Es uno de los mejores jugadores del mundo, tiene una familia perfecta y una cuenta corriente de muchos ceros. Además, su imperio económico, que según Forbes asciende a 400 millones de euros, no para de crecer. Ahora, ha emprendido un nuevo proyecto que le lleva directamente a codearse con la realeza. Leo Messi (34 años) se ha desplazado hasta Arabia Saudí, donde ha sido recibido con todos los honores por la princesa Haifa Mohammed Al-Saud.

Ella se ha encargado de enseñarle los lugares más emblemáticos de la ciudad histórica de Jeddah, mostrándose encantada con la visita. "¡Hoy temprano, me lo pasé muy bien mostrándole a Messi y sus amigos el histórico Jeddah. Me alegro de ver que se quedó hipnotizado por su esencia, herencia y belleza. ¡Espero darle la bienvenida a él, a su familia y amigos nuevamente muy pronto!", escribía en su Twitter. Y su perfil se llenaba de alabanzas hacia el argentino.

Este viaje es de placer y de trabajo, pues el jugador ha sido nombrado nuevo embajador turístico de Arabia Saudí e invitado a pasar unas breves vacaciones en este enclave cercano al Mar Rojo junto a otros amigos, entre los que se encuentra su compañero del PSG Leandro Paredes. En esta ocasión, su mujer, Antonella Rocuzzo (34), y sus hijos se han quedado en París.

La princesa Haifa Mohammed Al-Saud, que pertenece a la familia real saudí, es además ministra adjunta de Turismo en el Ministerio de Turismo de Arabia Saudí, donde es responsable de implementar la estrategia nacional en este terreno. De ahí que fuera la encargada de acompañar a Leo. Contar con él como nuevo embajador parece una buena manera de hacer promoción. De momento, el jugador ejerce su papel en sus redes sociales donde posa en un yate y escribe: "Descubriendo el Mar Rojo". Se especifica que es una colaboración pagada.

Se desconoce la cifra que ha desembolsado el gobierno saudí por su fichaje estrella, pero parece que Messi no fue la primera opción, sino su máximo rival. El pasado enero de 2021, el diario inglés The Telegraph publicaba que Cristiano Ronaldo (37) había sido contactado también para convertirse en su embajador turístico, pero el portugués rechazó la oferta, que era de seis millones de euros anuales, por parecerle insuficiente.

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