Tamara Gorro (35 años) compartía una de las noticias más complicadas de su vida a finales del pasado 2021. Entonces, la televisiva desvelaba su decisión de separarse de Ezequiel Garay (35) tras doce años de relación y dos hijos en común.
En las semanas siguientes, la madrileña compartía nuevos detalles sobre lo que les había llevado a esa complicada decisión, explicando que para ella no era un adiós definitivo, sino una pausa para volver. "Nuestra intención es morir juntos, ya está", llegó a asegurar rotunda.
No fue, sin embargo, hasta el lanzamiento del nuevo libro de Tamara, Cuando el corazón llora, cuando se han conocido los verdaderos motivos que les llevó a parar su historia de amor. Los primeros escollos llegaron con sus mudanzas, primero a Portugal y después a Rusia, por la profesión del futbolista, que fichó por diferentes equipos de esos países.
"Estar en Rusia me afectó bastante. Dejé los programas y me quedé solo con presentar Nochebuena y Nochevieja. (...) Empecé a sentirme un mueble. Verme en casa todo el día, con el pijama y sin hacer nada, me superaba", explica Gorro en su libro. Pese a todo, Rusia consiguió unirles en cuanto al sueño de tener su primer hijo juntos.
Convertirse en madre no fue tampoco nada sencillo para la de Móstoles que, según desvela, se sometió hasta a dieciocho procesos para quedarse embarazada. Tras unos "bajones tremendos", la pareja viajó hasta Estados Unidos para tener a su primera hija Shaila, mediante la gestación subrogada.
Y aunque estaban muy felices, dos años después las cosas volvieron a ponerse crudas. Mientras que Tamara quería aumentar la familia con otro hijo, el argentino opinaba todo lo contrario. "Eze no me apoyaba. No quería por dos motivos: ni quería más hijos, ni mucho menos que yo pasase de nuevo por todo lo que pasé con mi niña", afirma en el libro.
A pesar de sus desavenencias, llegaron a un acuerdo y regresaron a Estados Unidos para que la influencer pudiera comenzar un proceso de fertilización que finalmente no fue necesario: al poco de llegar se quedó embarazada de Antonio.
Por fin, Tamara Gorro tenía su familia soñada junto al gran amor de su vida, pero las cosas no eran ni mucho menos perfectas. "El cuento ha cambiado mucho", dice muy sinceramente la joven, que vio cómo su matrimonio se resentía. "Por las noches no duermo como quisiera, me despiertan y me cuesta volver a dormir. Al día siguiente tengo que trabajar, no puedo quedarme en la cama. Ha afectado a la relación", sentencia.
A todo esto hay que sumarle la depresión que Gorro sufre desde hace dos años y que no habría ayudado a salvar su matrimonio. Aún así, sigue manteniendo una gran relación con el exfutbolista argentino, con quien sigue queriendo regresar algún día para "terminar la vida juntos".
[Más información: Tamara Gorro, tras su separación de Ezequiel Garay: "Nuestra intención es morir juntos"]