Cada verano, el nombre de Julio Iglesias (78 años) salta a la prensa nacional e internacional con nuevas noticias que ponen el foco en su salud o en su situación familiar. Este flujo de información coincide a menudo con los movimientos y cambios de destino que suelen realizar los jóvenes del clan Iglesias debido al periodo vacacional. Es el momento en el que abandonan Miami y se instalan en su espectacular mansión de Marbella.
Así ha ocurrido de nuevo en este tiempo estival con las hijas gemelas Cristina y Victoria (20) del cantante de Me va, me va y Miranda Rijnsburger (56). Las bellas hermanas se han convertido en las protagonistas de la última y sorprendente filtración de la que se han hecho eco varios medios estadounidenses. Según estos, Julio habría desheredado a las gemelas, un reparto de patrimonio del que ya serían conocedoras las jóvenes y por el que, aseveran, estarían "muy disgustadas". Excusan esta decisión del cantante debido a las tensiones familiares y a que, entre otras cosas, Cristina y Victoria no habrían ido a visitar a su padre aprovechando el viaje de uno de sus hermanos cuando el artista estaba viviendo un reciente episodio delicado de salud.
Otras voces desmienten este rumor, pero sí hacen hincapié en un hecho probado: las gemelas recibieron un toque de atención hace dos años por el que paralizaron por completo su actividad en las redes. Cristina y Victoria debutaron en la Gala Met nada más cumplir los 18 años y desde entonces multiplicaron su actividad en Instagram porque sus followers aumentaron y sus aspiraciones en el mundo profesional y público también. Tenían varios proyectos en mente, crearon una empresa de cápsulas multivitamínicas, de ropa deportiva y se enfocaron en sus carreras -Administración y Dirección de Empresas, y el mundo de la moda-.
Y por supuesto, en su faceta como influencers. Su belleza, su vida idílica y sus famosos padres las han convertido siempre en un atractivo foco para miles de usuarios. Así que cuando tuvieron claro su futuro, emplearon sus respectivos perfiles de Instagram para desvelar cómo eran sus rutinas y dejarse conocer al mundo. Pero de la noche a la mañana, en junio de 2020, pararon definitivamente su actividad en las redes como consecuencia -apuntan quienes conocen el caso- de que su padre las advirtiera de los problemas que podían causar mostrando tan detalladamente los rincones de su gran casa, y desvelando continuamente en qué lugares estaban y en compañía de quién.
A esa preocupación de Julio Iglesias se le unían los achaques de salud que estaba sufriendo el cantante en ese momento. Por este motivo las gemelas no dudaron en seguir la recomendación de su progenitor y aparcaron su actividad de cara al público. Pero este verano las circunstancias han cambiado -al menos en el caso de una de las hermanas.
Victoria Iglesias ha retomado su actividad en Instagram de una manera imparable. La joven ha dejado atrás sus dos años de silencio y este 2022 se ha propuesto mostrar sin tapujos dónde va, con quién, dónde se aloja y cómo pasa su tiempo libre. Nada la frena. Un cambio de actitud que ha llamado mucho la atención y que no está llevando a la práctica su hermana Cristina.
Lo curioso es que Victoria ha pasado las últimas semanas compartiendo contenido pero sin publicarlo de forma estática en el muro de su cuenta de Instagram, lo hacía únicamente mediante Stories, porque se eliminan a las 24 horas y ya no queda constancia de su existencia después. De esta forma, seguiría la advertencia de su padre poniendo cuidado en lo que comparte y por cuánto tiempo permanece público. Sin embargo, este viernes sí ha dado un paso más y ha compartido su primer post en su muro tras dos años sin hacerlo.
Gracias a estas publicaciones se ha podido comprobar que la joven utiliza el jet privado de Julio Iglesias para desplazarse con sus mascotas, también se dejan a la vista los rincones idílicos de su mansión en Marbella y se la ve practicando una de sus mayores pasiones: la hípica.
Ante esta actividad que muestra Victoria se podría decir que la tensión sobre dar a conocer su lado más personal va menguando poco a poco tras un periodo de silencio muy intenso. La joven ya no oculta su frenética vida a los ojos ajenos, y no es algo que solo se aprecie en sus redes, sino que quienes han coincidido con ella en estas vacaciones así lo revelan. "No se la ve apurada por lo que subir o no. Es una chica joven que no hace mal a nadie", se desliza con cierta prudencia desde su entorno.
"Tanto ella como su hermana sienten adoración por su madre, por su padre y sus hermanos, así que harían lo que fuera por ellos", expresan cuando se les pregunta por el toque de atención familiar que habrían recibido para mantenerse lo más discretas posibles. "Son prudentes, sí, pero hacen la vida que quieren con naturalidad, tienen su grupo de amigos y amigas, salen, se divierten, y también trabajan mucho, rescatan animales y hacen deporte", quieren dejar claro quienes conocen de cerca a las jóvenes.
Con esta situación de relax, y, más aún, en vacaciones, Victoria disfruta de su adorada Marbella, donde conoció de pequeña a su mayor cómplice, su tocaya Victoria von Faber-Castell, quien también tiene una hermana gemela llamada Sarah. En estos precisos momentos se encuentran juntas y tras unos días en Andalucía han volado a Turquía y están aprovechando su periodo veraniego, tomando el sol y rodeadas de los lujos que herederas de poder como ellas pueden disfrutar.