Han pasado ocho años de uno de los momentos más duros de la vida de Paloma Cuevas (50 años), la muerte de su hermano. El 22 de diciembre de 2014 se conocía el fallecimiento de Victoriano Cuevas Díaz a los 41 años a causa de un infarto después de varios días ingresado a causa de un principio de neumonía.
Un golpe difícil de superar para la familia, que le sigue teniendo muy presente. Especialmente Paloma, que desde entonces recuerda y homenajea a su "ángel", como ella llamaba a su hermano, en el día que perdió la vida.
Este jueves 22 de diciembre no ha sido una excepción y la socialité ha dedicado unas desgarradoras palabras dedicadas a Nano, como se le conocía en la intimidad, en sus redes sociales: "Las personas nunca mueren cuando las mantenemos vivas en nuestro recuerdo, en nuestro corazón y en nuestra alma. Yo siento a mi hermano más vivo que nunca, porque sé que él sigue viviendo a través de sus seres queridos. Hoy hace años que partió, pero le seguimos sintiendo junto a nosotros como siempre, cada segundo, minuto, hora… Cada día de la vida, porque su luz nunca se apagará".
La proximidad de su muerte con las fiestas de final de año hace que sean unos días agridulces para todos aquellos que le conocieron y quisieron, tal y como ella misma asegura. "Estos días de Navidad están especialmente marcados para todos a los que nos falta alguien de nuestra familia", ha afirmado, para añadir que a cambio los disfruta al máximo, "podéis estar seguros de que en cada abrazo, sonrisa y mirada ellos siguen viviendo porque viven a través nuestra".
"El mejor homenaje que podemos hacerles es vivir con más intensidad, alegría e ilusión que nunca porque así ellos sabrán que su corazón sigue latiendo dentro de los nuestros", ha sentenciado la cordobesa, que pese a estar viviendo un día muy complicado ha aprovechado para desear una feliz Navidad a sus seguidores y desearles lo mejor.
"Un fuerte abrazo para todos, en especial para los que sentimos la ausencia física de algún familiar, pero sintiendo su presencia con el alma, no lo olvidemos nunca porque con ellos aprendimos a vivir la esencia de la Navidad", ha terminado.
Volcada en su familia
Paloma Cuevas siempre ha destacado por su gran discreción, pese a ser una de las mujeres más conocidas del panorama nacional. Una cualidad que no solo no ha perdido con los años, sino que ha potenciado. Especialmente tras su ruptura con Enrique Ponce, hace ya dos años.
La andaluza, que no ha dejado de trabajar como diseñadora, se ha centrado en su familia. No solo en sus dos hijas, Paloma y Bianca, especialmente en su padre, Victoriano Valencia (90), a quien está muy unida y ha tenido unos meses complicados en cuanto a salud se refiere.
El pasado mes de abril, sin ir más lejos, el retirado torero tuvo que ser ingresado en el hospital. Tal y como pudo saber EL ESPAÑOL, Paloma estuvo a su lado en todo momento y es que, como ha declarado en su último post, es consciente de lo importante que es la familia.