En las décadas ochenta y noventa su nombre resonó hasta la saciedad en la televisión y los medios de comunicación. Se convirtió en el humorista-musical del momento y todos los programas querían contar con él. Manuel González Savín (76 años), más conocido como Cañita Brava, conoce bien lo que es triunfar, tocar con la yema de los dedos el éxito y el brillo cegador de la fama y el reconocimiento.
No obstante, también conoce las sombras, los claroscuros, y el olvido y que el teléfono, de pronto, deje de sonar. Cañita es natural de Las Jubias, en la ciudad de La Coruña. Empezó a trabajar en el muelle de su localidad natal, pero pronto el gusanillo le aporreó la razón: se dio cuenta de cuál era su verdadera pasión. El artisteo, la farándula, el chiste y el aplauso. Actuó como cómico-musical en a nivel local, pero pronto la fama grande llamaría a su puerta.
Llegó a cobrar al año, como ha reconocido él mismo en más de una ocasión, siete milones de pesetas. O lo que es lo mismo: 42.000 euros. Mezclando palabras en castellano y gallego, apenas sin sonreír, lo que acentúa la gracia de sus parlamentos, así supo ganarse al público. Pero todo pasa y hoy, en la actualidad, Cañita Brava ha 'denunciado' su precaria situación económica y el lacerante olvido en que vive.
Antes de zambullirnos en su presente, conozcamos su pasado. Un buen día lo llama Nicolás Ibáñez Serrador para darle su primera oportunidad en el programa de TVE El Semáforo. Espacio por Jordi Estadella y la vedette francesa Marlene Morreau (53). Comenzaba ahí su época gloriosa. Fue la primera oportunidad de muchas. El coruñés supo salpimentar y mejorar su pócima mágica de éxito: además de componen y cantar, añadió a sus shows coreografías, chistes, polifonía y vestuario.
Los proyectos comenzaron a lloverle: trabajó en su versión de la serie El Fugitivo o la torera La pota del caldo de María. En 1998 llegó su gran salto al cine. Lo hizo de la mano de Santiago Segura (57) en la saga Torrente. Cañita Brava trabajó en la cinta Torrente: el brazo tonto de la ley. Película en la que compartía cartel con actores de la categoría de Tony Leblanc, o el también gallego Manuel Manquiña o Chus Lampreave.
Tras este boom, y pese al rotundo éxito que cosechó y la posibilidad de seguir en la saga, Cañita Brava acepta trabajar en el cortometraje Cañita Brava en Los Invasores, una película de serie B. Al término de este proyecto, y cerrando a su vez su colaboración en el programa Crónicas Marcianas, en 2014 vuelve a participar en la saga de Torrente, esta vez en Operación Eurovegas. En 2016 participa en el rodaje del reality Una Chica para Pedre y, un año después, aparece estelarmente en First Dates mi gran nochevieja.
Sus últimos años desde entonces han estado teñidos de gris y fatigas económicas. Cañita Brava reapareció hace unos meses en el programa Sálvame para contar su difícil situación laboral y económica, viviendo al límite de la indigencia. "Llevo dos años así, por culpa de la pandemia no se pudieron hacer muchos conciertos y con lo poco que ya tenía, me dejó tocado", relató Cañita Brava.
Brava contó, además, cómo se quedó sin dinero tras ayudar económicamente a una mujer necesitada. Actualmente, vive con una pensión de 400 euros y cree que hay gente que se aprovecha de que él esté en ese mal momento. "Son los desconocidos los que engañan", explicó.
Cañita Brava ha contado cómo en su momento de fama llegó a ganar siete millones de pesetas -42.000 euros- al año y ahora, en cambio, apenas consigue llegar a fin de mes. El actor está compartiendo piso con cinco personas para tratar de hacer frente a un alquiler. "Estoy pagando 230 euros al mes. Hay algunos amigos que me invitan porque me ven mal", ha contado Brava, preocupado.
Y añadió, desvelando el último proyecto al que se ha sumado para reinventarse: "Estoy un poco agobiado. Quiero que el público se apunte a mi canal de YouTube, para que yo cobre y poder comer y disfrutar. Quiero que me ayuden, con todo mi respeto, que se anime ese público maravilloso. Divino tesoro, toda España, arriba todos", animó a los espectadores.
En el mencionado canal, Cañita explica cómo es su día a día y habla de diversos temas, como de la importancia de ponerse la mascarilla para protegerse de la Covid-19. De momento, el canal cuenta con 9.320 seguidores y ha recibido reacciones tan variopintas como la que sigue: "Me he emocionado más que con el final de Rocky".
Otro seguidor le ha hecho ver: "Cañita, si me lees: hazte un Patreon. YouTube paga una mierda, si te haces un Patreon mucha gente podrá ayudarte desinteresadamente y ayudarte. Eres un grande". Puestos en contacto desde EL ESPAÑOL con un buen conocido de Cañita Brava, éste asegura que el cómico remontará el vuelo: "Es un tipo estupendo, pero saldrá adelante. Hace tiempo que no lo veo, pero tirará para adelante". Y se remacha: "Tiene a mucha gente que lo quiere y ayuda".