La semana pasada se celebró la Barcelona Bridal Fashion Week, la cita de moda nupcial más importante de España y una de las más reconocidas en todo el mundo. La diseñadora Rosa Clará fue una de las grandes estrellas de la jornada con su desfile.
No estaría sola: en el front row se esperaba la ansiada presencia de Paloma Cuevas (49 años), la colaboradora, y amiga, más especial de Clará. Sería su segundo encuentro con los medios de comunicación desde su separación matrimonial y la expectación era máxima.
En los últimos meses, Paloma y Rosa han trabajado mano a mano en la colección cápsula de siete espectaculares diseños que llevan el sello y la impronta Cuevas, y suponen su irrupción, a lo grande, en el mundo textil.
No obstante, pese a la ilusión que sentía la exmujer de Enrique Ponce (50) por este desfile, causó baja de forma irreversible. Su padre, el legendario torero Victoriano Valencia (90), tuvo que ingresar en el hospital y toda la familia -sus hijas, Paloma y Verónica, y su mujer, Paloma Díaz- estuvieron muy pendientes de su evolución.
Según la información que maneja EL ESPAÑOL, Victoriano fue atendido en su centro de confianza, en el hospital La Zarzuela, en Madrid. El motivo de su último ingreso obedeció a "complicaciones típicas de la edad", se detalla. No es la primera vez que el padre de Paloma Cuevas ingresa.
De hecho, en los últimos años han sido varias las ocasiones en que se ha visto obligado a estar bajo control médico. Explica quien está en disposición de hacerlo que Paloma "lo dejó todo" y se desplazó con su padre al hospital. Fue ella quien estuvo a su vera, día y noche, hasta su alta hospitalaria. Al cierre de este artículo, Victoriano se encuentra "estable, con buen ánimo y en casa".
Cierto es que su salud se ha visto "resentida" en el último tiempo, pero nada fuera de un orden natural. Paloma Cuevas recibe la inestimable ayuda de su única hermana, Verónica. Ella es su apoyo, su hombro donde aferrarse, sobre todo desde que el hermano de ambas, Nano Cuevas Díaz, falleció en 2014. Aquella tragedia las unió aún más, si cabe.
Verónica Cuevas vive fuera de Madrid, según se explica a este medio, pero viaja con frecuencia a la capital de España para visitar a sus padres y repartirse algunas tareas con su hermana. Cabe recordar que el matrimonio formado por Victoriano Valencia y Paloma Díaz vive con su hija Paloma desde hace varios años. Padres e hija -en compañía de las menores Bianca (10) y Paloma (14)- hacen vida en la casa de Pintor Rosales.
Ese inmueble fue el conyugal cuando Cuevas y Ponce eran matrimonio, y la familia se quedó en él mientras el diestro de Chiva ponía rumbo a Almería con la joven Ana Soria (23), en pleno verano de 2020.
Tras la firma del divorcio, Ponce se quedó con esa casa, situada en el centro de Madrid, y Paloma planeó mudarse a la urbanización La Finca, en Pozuelo de Alarcón, donde Victoriano Valencia regaló al matrimonio en 2013 una casa en la zona Los Lagos de 645 metros cuadrados.
En el reparto, esa casa se la quedó Paloma Cuevas. Su intención fue mudarse allí junto a sus hijas y sus padres, entre otros motivos por el gran espacio y la mayor comodidad de cara al día a día de Victoriano y Paloma. Según se informa, Cuevas comenzó unas obras de reforma, así como los trámites de traslado. Sin embargo, llegó la pandemia y todo se retrasó sine die.
También las obras sufrieron una importante frenada. En la actualidad, la familia sigue en Pintor Rosales y esa mudanza está paralizada, aunque la intención sigue siendo firme. "La casa de Pintor es grande, pero la distribución no es muy adecuada para personas mayores. Demasiadas escaleras. En cambio, en La Finca es todo más diáfano", apunta una fuente bien informada.
La salud y un revés familiar
En febrero de 2021, Victoriano Valencia tuvo que ser hospitalizado durante dos semanas tras sufrir arritmias y un desequilibrio en los niveles de azúcar. El progenitor de Paloma, que ha cumplido este año 90 años, ingresó en el Hospital de La Zarzuela, en Madrid, y recibió el alta el pasado 12 de febrero.
Fue Paloma Cuevas quien pasó las noches a su lado. Durante el día, su mujer, Paloma Díaz, y su otra hija Verónica se quedaban junto a él. Ese bache, afortunadamente, se superó.
Hay que reseñar que Victoriano y Paloma Díaz lo pasaron francamente mal en 2014 cuando falleció su hijo, Victoriano Nano Cuevas Díaz, el hermano de Paloma Cuevas. Su muerte sumió en una profunda tristeza a toda la familia y, sobre todo, a sus padres.
Nano, como lo llamaban cariñosamente, se vio aquejado de un principio de neumonía y desembocó en una parada cardíaca, como confesó su propio padre. En otro orden de cosas, Victoriano Valencia ha estado muy presente no solo en la vida personal de su hija Paloma, sino también en la sentimental.
Fue él quien se 'empeñó' en que su hija conociera a Enrique Ponce, después de posar sus ojos y su interés por José Ortega Cano (68) de forma infructuosa. A lo largo de los años, Victoriano ha despuntado en el mundo taurino a nivel empresarial. Los años sesenta fueron los de su mayor esplendor. Ha mantenido unos años muy boyantes a nivel taurino. Tomó la alternativa en la Monumental en la Ciudad Condal junto a Antonio Ordóñez como testigo de excepción.
Con los años, reza la historia, Paloma y su padre fueron a la plaza de Algeciras donde toreaba Enrique Ponce. Este no tuvo su mejor tarde y fue Paloma la que azuzó a su padre Victoriano para que ayudase a Ponce. Valencia se convirtió en su apoderado y ahí comenzó una estrecha y fuerte relación familiar que ha perdurado a lo largo de los años.
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