Isabel Preysler (71 años) y Mario Vargas Llosa (86) se han convertido en los protagonistas del fin de año tras conocerse su ruptura. Una noticia confirmada por la filipina, que no solo ha anunciado el punto final de su historia de amor, de casi ocho años de duración, sino que también ha sentenciado que es algo definitivo y sin posibilidad alguna de reconciliación.
La sorpresa ha sido mayúscula, pues pese a su discreción y a que apenas se dejaban ver juntos públicamente formaban una de las parejas más consolidadas del panorama nacional. El motivo que habría desembocado a esta decisión, según ¡HOLA!, serían los celos infundados de Mario.
A las puertas del 2023 el Nobel de Literatura comienza una nueva etapa de su vida y da carpetazo a los muchos años que ha residido en la vivienda de Isabel, ubicada en la exclusiva zona de Puerta del Hierro. Tal y como informa la publicación, hace unas semanas, tras una discusión, cerró la puerta de la casa de la que era su novia para no volver.
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Decidió instalarse en un piso de Madrid, donde continuaría hasta la fecha. Una residencia cargada de recuerdos, pues en ella vivió durante muchos años con Patricia Llosa, su exmujer, y que ahora se ha convertido en su refugio.
Está ubicada en una de las zonas más prestigiosas del centro de la capital, el barrio de los Austrias, a un paso del Palacio Real, la Puerta del Sol y el Monasterio de las Descalzas Reales. Pese a ser un piso, tiene un tamaño considerable: 283 metros cuadrados de vivienda y otros 30 para una terraza desde la que se puede contemplar los tejados de la ciudad.
Si bien no hay imágenes del interior de esta casa, es de sobra conocida por asuntos poco agradables. El julio de 2019 el nombre del escritor saltaba a los titulares tras conocerse que Hacienda le reclamaba 2,1 millones de euros. Si bien desde el primer momento Mario aseguró su disconformidad, pleiteando para demostrar que la cantidad reclamada no es tal, se vio obligado a hipotecar con el Fisco este piso.
Casas por el mundo
Madrid no es la única ciudad del mundo en la que Mario Vargas Llosa ha vivido a lo largo de su vida, especialmente junto a su ya exmujer Patricia, con quien creó un pequeño imperio inmobiliario. Al frecuentar con asiduidad diferentes ciudades del mundo, decidieron adquirir diferentes alojamientos en las mejores zonas.
El primero en estar en su nombre está en París, en la calle Saint-Sulpice, donde Mario y Patricia comenzaron su vida de pareja, tal y como informan medios peruanos. Ubicado en una de las zonas más exclusivas de la capital francesa, donde el metro cuadrado supera los 10.000 euros. Está a unos pasos de la catedral de Notre-Dame.
En Lima, la capital del país que le vio nacer, llegó a tener una gran mansión con piscina que terminó demolido para construir un bloque de pisos en el que tiene una amplia vivienda. En la planta número 46 de un rascacielos de Nueva York estaba ubicado el apartamento que el exmatrimonio adquirió en conjunto. Desde él no solo se podría ver Central Park y el río Hudson, también gran parte de la ciudad al estar ubicado entre la Octava Avenida y la calle 57. Con el paso de los años, algunas de las ubicaciones terminaron vendiéndolas y otras, tras su separación, fueron repartidas.