La propiedad se encuentra en Ciudad Jardín-Tagarete y a pocos metros del paseo marítimo de la ciudad. El chalé dispone de 260 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas.
[Más información: Enrique Ponce alquila su finca Cetrina para celebrar bodas por 5.000 euros al día: su "quiebra patrimonial"]
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