Buenas noticias para la cantante Isabel Pantoja (65 años). La tonadillera ha sido absuelta del presunto delito de insolvencia punible por la venta de su chalé en Marbella, y por el que el fiscal pedía tres años de prisión para ella.
El juez de lo Penal número 5 de Málaga ha dictado sentencia absolutoria en favor de la cantante, una información que ha avanzado este martes 26 de abril de 2022 el digital Málaga Hoy, y que la intérprete de Marinero de luces conoció horas antes, el pasado lunes.
El juzgado se ha pronunciado justo un mes después de que comenzara el juicio. Isabel Pantoja respira tranquila. La vista de este juicio comenzó el pasado 22 de marzo, fecha en la que la cantante tuvo que volver a sentarse en el banquillo, nerviosa y entre lágrimas al recordar el duro momento que vivió en el pasado.
De negro riguroso, Isabel intentó dar su versión de los hechos. Visiblemente afectada y repitiendo la palabra "gracias" en varias ocasiones, comenzó la declaración de Pantoja ante el juez, en la que reconoció que ella "no entiende de papeles", y que a pesar de ser ella la única administradora de Panriver 56 S.L. desconocía los "beneficios y las deudas que ha dado esta empresa".
"Mis asesores fiscales a veces lo han hecho bien y otras no", aseguró, insistiendo en su desconocimiento de los "movimientos que hacía la empresa". Añadió entonces: "Ojalá me lo hubieran dicho antes", confirmando que dio plenos poderes a su hermano Agustín Pantoja (57) sobre sus sociedades "delante de notario".
"Yo le firmo el poder ese a mi hermano para liquidar todo lo que se debiese", sostuvo. Insistiendo en que desconocía los embargos sobre sus propiedades, Pantoja reveló que cuando se enteró de las deudas que arrastraba, "yo estaba privada de libertad".
"Estando donde yo estaba, no me importaba el precio de la casa ni nada", confesó, admitiendo que su "error" fue "poner todos mis bienes como aval de esa casa" para "intentar salvar mi patrimonio". "Mi letrado no me dijo nada y si me lo hubiera dicho yo hubiera pagado antes de entrar en ese lugar", explicó, refiriéndose que de haber sabido lo que debía lo hubiese afrontado antes de ir a prisión.
Desolada, la artista aseveró que se enteró de lo que está pasando con la casa cuando le llegó "una carta a prisión", manteniendo que "desconocía hasta el banco que era".
"Mi gran problema es que estaba donde estaba y no podía salir para solucionar estos asuntos", declaró, repitiendo que su gran error es que "puso todos sus bienes como aval para salvar esa casa". "Todo mi trabajo de toda mi vida", matizó, destrozada.
Sin poder dejar de llorar, Isabel salió en defensa de su hermano Agustín -encargado de llevar a cabo la venta de La Pera cuando ella estaba en la cárcel-, manteniendo que se creía su palabra y que creía que "todo lo que ha hecho está bien hecho". "Es la única persona que tengo a mi lado", apostilló mirando al cielo, rota en llanto.
Los hechos
Los hechos se remontan a cuando la tonadillera era administradora única de la sociedad Panriver 56 S.L. y, supuestamente, contrajo una deuda relacionada con su casa de Marbella con la empresa constructora Codabe.
Esta empresa constructora a su vez tenía otra deuda con la promotora Hormofer por un montante mayor y los juzgados estimaron que la deuda que tenía la tonadillera debía pagarse a la otra sociedad.
A la vista de que Codabe tenía embargado su crédito y que Panriver estaba interesada en la venta de unos inmuebles (para lo cual resultaba necesario cancelar el embargo sobre los mismos) "los acusados se concertaron para beneficiarse mutuamente en perjuicio de los derechos de créditos de Homofer S.L., de los que tenían pleno conocimiento".
Así mediante escritura pública de 25 de marzo de 2015, la sociedad de Pantoja y Codabe elevaron a público un acuerdo consistente en el pago por parte de Panriver 56 de 62.759,10 euros mediante cheque entregado en ese acto, renunciando la constructora a cualquier reclamación frente a la empresa de la tonadillera.
A continuación, Codabe y Panriver conjuntamente solicitaron del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Madrid el archivo del procedimiento de ejecución y cancelación del embargo, impidiendo así que Hormofer cobrara la cantidad por la que se había despachado ejecución de 114.108 euros, así como la realización de las fincas embargadas.
Se da la circunstancia de que en 2015 Isabel Pantoja estaba en prisión por blanqueo de capitales, un caso en el que también fue condenado su expareja, el exalcalde de Marbella Julián Muñoz (74), además de su exmujer, Maite Zaldívar (65), y el hermano de ésta Jesús Zaldívar.
A un mes de reaparecer en América -por el momento tiene cuatro conciertos confirmados en Argentina, Perú y Chile- su posible condena era un tema que quitaba el sueño a Pantoja que, ahora, debe hacer frente a la elevada deuda que tiene tanto con Hacienda como con el banco para no perder Cantora.
El primer paso, pagar los 414.080 euros que debe al Fisco con el 80 por ciento del caché, que recibirá por sus próximos conciertos y, si todo va bien, podría cerrar una serie de galas en América que le reportarían un millón de euros con los que podría olvidarse de su deuda con la Agencia Tributaria y pagar parte de las cuotas impagadas de la hipoteca de la finca desde hace dos años, por las que debería alrededor de 1,5 millón de euros.
Importantes problemas económicos que pasaron a un segundo plano para la tonadillera por sus problemas legales. Ahora, tras ser absuelta, respira aliviada, ya que ha podido demostrar su inocencia y no revivirá su peor pesadilla regresando a prisión.
[Más información: El lenguaje corporal de Isabel Pantoja, analizado por un experto: los sentimientos que delatan sus gestos]