Desde que el 20 de enero de 2022 Paz Padilla (52 años) abandonó en directo el plató del espacio Sálvame, nunca más volvió a pisar las instalaciones de la cadena de Fuencarral, Mediaset.
Se quitó el micrófono, airada, tras un enfrentamiento con Belén Esteban (48) acerca de las vacunas contra la Covid-19. Cabe recordar en este punto que Padilla sostuvo, días antes, en un directo en Instagram que estas dosis "no sirven para nada".
Una manifestación que dio a entender a Esteban que era negacionista, por más que Paz lo negara en directo en varias ocasiones. Sea como fuere, un delicado momento que la cómica atajó de pleno al ver que el desaguisado no se podía reconducir.
Se fue para no volver. Días después, se hizo público su despido de Mediaset y de La fábrica de la tele, productora del programa vespertino de Telecinco. Más tarde, un medio de comunicación informó de que la de Cádiz pretendía llevar a juicio al grupo audiovisual por "despido improcedente".
EL ESPAÑOL ha podido confirmar y ampliar la información con datos exclusivos. Según explica a este medio una fuente de total solvencia, Padilla pretende demostrar ante el juez que en su cese laboral hubo "alevosía", y que se ejecutó de forma premeditada.
Se habría cometido este extremo desde el momento en que "se orquestó su despido desde días antes, cuando Jorge Javier (51) y Belén calentaron motores para que ese jueves todo estallara". Cuentan a este periódico que Paz "presentará pruebas documentales" de otros ejemplos similares al suyo.
La idea principal que se defenderá es que irse del plató de Sálvame "no es noticia", porque la historia del programa está plagada de casos, tanto de presentadores como de colaboradores. El acto de conciliación se celebrará el 31 de mayo en el Juzgado de lo Social nº47 de Madrid. Llegado el momento, si no hay acuerdo, al juicio se presentarán como testigos "grandes compañeros y amigos".
Y se insiste: "Ninguno de ellos le ha dicho que no". En otro orden de cosas, se desliza que Paz Padilla está cerrando importantes contratos profesionales. Sobre todo, cuenta con una oferta allende los mares, en México, que la tiene muy ilusionada.
Hace unos días, mantuvo una importante reunión laboral, tal y como confirman a este medio: "Relacionada con su obra de teatro y su libro, El humor de mi vida". Su truncada historia de amor con su marido Antonio, su relación con la muerte y su vida de superación y lucha han gustado sobremanera a algunos productores mexicanos, quienes se habrían interesado en hacer una película sobre la vida de Paz Padilla.
Hace constar quien bien conoce la situación que no hay de qué preocuparse por la vida laboral de Paz tras su salida de Mediaset. De hecho, "ha recibido algunas ofertas de otras cadenas nacionales y autonómicas. Como ella dijo hace unos días, hambre no va a pasar porque no le da miedo el trabajo. Sea el que sea". Incluso, la han animado a especializarse en ser conferenciante: "Tiene un discurso muy poderoso y sabe comunicar con sencillez y naturalidad".
Comunicado y mucho dolor
A los días de abandonar su puesto de trabajo, Mediaset reaccionaba con un comunicado: "Mediaset España decidió resolver el contrato vigente con Paz Padilla tras el incumplimiento de su obligación como presentadora, al haber abandonado el programa Sálvame una hora y media antes de su finalización el pasado 20 de enero".
Escueto y directo, sin preámbulos y, sobre todo, no dejando puertas entornadas: Padilla ya no forma parte de la cadena. Rescisión de contrato. "La independencia se paga", deslizó entonces alguien que la quiere bien, para añadir: "El problema de esto es que ha sorprendido mucho que el comunicado venga de Mediaset, de la cadena en bloque. Sus más y sus menos los tenía con una productora, no con el grupo".
Si hay algo que le ha dolido especialmente a la gaditana es que se juegue con su profesionalidad y se cuestione su buen hacer. "Lo de que incumple su obligación es de risa viniendo de ese programa en el que se van y vienen. Eso te digo que ha dolido mucho, mucho, porque otra cosa no, pero profesional Paz es un rato largo", se aseguró entonces, sin conocer que ése sería uno de los argumentos de la cómica en su defensa.
Ella es fuerte y se ha respuesto ya del revés, de la decepción. Paz tiene "la conciencia tranquila y se ha ido con la cabeza alta y habiendo hablado con todos y cada uno de sus compañeros". Con Belén y María Patiño (50), también. Contrariamente a lo que se pueda pensar, "Paz sigue sintiendo como amigos a algunas personas de la cúpula de Sálvame. Pese a todo. Ella no olvida quiénes estuvieron en su peor momento (la muerte de Antonio)".
Según publicó este medio hace unas semanas, Paz entendió ese duro 20 de enero "que no se la trató con el respeto que merece, no ya por ser presentadora, sino como persona". Ese día se sintió poco menos que humillada: "Se vio profundamente desamparada y muy impotente ante una mentira".
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