Este pasado jueves 31 de marzo, se conocía en televisión el primer concursante oficial de Supervivientes 2022, y su identidad sorprendía a propios y extraños: Nacho Palau (51 años), expareja sentimental de Miguel Bosé (65).
Un fichaje sorprendente teniendo en cuenta que nunca antes Nacho Palau había dado un paso al frente a nivel televisivo. Su sitio y lugar estaba en el segundo plano, en su tranquila y humilde vida en Chelva, Valencia.
Su silencio mediático había sido su señal de identidad y modus operandi desde que rompió su relación sentimental con el célebre cantante, y los cuatro hijos que habían vivido como hermanos en México se separaron física e irremediablemente.
Ahí comenzó un proceso judicial en el que el valenciano Palau quiso que los cuatro menores fueran reconocidos legalmente como hermanos, como proyecto de vida de sus padres, pese a que los dos mayores -Diego y Tadeo- sean hijos biológicos de Miguel Bosé; y los dos menores -Ivo y Telmo-, de Palau.
En este tiempo de litigio entre la expareja -el cual tiene visos de no terminar-, sólo la madre de Palau, Lola Medina, ha hablado en los medios de comunicación para defender a su hijo y procurar la paz y unión familiar.
Sólo Palau se atrevió a conceder una demoledora entrevista en una revista el pasado mes de enero, en la que desgranó su historia "de terror" con Bosé. No obstante, la televisión se le había resistido. Hasta ahora.
EL ESPAÑOL conoce detalles de cómo se ha orquestado esta negociación para que Palau se lance del helicóptero desde Honduras. No es la primera edición que lo tientan, pero sí la única en la que se ve "con fuerza, ilusión y seguridad", como explica a este medio alguien que lo conoce bien.
No han sido conversaciones sencillas, tampoco las condiciones y las dudas que planteó Nacho. Al ser una persona inexperta en el mundo de la televisión y los realities, Nacho quiso cerrar un contrato "con la letra pequeña bien leída". Obviamente, consultó la oferta, se explica, con su madre Lola en primer lugar.
Como en otras ediciones, ella lo animó a vivir la aventura. El informante con el que se contacta explica que ha sido clave en su "sí" el hecho de que su guerra con Bosé esté "en un punto más tranquilo", en cuanto a su tratamiento en los medios de comunicación. Los dos hijos que viven con él en Chelva, Ivo y Telmo, están muy ilusionados con esta aventura.
Ellos y sólo ellos, los hijos, son el motivo único por el que Nacho Palau se enrola en esta aventura: ha dicho que sí a Supervivientes "para asegurar un poco más el futuro de sus hijos, Ivo y Telmo". Todo lo que gane irá destinado a ellos.
De esta declaración de alguien bien cualificado para hacerla se deduce que Nacho no quiere saber nada de la televisión más allá de esta aventura: "Tiene un trabajo muy apañao que le da una remuneración bien para vivir como él vive en Chelva, muy modestamente".
Los pequeños quedarán al cuidado de su abuela, Lola, así como de demás familia y amigos. En lo que respecta a la relación de Nacho Palau con la familia Bosé -siempre buena y afectuosa con algunos miembros-, se desliza que le han animado a la aventura selvática rostros como Palito (25) y Lucía Dominguín (64).
Palau tiene una estrategia, un objetivo claro: "Contar su historia con Miguel, hablar de su vida y de sus vivencias. Le falta hablar a él y que el público valore quién dice la verdad. No quiere hacer daño, sólo que se sepa su verdad".
Eso sí, se habla a este periódico de una suerte de cláusula: "Ha dejado claro que quiere hablar de su vida, pero no contar detalles de otros Bosé que no sean Miguel. Respeta mucho a esa familia. Tampoco quiere hablar en exceso de sus cuatro hijos. Su intimidad queda fuera del concurso".
Nacho Palau, 'influencer'
Desde hace unas semanas, Nacho Palau ha perdido el miedo a mostrar públicamente detalles hasta ahora desconocidos de su día a día en Chelva, localidad valenciana en la que ha asentado su vida junto a sus dos hijos pequeños.
Tras mucho tiempo cambiando de trabajo, al fin retomó su profesión el pasado otoño y ahora consigue unos ingresos extra gracias a su nueva incursión en el mundo de las redes sociales.
Palau ha encontrado la estabilidad necesaria para cuidar de su familia, aunque eso haya significado tener que llenar su currículum de puestos de trabajo temporales en los últimos años. Comenzó a trabajar como cocinero de una residencia de mayores y después también estuvo en una fábrica de embutidos La Zanzonía, donde fue repartidor por un sueldo muy humilde.
Pero desde finales del 2021, su labor está en el taller de esculturas y artesanías Perandres&Palau, donde de momento da forma a platos y cuencos decorativos de cerámica. Su felicidad por volver a la profesión que tanto le apasiona se nota en su continua sonrisa, una mueca imperturbable que deja ver a través de sus redes sociales.
Precisamente, esta ventana virtual también le está dando importantes alegrías en la actualidad. Gracias a la exposición cada vez mayor que tiene en plataformas como Instagram, existen empresas que se han interesado en contar con él para promocionar sus productos. De hecho, ya está ejerciendo de influencer amateur publicitando la conocida marca Wetaca, compañía que envía platos preparados de comida a domicilio semanalmente.
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