Carismático, irónico, ocurrente, divertido, mordaz... Son muchos los calificativos para definir al gran Jesús Mariñas, el alma mater de la crónica rosa que fallecía este 10 de mayo víctima de un cáncer de vejiga, a los 79 años. El mundo del corazón pierde su lengua más afilada, que ha protagonizado momentos televisivos impagables y frases que ya forman parte de la historia como su mítico: "¡Que te calles, Karmele!". Hoy, compañeros y famosos lloran su muerte y le rinden homenaje recordando sus mejores anécdotas y desvelando un perfil personal poco conocido para el gran público.
Este coruñés, que nunca perdió su acento pese a vivir fuera de su Galicia natal, dedicó toda su vida al periodismo, su gran pasión, y se hizo muy popular en la década de los noventa gracias a su participación en Tómbola, uno de los programas más relevantes de la época. También fue uno de los tertulianos insignia de Día a día, a las órdenes de María Teresa Campos (80 años), una de sus grandes amigas. Su muerte ha supuesto un durísimo golpe para la veterana periodista, tal y como confiesa a EL ESPAÑOL su hija, Carmen Borrego (55): "Mi madre está fatal, destrozada, se ha llevado un palo gordo porque son muchos años de amistad y de cariño. Quiere muchísimo a Jesús".
La colaboradora de Sálvame y su familia eran conscientes de que el estado de Mariñas era delicado: "Aunque sea esperado, es una noticia muy desgraciada. Estaba muy malito, pobrecito, estaba ya muy mal. He tenido una relación muy especial con él de muchos años y es duro, no te voy a mentir".
Carmen aprovecha para ensalzar las virtudes del comunicador: "Jesús era un personaje estupendo, pero yo creo que al Jesús de verdad le hemos conocido pocas personas. Era un hombre muy humano, muy divertido y sobre todo un pionero en nuestra profesión. Era una grandísima persona". Son muchas las anécdotas que ha vivido a su lado, pero "no podría elegir una sola. Muchos veranos en Marbella maravillosos, en Mallorca… Jesús tenía muchos amigos, era un hombre de muchísimos amigos".
También comparte unas palabras de agradecimiento a Elio, el marido de Jesús, con el que aún no había podido hablar cuando atiende la llamada de este medio. "Elio se ha portado con Mariñas en los últimos tiempos de manera ejemplar, se ha dedicado en cuerpo y alma a cuidarle. Tiene que estar destrozado porque son muchos años a su lado. Eran una pareja muy peculiar, pero que se querían mucho", asegura.
Otro de los periodistas que ha vivido infinidad de momentos a su lado es Gustavo González (56) y que aporta datos nuevos sobre el fatal desenlace. "Él tenía el cáncer bastante controlado pero sufría una afección bastante complicada de corazón y se había negado a operarse porque tenía miedo. Estuve con Jesús hace un año aproximadamente y al principio le costó reconocerme, pero luego estuvo muy cariñoso conmigo. Yo tenía muy buena relación con él porque para nosotros ha sido un maestro y le tenía muchísimo cariño y respeto".
Al paparazzi y colaborador televisivo le ha pasado algo muy curioso que nunca olvidará, una anécdota para el recuerdo: "El sábado me casé y los calcetines que llevaba en la boda me los había regalado precisamente Mariñas… Él era un grandísimo profesional, un gran trabajador, meticuloso y se casaba con poca gente. Para nosotros siempre fue un ejemplo. Se ha ido un grande".
José Manuel Parada (68) es uno de los muchos amigos que ha estado pendiente de Mariñas hasta el último día y confiesa, un poco descolocado al coger el teléfono, que no esperaba tan pronto desenlace. "Ahora no sé qué hacer. Estoy a 700 kilómetros de Madrid, esperando a que me confirmen algo. La verdad es que no me lo imaginaba, como aguantaba y llevaba tanto tiempo malito... Me acabo de enterar hace cinco minutos y estoy en shock. Había quedado el jueves en ir a verlo…".
Estuvo con él recientemente "y le llevé unos pasteles de mi pueblo, muy ricos. Le encantaron. Ayer mismo hablaba con Jesús por teléfono y me dijo que se encontraba 'milagroso', que los médicos estaban muy contentos porque estaba mejor", asegura.
Ahora, le quedan los muchos recuerdos de sus vivencias: "Nosotros comenzamos juntos y siempre hemos ido paralelo, empezamos trabajando en las mismas emisoras, vivimos juntos en Madrid... Hemos tenido muy buena relación. Le recuerdo con mucha vitalidad. No se cansaba nunca, siempre estaba muy activo, el cansancio no era lo suyo. Siempre estaba pendiente de la diversión, era muy vitalista".
Para terminar, Parada tiene algo muy claro: "Jesús Mariñas ha vivido como ha querido, como le ha dado la gana. Nadie puede decir de él que 'pobrecito' porque ha vivido a tope. En vida ha sido muy feliz".
Si hay algo en lo que todos están de acuerdo es que el periodista gallego fue y sigue siendo un maestro en lo suyo. Así lo refleja Antonio Rossi (53), que ha tenido la oportunidad de trabajar con él en diferentes programas. "Mariñas fue un referente en la crónica social y un gran cronista. Llevó la crónica a la televisión además de forma casi pionera. Y sí era un gran trabajador. Eso creo que nadie podrá decir otra cosa", asegura.
Se queda con todo lo bueno, algún rifirrafe incluido: "Siempre a pesar de los roces por las informaciones era compañero. Y si había algún enfrentamiento luego se solventaba. Me asombraba su memoria, porque sí es verdad que en sus crónicas no faltaba un apellido, un lugar, una situación. Era increíble como lo contaba todo al detalle".
(Más información: Jesús Mariñas, el periodista mejor pagado en su época que revolucionó la prensa rosa: su vida, en imágenes)