Teresa Campos, 365 días de su mudanza más difícil: su bache de salud y la crisis con su nieto, José María
Según ha podido conocer EL ESPAÑOL, la presentadora ha pedido "paz" a sus hijas con respecto a la guerra mediática con Paola, la mujer de su nieto.
9 noviembre, 2022 00:51María Teresa Campos (81 años) sólo quiere vivir su jubilación plácidamente, alejada de todo escándalo mediático y sin verse en titulares en prensa y televisión. Ha asumido cuál es su nueva etapa vital lejos de ese mundo laboral que tantas alegrías le reportó: la televisión.
Hace justo un año, la celebérrima periodista realizó la mudanza más difícil de su vida, literal y emocionalmente, cuando se trasladó de su mastodóntica mansión de Molino de la Hoz a una casa en Aravaca, cerca de donde vive su hija mayor, Terelu Campos (56).
Cuenta quien bien la conoce que aquel cambio fue especialmente duro, difícil y complicado para la otrora reina de las mañanas en la televisión. Ella edificó aquella casa con el mimo de quien invierte en su futuro, en la vejez, pero no pudo ser. Acontecía la mudanza en un escenario aciago para la Campos: tras perder la esperanza de volver a la televisión y después de que su expareja, el chileno Edmundo Bigote Arrocet (72), la abandonara.
Ahora, se cumplen 365 días, un año de esa transformación forzosa en su vida. María Teresa "le ha costado adaptarse a su día a día en Aravaca. Estaba muy hecha a Molino, a sus entradas y salidas. Además, a determinadas edades cuesta más hacerse a lo nuevo. Fue todo muy drástico", informa la persona consultada por EL ESPAÑOL.
Por más que su entorno, sus hijas, sus nietos, sus amigas y su querido Gustavo Guillermo, traten de animarla cantándole las virtudes de su flamante nueva vida, Teresa está "muy bajita de ánimo". Su maltrecha salud se convirtió en noticia el pasado verano, cuando se regresó de sus vacaciones en Málaga de forma sorpresiva. No obstante, en ese momento ya se dejó patente que Teresa, más allá de los achaques lógicos de la edad, está razonablemente bien.
Últimamente, según los datos que maneja este periódico, sí que ha pasado por un pequeño bache de salud relacionado con problemas dentales. "Ha pasado unos días un poco reguleros con las muelas. Pero, fuera de eso, está bien", sostiene alguien próximo y muy querido por la presentadora del exitoso ¡Qué tiempo tan feliz!
Tampoco ha ayudado, precisamente, en su estado anímico la última guerra familiar que se ha librado en los platós de televisión, entre Carmen Borrego (56) y su nuera, Paola Olmedo, mujer de su único hijo varón, José María Almoguera. Confía la fuente a este medio: "Ella se preocupó mucho cuando vio a Terelu dirigirse en esos términos a Paola en directo. Hasta entonces, se pensaba que estaban haciendo televisión".
Existe un problema real que ha ido más allá del show y del trabajo televisivo. Por eso, Campos madre, que se mostró días antes pletórica por convertirse en bisabuela, llamó a sus hijas y pidió "paz". Le dolió mucho, ya no sólo por Carmen, también por su nieto: "Por más que digan de Alejandra (22), Teresa tiene por José María una gran predilección. Fue su primer nieto y varón. Lo único que ha pedido a la familia es que hablen las cosas y se dejen de rencillas".
En esa línea, se detalla que José María "llama a su abuela" siempre que puede. Secunda la fuente consultada la gran implicación que existe en la familia en pos del bienestar de María Teresa: "No la dejan sola ni un minuto. Hay que decir que sola nunca está porque tiene a la chica interna. Hay preocupación, no ya por su edad y los achaques propios, sino por su ánimo. Está muy apática y sin ganas de casi nada".
Hace unos meses, EL ESPAÑOL informó de la persona que visita, atiende y llama casi semanalmente a Teresa Campos. La andaluza ha reducido no sólo sus salidas públicas en el último tiempo, también es compacto y selecto el grupo de amigos que la frecuentan. Yusan Acha Frías (51) es uno de esos afortunados que saben cómo está realmente María Teresa.
Amigo y confidente, familia de María Teresa y el último profesional que la vio en activo en el extinto espacio ¡Qué tiempo tan feliz!, donde Acha fue director. Yusan es de esos amigos que no necesitan anunciarse en una visita, que llama y es atendido siempre. Mantiene largas conversaciones con Teresa y sabe, casi mejor que nadie, cómo está ella, qué siente y cómo ve su presente y su futuro. Eso sí, nunca le ha gustado vanagloriarse de su amistad con la legendaria presentadora.
"Teresa, obviamente, tiene edad y los achaques lógicos, pero, sobre todo, y por encima de todo, está aburrida. Siempre ha tenido mucha actividad y el estar ahora en casa sin nada que hacer la deja aburrida y triste. Y sin ganas de nada", explicó Acha Frías.
No hay cosa que más ilusión le haría a Yusan que Teresa encontrara ese proyecto con el que ponerle un broche de oro a su prolífica carrera: "La quiero de verdad. Yo sigo teniendo la espinita de que ella merece despedirse, aunque sea con una sola cosa grande o una colaboración pequeña, pero te aseguro que lo sigo intentando. Hicimos mucho juntos y mucho por la música".
Hace unos meses, en el programa Sálvame, la benjamina de la presentadora, Carmen Borrego, se emocionó al hablar de su presente. "Ha llegado el momento en que se apoye en Terelu y en mí. Necesito darle más dedicación a mi madre. Mi madre siempre ha sido muy independiente. Y cuando se hace más mayor, esa independencia que tenía ya no la tiene", sostuvo.