Hace unos días, el pasado 5 de marzo de 2022, fue un día importante en la vida del expresidente del Gobierno Felipe González: cumplió 80 espléndidos años. Un aniversario muy especial para Felipe y toda su familia.
Hace más de 25 años que salió de la Moncloa, pero la vida de González sigue estrechamente vinculada a la política. Su día a día se reparte entre conferencias, trabajar en su taller y el campo.
El que fuera presidente de España entre 1982 y 1996 lleva hoy una vida tranquila, plácida y sosegada. Hay una faceta que está cuidando en los últimos años de forma muy especial y dedicada: la familiar. Padre de tres hijos y abuelo de ocho nietos, Felipe González disfruta de los suyos más que nunca.
No obstante, no siempre fue así. Este pasado domingo, el expolítico fue entrevistado por Jordi Évole (47) en La Sexta, y dejó ver su lado más íntimo, personal y familiar. González hizo autocrítica y reconoció algunos de los aspectos más dolorosos de su biografía. No tuvo reparo en analizarse como padre de la forma más descarnada: "No he sido un buen padre".
"Creo que he sido un padre que quiere a sus hijos, pero buen padre significa dedicar mucho tiempo a sus hijos, cosa que no he hecho", ha aseverado. En este sentido, Felipe ha admitido que sus hijos se han podido sentir decepcionados con él: "Desde el punto de vista personal, seguro. No hay más explicaciones".
Esto, afortunadamente, forma parte del pasado. Hoy, trata de recuperar el tiempo perdido, y explica cómo celebró su cumpleaños: "Voy a hacer una comida con mis hijos. Además, será una novedad, será la primera vez que coma con los tres. Cuando estaba en el Gobierno, a veces, coincidíamos en la cena, pero comer así, hacer una comida, será la primera vez".
Cabe recordar que Felipe se casó en 1969 con Carmen Romero, militante socialista y sindicalista en la UGT. Fruto de ese amor, que se selló en el Monasterio de Loreto, en Sevilla, nacieron sus tres hijos, Pablo, David y María.
En su charla con Évole, González ha rehusado catalogarse como mal marido: "Creo que no soy una pareja difícil. Soy respetuoso, tolerante, creo que la gente necesita su espacio, etc".
Sobre su infancia, Felipe González se ha definido a sí mismo como un niño "bastante normal". Eso sí, los estudios siempre estuvieron como asignatura pendiente: "No he sido un buen estudiante. Me gustaba estudiar para aprobar y estar mucho en la calle. Y tampoco he tenido una juventud en el sentido en el que se entiende ahora".
Según sus propias palabras, el padre del expolítico era "muy silencioso por su experiencia en la Guerra Civil", y definía a su madre como alguien "muy alegre, despierta y emprendedora". Destaca el papel clave que tuvo su madre en su vida: "Tenía una relación muy entrañable con mi madre, me divertía mucho con ella".
Además de la actualidad nacional, marcada por la crisis del Partido Popular o las últimas noticias sobre el rey emérito -y la internacional, donde la invasión rusa de Ucrania copa todos los titulares a nivel mundial-, Felipe González también ha tratado otros temas sobre su vida personal, cuando acaba de cumplir 80 años.
"Yo no tuve conciencia de la edad hasta que tuve 60 años. Ahora me veo viejo, es una vejez distinta. No me veo de la tercera edad. La vejez empieza cuando tu cabeza se resigna y mi cabeza no para, está permanentemente activa", se ha confesado el expresidente del Gobierno, quien no piensa en su muerte.
"La muerte es un hecho natural. Le damos demasiada importancia. Está bien que hablemos de los 80 años, pero vamos a esperar a otra ocasión para hablar del final. Yo hablo de estas cosas, pero no así", le ha comentado a Jordi Évole.
En otro orden de cosas, Felipe González ha reconocido sentirse "prisionero de la imagen" que a lo largo de los años se ha proyectado sobre él. Tampoco ha escondido la soledad que existe en el poder: "Es muy agobiante y la política es inhumana porque es una obra inacabada".
En este punto del relato, explica que nunca recurrió a la ayuda profesional: "Nunca tuve ayuda psicológica y probablemente me hubiera venido bien: llevo tomando una pastilla para dormir durante 40 años".
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