Fue en noviembre de 2020 cuando una revista del corazón desveló que la presentadora Sonsoles Ónega (44 años) volvía a estar ilusionada, después de que en enero de ese mismo año se hiciera público su divorcio de Carlos Pardo. Tras 11 años de amor y dos hijos en común, Yago y Gonzalo, el matrimonio decidía poner fin a su longeva relación.
El hombre responsable de la renovada felicidad de Ónega, su razón de amor, se llama César Vidal, un célebre arquitecto gallego, dueño de su propia empresa, con el que posó ante los medios de comunicación, por primera vez, en mayo de 2021, durante la entrega del premio Bombín de San Isidro 2021.
Aquel día, y pese a la discreción que siempre ha practicado Ónega en cuanto a ponerle altavoz a cuestiones de su vida personal y familiar, la hoy exitosa presentadora de Y ahora Sonsoles aseguró, arrobada aunque contundente, lo que sigue: "Estoy muy enamorada. Sí, lo estoy. (...) Llevo un año con él. Somos muy felices. Estamos descubriendo el mundo juntos".
Cuenta a EL ESPAÑOL alguien cercano a la comunicadora estrella del grupo Atresmedia que desde el primer día que unos amigos en común los presentaron no se han separado, y sólo han puesto distancia física por obligaciones laborales. Viven su romance a su propio ritmo y sin presiones, como la propia Ónega ha reconocido en más de una ocasión: "Esto es un amor maduro, más tranquilo, sin menos expectativas, pero natural".
"César ha llegado a la vida de Sonsoles en un momento vital muy importante. Al revés, también. Tienen muchos puntos en común y él se lleva estupendamente con los hijos de ella", apunta quien frecuenta a la pareja. El paso clave de presentar a César Vidal a su familia no fue fácil para Ónega, pero, una vez tomada la determinación, todo fluyó de la manera más espontánea posible.
"No buscaba el amor, pero las cosas surgen y estoy en un momento de aprovechar cada minuto y de intentar ser feliz con lo que tengo", reconoció la hija del inefable Fernando Ónega (75) en una entrevista, para apostillar: "Con esta nueva pareja, nos estamos dando todo el tiempo del mundo, sin prisas y sin pausas y disfrutando de cada minuto".
Vidal es un prestigioso arquitecto que estudió Arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid entre 1983 y 1989, y cuya gran especialidad son los centros comerciales. En 1991, empezó a prestar sus servicios como arquitecto para C&S -Cabeza & Sastre, un estudio fundado por Juan Cabeza en 1979, con oficinas en Madrid, Sâo Paulo y Ciudad de México-.
Estuvo trabajando para ellos durante tres años, antes de marcharse durante uno a Brasil vinculado a la misma empresa. De esa su primera época en la firma son los Hipermercados de Sestao en el País Vasco, Osasco y Sao Bernardo en Sâo Paulo, y el Shopping Oeiras en Lisboa, además de los proyectos de Centro Oeste en Majadahonda y Ciudad de la Imagen en Pozuelo. Más tarde, ejerció como director técnico en Carrefour, entre 1996 y 2000.
En los últimos años, Vidal ha montado su propia empresa, VA Arquitectos, que responde a las iniciales de sus apellidos, Vidal Abellás. No solamente la arquitectura se ha desvelado como su gran pasión, también existe otro pasatiempo o suerte de hobbie 'secreto' que César practica en sus ratos de oficio: la guitarra. Es un "gran apasionado" de la música y, hace un tiempo, junto a otro guitarrista y batería creó su propia banda.
Una afición que Sonsoles apoya a pies juntillas. César ha llegado a "ofrecer pequeños conciertos". Sea como fuere, este noviembre de 2022, Sonsoles Ónega no sólo tiene motivos para celebrar y festejar por el hallazgo de un amor sólido y duradero, también está triunfando sin rival con su programa en las tardes de Antena 3, Y ahora Sonsoles.
César Vidal fue crucial en la decisión que tomó Ónega de mudarse de cadena de televisión, detalla el informante. Ejerció de consejero, aunque "nunca se ha metido en las decisiones de ella". Han sido unas semanas trepidantes y de nervios, pero superadas con sobrado éxito. Ónega tiene en casa, además, a sus mayores admiradores, sus hijos, Yago y Gonzalo. Ambos han seguido con gran orgullo el debut de su madre en Antena 3.
Su separación de Carlos Pardo
Sonsoles y su exmarido, Carlos Pardo, tienen dos hijos en común y, según explican a EL ESPAÑOL, la relación de ambos en la actualidad es excelente. Nunca ha existido ningún problema entre ellos, más allá del fin del amor.
Meses antes de conocerse su separación, Sonsoles reflexionaba de este modo sobre su matrimonio: "Tratamos de que todo fluya, es difícil, porque las parejas también se resienten, claro. Eso es así y quien diga que no, miente".
Pese al desgaste, Sonsoles y Carlos se enfrentaron juntos a momentos complicados, como cuando uno de sus hijos, Gonzalo, fue diagnosticado de diabetes con solo cuatro años y puso en jaque la tranquilidad de la periodista, que tardó en asimilar el problema de salud del menor. Afortunadamente, la situación se controló y Ónega ha reconocido en más de una ocasión que la batalla que se libró contra el azúcar en su hogar le hizo perder 12 kilos.
Así hablaba en la citada revista hace un tiempo de su hijo y de lo que supuso en sus vidas la diabetes: "La enfermedad de Gonzalo, que se le diagnosticó con cuatro años, ha cambiado nuestra vida, la dieta, la rutina… De la noche a la mañana, entré en batalla, estudiando una barbaridad y desenmascarando a la industria alimentaria. Me convertí casi en una activista. Todo está muy adulterado y en el límite permitido por la ley. Fue un grandísimo desengaño".
Tras hacerse pública la separación de su marido Carlos Pardo, Ónega siempre sostuvo que estaba abierta al amor, a lo que viniera. "Si quiere entrar, aquí lo estoy esperando", era su lema o mantra. Ese amor llegó, con luces y taquígrafos, y hoy se encuentra de aniversario.